¡°El padre Maciel era un modelo. Le cre¨ªmos a ¨¦l y no a las v¨ªctimas¡±
El nuevo director de los Legionarios de Cristo intenta dejar atr¨¢s los abusos de su fundador
Despu¨¦s de tres a?os bajo vigilancia del Vaticano, los Legionarios de Cristo acaban de recibir la autorizaci¨®n del papa Francisco para seguir adelante a pesar de los esc¨¢ndalos de abusos a menores, poligamia y drogadicci¨®n protagonizados por su fundador, el padre Marcial Maciel (1920-2008). Otro mexicano, el sacerdote Eduardo Robles Gil (1952), es el nuevo director general.
Pregunta. Tras quedar demostrada la doble vida de Maciel, ?no restan m¨¢s a la Iglesia, debido a su mala imagen, de lo que aportan?
Respuesta. Nunca nos lo hemos planteado as¨ª. S¨ª es verdad que hay personas de la Iglesia y personas de fuera que piensan que deber¨ªamos desaparecer, pero a nuestro juicio no tiene sentido. Y el papa Benedicto XVI, cuando ley¨® los informes de los visitadores, dijo que somos una comunidad esencialmente sana que tiene que renovarse y mejorar. Pero es verdad que est¨¢bamos a punto de desaparecer, porque hab¨ªa voces que se planteaban esa pregunta en los t¨¦rminos en que usted la hace. Pero, por ejemplo, en M¨¦xico hay 50.000 alumnos que est¨¢n en colegios de pago y 15.000 que no pagan cuyas familias siguen confiando en nosotros...
P. Me llama la atenci¨®n que no hayan perdido la confianza.
R. Hay personas que ya no conf¨ªan en nosotros. S¨ª las hay. Pero sobre todo hay personas que no nos conocen y que no optan por nosotros. Si antes tuvimos un prestigio muy grande, hoy tenemos un prestigio menor y eso sin duda afecta.
Hubo quien nos retir¨® su confianza. Hemos estado a punto de desaparecer¡±
P. Entonces, insisto, ?no hubiese sido mejor disolverse?
R. No, definitivamente no. ?Para qu¨¦ cambiar de nombre si no cambiamos nosotros? Yo sigo siendo el mismo. Si tienen confianza en m¨ª como director del colegio, pues van a seguir en el colegio. La Legi¨®n seguimos siendo las mismas personas que tenemos que aprender a ver las cosas con humildad, reconociendo que nos hemos equivocado.
P. ?No cree que han pecado de soberbia?
R. S¨ª. Pero piense que ten¨ªamos mucho prestigio. Hab¨ªa por tanto un cierto orgullo institucional de creer que est¨¢bamos haciendo bien las cosas. Ahora hemos aceptado las recomendaciones de la Iglesia. Antes hubi¨¦semos dicho: bueno... Ahora hemos aceptado que la Iglesia nos supervise.
P. El papa Francisco hizo una clara diferenciaci¨®n entre pecado y delito. Ustedes han reconocido los pecados de Maciel, ?pero han cumplido como ciudadanos denunciando a alg¨²n legionario?
R. S¨ª. Hay que distinguir. Lo que haya hecho el padre Maciel en su vida son sus actos y son sus pecados. Pero hoy existe un compromiso en toda la Iglesia de que, ante un delito contra menores, tenemos la obligaci¨®n de hacer una triple denuncia. Si alg¨²n legionario sabe de otro legionario tiene que denunciarlo al superior, y el superior ante las autoridades civiles y el Vaticano. Y tambi¨¦n tiene que hablar con la persona acusada. Porque hay que tener en cuenta que ser acusado no quiere decir ser culpable. Hay pecados que son pecados simplemente y otras cosas que son delitos. Y todos los delitos con menores se deben denunciar.
P. ?Y lo han hecho?
R. Lo hemos hecho.
P. ?Y hay constancia de que lo hayan hecho?
R. S¨ª, claro que hay constancia, lo que pasa es que una cosa es denunciarlo y otra cosa publicarlo. En diciembre publicamos una carta en la que anunciamos que hab¨ªa habido denuncias contra 35 sacerdotes.
