¡°Yo decido hasta cu¨¢ndo y cu¨¢ntos. ?Va a venir Gallard¨®n a pagarme las facturas?¡±

-Sue?o con ver a mis hijos hacerse mayores para sentarme en una mesa y mirarles. Son lo m¨¢s grande.

Ana F. tiene 36 a?os, ha trabajado en varias cosas, entre ellas, de administrativa, aunque ahora est¨¢ dedicada a los hijos. Ha sido madre cinco veces. Una rareza estad¨ªstica en una cara maquillada y serena, con gafas de pasta, que solo se crispa cuando le citas al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n y al proyecto del PP de revocar la actual ley de plazos del aborto.

-Este se?or est¨¢ decidiendo por m¨ª sin conocerme. Deber¨ªa sentarse a hablar con sus hijas, a ver qu¨¦ le dicen. Si ¨¦l quisiera hacer un viaje vamos a coger y a decidir entre todas a d¨®nde puede irse, ?le parecer¨ªa bien? Las personas que deciden por las dem¨¢s no est¨¢n bien de la cabeza.

A los 16 a?os Ana viv¨ªa en Toledo y se qued¨® embarazada. ¡°Se trataba de, o tener un ni?o a mi edad o poder seguir adelante, estudiar, vivir. Habl¨¦ con mi madre y me dijo: '?Es tu decisi¨®n?' Yo lo ten¨ªa muy claro¡±.

Era 1994, casi una d¨¦cada despu¨¦s de la aprobaci¨®n de la primera ley del aborto, en 1985, la llamada ley de supuestos. Ana fue a un centro de planificaci¨®n familiar de la ciudad. ¡°Me dijeron, ?eres menor de edad? Pues no puedes abortar. No s¨¦ por qu¨¦ lo llaman centro de planificaci¨®n familiar¡±. As¨ª que recurri¨® a una cl¨ªnica de Madrid y all¨ª se present¨® con su madre.

Al llegar de Toledo, an¨¢lisis de sangre y cita con el psiquiatra. En la ley de 1985, abortar era ilegal salvo en tres supuestos: violaci¨®n, severas malformaciones del feto y grave peligro para la vida o la salud f¨ªsica o ps¨ªquica de la mujer. ¡°El psiquiatra me dijo que era una decisi¨®n que tomaba yo. 'Si t¨² tienes claro que no lo quieres tener'... Dije que adelante. Estaba muy segura de lo que iba a hacer¡±.

Y, ?qu¨¦ se cree? ?Qu¨¦ no vamos a abortar? Cuando una mujer no quiere tener un hijo lo va a solucionar

Ana rechaz¨® la anestesia general: ¡°Hay que vivirlo todo. No s¨¦, pens¨¦ que pod¨ªa mirar a la gente alrededor¡±. Se salt¨® el prescriptivo reposo posterior en favor de un zumo de naranja, un cruas¨¢n de jam¨®n de York y queso y un vaso de leche. ?Por qu¨¦ tiene unos recuerdos tan v¨ªvidos? "No s¨¦, quiz¨¢ es que fue la primera vez que decid¨ªa algo por m¨ª misma, era venir a Madrid desde un sitio peque?o..."

A?os m¨¢s tarde, cuando comenzaba a salir con su marido actual, y pese a tomar anticonceptivos, un fallo provoc¨® un nuevo embarazo. Ten¨ªa 24 a?os y hablaron ambos sobre si deb¨ªan de tener el ni?o. Decidieron no tenerlo. Ana repiti¨® el procedimiento, pero esta vez s¨ª que se someti¨® a anestesia general. Despu¨¦s han llegado cinco hijos, el mayor de 12 a?os. El quinto, una ni?a, tiene cuatro meses. ¡°Y se acab¨® porque lo digo yo, no porque lo diga el se?or Gallard¨®n. Y, ?qu¨¦ se cree? ?Qu¨¦ no vamos a abortar? Cuando una mujer no quiere tener un hijo lo va a solucionar. Bastante tenemos las mujeres con las violaciones".

Para un momento y prosigue. ¡°Pero no tengo por qu¨¦ hacerme una ligadura de trompas, que tambi¨¦n falla. Yo decido hasta cu¨¢ndo y cu¨¢ntos hijos. ?Va a venir el se?or Gallard¨®n a pagarme las facturas?¡±

Cuando Gallard¨®n compareci¨® en la tele para explicar en qu¨¦ iba a consistir la ley del aborto m¨¢s restrictiva de la democracia, el tel¨¦fono de Ana comenz¨® a bufar. Sus amigas reaccionaban con mensajes, con burla y enfado.

Todo esto hace que una mujer aparentemente tranquila para la que tiene liada en casa se enerve. Le gustar¨ªa sentarse frente al ministro e invitarle, "con todos los gastos pagados, claro", ironiza, a que se quedase una semana en su casa, con sus cinco hijos.