Contra la venta de los nombres de Marte

Elija un astro, p¨®ngale el nombre que desee y recibir¨¢ un certificado con las coordenadas del objeto, mapas del cielo, los datos y su denominaci¨®n¡­ previo pago. Un regalo original, un recuerdo o un capricho. La oferta en por Internet es notable. Pero, ?alguien utilizar¨¢ ese nombre? En el mapa de quien se lo haya vendido, s¨ª. El resto del mundo, no. Una reciente oferta para bautizar un cr¨¢ter de Marte -quedan medio mill¨®n an¨®nimos-, con un pago moderado y fines educativos y de exploraci¨®n, seg¨²n sus promotores, ha disparado la alarma de la Uni¨®n Astron¨®mica Internacional (IAU, en sus siglas en ingl¨¦s). ¡°Tales iniciativas son contrarias al esp¨ªritu de acceso libre e igualitario al espacio, y van contra las regulaciones internacionalmente reconocidas¡±, advierte este organismo en un comunicado, enfatizando que ¡°ning¨²n nombre comprado puede ser utilizado nunca en mapas oficiales¡±.

La IAU se encarga desde su fundaci¨®n, en 1919, de la nomenclatura de objetos celestes para estandarizar los varios y confusos sistemas que se utilizaban hasta entonces. Incluso durante la guerra fr¨ªa, en plena carrera espacial en los a?os sesenta, la uni¨®n internacional desempe?¨® un papel clave para poner de acuerdo a Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica en los nombres de los lugares de la Luna.

¡°Para asegurar que todos los cient¨ªficos, educadores y el p¨²blico en general hablan el mismo lenguaje, los astr¨®nomos de la IAU han acordado est¨¢ndares comunes para nombrar objetos espaciales, rasgos o fen¨®menos , de manera que puedan ser f¨¢cilmente localizados, descritos y debatidos¡±, dice la asociaci¨®n en un comunicado. Adem¨¢s, solo se nombran los objetos o fen¨®menos que tienen un especial significado cient¨ªfico, de manera que quedan otros muchos para futuras generaciones.

La reacci¨®n de la IAU responde especialmente a la iniciativa del proyecto Uwingu, que lanz¨® hace unos d¨ªas un cient¨ªfico, Alan Stern, para nombrar cr¨¢teres en Marte a partir de cinco d¨®lares y con precios ascendentes seg¨²n el tama?o del cr¨¢ter. Si mucha gente se anima y se cubren los 500.000 cr¨¢teres disponibles en la cartograf¨ªa marciana, se puede alcanzar la nada despreciable suma de 10 millones de d¨®lares (7.200.000 euros), calcula la empresa. Y se destinar¨ªan a programas educativos, cient¨ªficos y de exploraci¨®n. No se trata de un concurso, ya que se aceptar¨¢n todos los nombres que se adquieran, excepto aquellos que se consideren ofensivos o claramente inapropiados. Y ser¨¢ una cartograf¨ªa no oficial, ya que no se intentar¨¢ la aprobaci¨®n de los nombres por parte de la IAU, informa Space.com. La iniciativa se presenta a s¨ª misma: "Uwingu es una peque?a empresa fundada por astr¨®nomos, cient¨ªficos planetarios, educadores espaciales y antiguos empleados de la NASA. Nuestra misi¨®n es crear nuevas v¨ªas para que la gente conecte personalmente con la exploraci¨®n espacial y la astronom¨ªa".

Un total de 15.000 cr¨¢teres de Marte tienen ya nombre oficial de la IAU, siguiendo unas reglas y criterios para denominar los objetos celestes. ¡°Seg¨²n las reglas vigentes, el p¨²blico general no puede pedir que se d¨¦ un nombre concreto a un rasgo particular, pero se puede hacer a trav¨¦s de las convocatorias p¨²blicas que puedan hacer las agencias espaciales o los descubridores¡±, se?ala la organizaci¨®n. Pone el ejemplo de la iniciativa de la NASA que hizo un llamamiento, en 1989, a proponer nombres de mujeres famosas para lugares en Venus, con ocasi¨®n de su misi¨®n Magallanes en ese planeta. M¨¢s recientemente, los dos ¨²ltimos sat¨¦lites de Plut¨®n descubiertos han recibido los nombres (Kerberos y Styx) resultantes de una votaci¨®n p¨²blica, libre y gratuita, y han sido aprobados oficialmente. La mayor¨ªa de las estrellas y galaxias se conocen exclusivamente por su nomenclatura t¨¦cnica, que suele ser una serie de n¨²meros y letras, siguiendo los par¨¢metros estandarizados, pero tambi¨¦n hay muchas con nombres, sobre todo recogiendo los utilizados hist¨®ricamente.

¡°Para los cr¨¢teres de Marte, solo sus descubridores, las agencias espaciales, pueden tomar la iniciativa de implicar al p¨²blico en el proceso de dar nombres, en cooperaci¨®n con la IAU, y siguiendo las regulaciones internacionales¡±, se?ala la organizaci¨®n.

En la IAU un grupo de trabajo especial sobre nomenclatura (WGPSN), en representaci¨®n de la comunicaci¨®n internacional de astronom¨ªa, se ocupa del sistema oficial de nombres, siguiendo unos criterios establecidos y p¨²blicos, para los objetos del Sistema Solar, ya sean rasgos de la superficie de los planetas, los sat¨¦lites naturales, los planetas enanos o los anillos de los planetas.?