P. ?Por qu¨¦ tardaron tanto tiempo en admitir lo que estaba sucediendo?
R. Como dijo Benedicto XVI en su carta a los irlandeses: ¡°Tardamos en creer¡±. S¨ª hab¨ªa noticias, pero no fueron cre¨ªdas. La raz¨®n es que un sacerdote es normalmente una persona de prestigio y para nosotros el padre Maciel ten¨ªa mucho prestigio, era un modelo. Tambi¨¦n ten¨ªa prestigio en el Vaticano y mucho prestigio social y eclesi¨¢stico. Entonces, cuando salen las acusaciones y ¨¦l dice que no eran ciertas le cre¨ªmos a ¨¦l y no cre¨ªmos a los acusadores. Adem¨¢s, como el Vaticano no les hab¨ªa escuchado, optaron por una forma que en esa ¨¦poca no era bien vista en los c¨ªrculos eclesi¨¢sticos que fue salir en la televisi¨®n, hacer una denuncia en el peri¨®dico. Y en ese momento esa forma escandalosa de hacer las cosas les rest¨® credibilidad.
El papa Francisco me
ha dicho: ¡°Yo te apoyo.
Sigue adelante¡±
P. Pero pasaron muchos a?os.
R. S¨ª, muchos a?os. Hasta 2005 el fiscal especial de este tipo de casos no fue a M¨¦xico. Habl¨® con las v¨ªctimas y, el 19 de mayo de 2006, se comunic¨® que el padre Maciel enfrentaba acusaciones grav¨ªsimas, que por motivo de su edad y de su enfermedad ¡ªya ten¨ªa inicios de demencia senil¡ª ya no iba a ser sometido a un juicio, pero que ten¨ªa que retirarse a una vida de penitencia. El Vaticano est¨¢ convencido de la veracidad y ah¨ª fue un verdadero balde de agua fr¨ªa. Muchos empezamos a dudar, pero cuando vas en vuelo hay una inercia que no es f¨¢cil de frenar. Hab¨ªa quien dec¨ªa abiertamente: el Vaticano se ha equivocado, qu¨¦ mala onda. Hasta 2008 no empezamos a preguntar entre nosotros. Y entonces aparece alg¨²n legionario que dice, pues s¨ª, yo soy v¨ªctima. Y sale otro legionario y dice yo soy v¨ªctima. Y alguna persona que siempre la hemos considerado amiga, que nunca ha salido en el peri¨®dico y nunca va a salir en el peri¨®dico, pero dice: es verdad. Entonces nos vemos en la obligaci¨®n moral de comunicar a la congregaci¨®n que todo lo que siempre hab¨ªamos negado es verdad.
P. ?No hay c¨®mplices todav¨ªa en la congregaci¨®n?
R. Una cosa es encubrir y otra cosa es cubrir. T¨² eres mi amigo y yo s¨¦ que hiciste algo malo y no te denuncio. Y otra cosa es que yo haga todo lo necesario para que nadie te cache [en mexicano, te descubra]. A m¨ª me consta que ni el padre ?lvaro, ni el padre Luis Garza ni el padre Evaristo Sada, que era el secretario general de la congregaci¨®n, supieron nada hasta 2006. Tal vez alg¨²n secretario particular hubiera sabido algo. Pero no creo que nadie supiera todo. Y tal vez alguien pudo saber que ten¨ªa una hija, pero no lo dijo. O si sab¨ªan que tomaba muchos analg¨¦sicos y no solo analg¨¦sicos porque requer¨ªan de una receta m¨¦dica [se drogaba con dolantina], pues no dijeron. El informe de los visitadores, que es de 2010, dice: ¡°Los que supieron algo pensaron que no deb¨ªan decirlo por el bien que se estaba haciendo¡±. De hecho, hoy, a posteriori, sabemos que eso no fue lo m¨¢s correcto, pero tambi¨¦n sabemos con mucha claridad que el haberlo sabido tambi¨¦n ha hecho da?o. Ha hecho da?o a los Legionarios, y ha hecho esc¨¢ndalo en la Iglesia hasta el punto de que usted me ha preguntado si no es m¨¢s el da?o que hacemos que el bien que hacemos...
P. Pero de aqu¨ª se puede inferir que casi se arrepiente de que se haya sabido...
R. No, no me arrepiento. En la Iglesia ya estamos convencidos de que tenemos que denunciar. Pero tiene que tener en cuenta que alg¨²n amigo m¨ªo que antes era legionario ahora no lo es, o un s¨²bdito que iba a ser un buen sacerdote ya no sigue el camino del sacerdocio. Eso me da pena. Hay cosas que hay que hacer pero tienen una repercusi¨®n indeseable.
P. Creo que esta ma?ana ha visto al Papa.
R. S¨ª.
P. ?Le ha dicho algo?
R. Me ha dicho: ¡°Yo te apoyo. Sigue adelante¡±.
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