El consumo frecuente de alcohol en menores sube 11 puntos desde 2010

Los menores espa?oles (de 14 a 18 a?os) beben bastante m¨¢s que hace dos a?os, y fuman tabaco o cannabis casi en la misma proporci¨®n. Estas son las conclusiones de la Encuesta Estatal sobre uso de Drogas en Ense?anzas Secundarias (Estudes), un trabajo que presenta bienalmente el Plan Nacional sobre Drogas, dependiente del Ministerio de Sanidad.

De acuerdo con esta macroencuesta, realizada entre 2012, a 27.503 estudiantes de toda Espa?a, la proporci¨®n de los que ha bebido en el ¨²ltimo mes es del 74%, 11 puntos m¨¢s que en la encuesta de 2010. Ello lleva este dato, que se puede asimilar al de consumo habitual, a los niveles de hace 20 a?os. El responsable del plan, Francisco de As¨ªs Bab¨ªn, no ocult¨® su preocupaci¨®n por estos datos, y record¨® que ¡°se trata de unas edades en las que, en principio, tienen prohibido¡± comprar alcohol.

En correlaci¨®n a este aumento del consumo, tambi¨¦n se observa en la serie temporal un aumento del porcentaje de los menores que se han emborrachado en el ¨²ltimo mes (el 30,8% en 2012; el 16,1% en 1994).

La encuesta por primera vez pregunta por la pr¨¢ctica del botell¨®n. Un 53,3% de los menores ha participado en alguno el ¨²ltimo mes. Esto no implica necesariamente que haya bebido alcohol, matiz¨® Bab¨ªn, pero la diferencia es escasa: seg¨²n los datos de la encuesta, el 97,2% de los que asistieron a uno en el ¨²ltimo mes consumi¨® esta droga (frente al 43,5% de los que no hicieron botell¨®n). Tambi¨¦n las diferencias son grandes respecto a la borrachera por atrac¨®n (tomar cinco copas o m¨¢s en dos horas): entre quienes hicieron botell¨®n les ocurri¨® al 74,1% (a un 9,5% entre los que bebieron en otros entornos). Tambi¨¦n las borracheras o el policonsumo (tomar m¨¢s de una droga) es m¨¢s frecuente entre quienes hacen botell¨®n, resalt¨® Bab¨ªn.

El otro factor que influye es la facilidad para conseguir la bebida. El 61,8% lo hace en supermercados; el 57,7% en bares y el 47,1% en discotecas. Y ello pese a que en los tres sitios est¨¢ prohibido.

Respecto a la segunda droga en consumo, el tabaco, el 12,5% de los menores lo consume diariamente, frente a un 18,9% que lo hac¨ªa en 2004, a?o de la ley que lo regul¨®. Pese a este descenso, si se compara con la encuesta anterior hay incluso un peque?o repunte.

Quiz¨¢ el mejor dato de la encuesta es que la tercera droga m¨¢s consumida (y la primera ilegal de la lista), el cannabis, contin¨²a en descenso. En 20004 lo fumaba habitualmente el 25,1%; en 2012 eran el 16,1%, un punto porcentual menos que en la encuesta anterior.

Pese a ello, Bab¨ªn insisti¨® en que se trata de una sustancia cuyo consumo se est¨¢ banalizando. ¡°El 16% de los consumidores son de riesgo¡± seg¨²n las escalas de medici¨®n internacionales. Esto quiere decir que ya tienen da?os f¨ªsicos, psicol¨®gicos o sociales.

La encuesta ha incorporado algunos datos para reforzar esta idea. Por ejemplo, entre los fumadores de cannabis el 44% repiti¨® curso, casi el doble que entre los que no consumen esta sustancia (repiti¨® el 27,9%). ¡°No es porque lo digan los cient¨ªficos, es una prueba de la disminuci¨®n de la concentraci¨®n y ejecuci¨®n de tareas¡± que produce esta droga, dijo Bab¨ªn.

El resto de las sustancias, consumidas mucho menos, est¨¢n casi estabilizadas menos los hipnosedantes, que siguen creciendo (ya los toma el 11,6%, aunque parte es con receta). Tampoco las consideradas nuevas (setas, mefedrona, ketamina, spice) despuntan.

Ante los datos, Bab¨ªn record¨® que le ministerio est¨¢ preparando una regulaci¨®n del alcohol, y no quiso dar detalles al respecto. Solo insisti¨® en la idea, ya anunciada por ¨¦l, de que habr¨¢ que buscar la forma de que los padres cuyos hijos menores, por ejemplo, tengan varios comas et¨ªlicos o comportamientos similares reciban un ¡°rechazo social¡±.