El juicio a Pistorius desvela fallos en la investigaci¨®n policial
El perito que analiz¨® la puerta a trav¨¦s de la que dispar¨® a su novia admite errores en la custodia
La polic¨ªa sudafricana ha dado hoy un bal¨®n de ox¨ªgeno a Oscar Pistorius, que est¨¢ siendo juzgado estos d¨ªas por el asesinato de su novia, Reeva Steenkamp, en su apartamento de Pretoria la madrugada del 14 de febrero de 2013. Un perito policial que ha sido interrogado hoy ha desvelado varios fallos en la investigaci¨®n, entre ellos la mala custodia de una prueba concluyente y la contaminaci¨®n de la escena del crimen. No es la primera vez que se cuestiona la profesionalidad de los agentes, ya que en la audiencia por la fianza del atleta paraol¨ªmpico ya se evidenci¨® el mal hacer del jefe de la investigaci¨®n, Hilton Botha, que admiti¨® haber entrado en la casa la noche de autos sin cubrirse los zapatos.
De eso se ha aprovechado hoy el abogado de la defensa, Barry Roux, experto en rebatir y repreguntar cualquier sentencia de los testigos. Su v¨ªctima fue Gerhard Vermulen, forense policial, que fue el encargado de analizar la puerta del lavabo a trav¨¦s de la cual Pistorius dispar¨® cuatro tiros y mat¨® a Steenkamp, que estaba all¨ª encerrada y a la que, seg¨²n la versi¨®n del acusado, hab¨ªa confundido con un ladr¨®n. Esa puerta estaba hoy en la sala, soportada por un marco blanco para que se mantuviera en pie, y sirvi¨® de campo de batalla entre el especialista y el letrado.
Al inicio de su declaraci¨®n, Vermulen sostuvo que Pistorius -que tiene las dos piernas amputadas- no llevaba puestas sus pr¨®tesis puestas cuando intent¨® abrir a golpes la puerta del ba?o tras disparar sino que utiliz¨® un bate de cr¨ªquet, lo que contradice la versi¨®n del deportista. Roux pidi¨® a Vermulen que se pusiera sobre sus rodillas para imitar la altura de Pistorius sin pr¨®tesis (1,25 metros) y durante alrededor de una hora ambos estuvieron discutiendo sobre si en esta postura se pod¨ªa mantener o no el equilibrio y la ¡°posici¨®n natural¡± para golpear una puerta. El experto consider¨® que alguien que "ha crecido sin piernas puede batear sin perder el equilibrio".
Pero a continuaci¨®n, Roux pregunt¨® al forense por qu¨¦ en su informe no hab¨ªa se?alado la existencia de ¡°una marca del pie ortop¨¦dico¡± de Pistorius sobre la madera que, seg¨²n el propio atleta, se produjo cuando intent¨® derribar la puerta, al ya haberse dado cuenta de que hab¨ªa herido a Steenkamp.
Vermulen admiti¨® que no se hab¨ªa ¡°molestado¡± en leer la declaraci¨®n jurada que el atleta dej¨® tan solo unos d¨ªas despu¨¦s del crimen para la vista de la fianza y asegur¨® que hab¨ªa intentado elaborar su informe de la manera ¡°m¨¢s objetiva posible¡±. Tan imparcial, le recrimin¨® el letrado, que Vermulen ni analiz¨® esa marca y declar¨® poco antes ¡°que no hab¨ªa evidencias de que Pistorius pateara la puerta, a excepci¨®n de su versi¨®n¡±.
El agente declar¨® que no pod¨ªa certificar si la prueba estuvo
custodiada bajo llave
Pero Roux a¨²n sac¨® m¨¢s los colores a este experto al obligarle a admitir que no tuvo acceso a la puerta en cuesti¨®n hasta el 8 de marzo, tres semanas despu¨¦s de los hechos, y que no pod¨ªa certificar si hab¨ªa estado custodiada ¡°bajo llave¡± como manda el reglamento. Lo que s¨ª advirti¨® en la sala hoy cuando el abogado mostr¨® una foto de esa puerta la noche del crimen es que ¡°alguna cosa hab¨ªa pasado¡± en ese lapso de tiempo, porque ahora s¨ª pod¨ªa apreciar las astillas de la puerta, la marca de la pr¨®tesis, as¨ª como una huella de una bota de polic¨ªa impresa en una mancha de sangre de la v¨ªctima. En otras palabras, el informe firmado por Vermulen se basa en una prueba modificada y en una escena del crimen contaminada, gestos que cuestionan la credibilidad y profesionalidad del cuerpo.
En la sesi¨®n de hoy termin¨® de declarar Darren Fresco, amigo de Pistorius, que estuvo presente en dos ocasiones en el pasado en las que el atleta acab¨® imputado por el uso temerario de arma de fuego. El testigo reiter¨® que una vez el deportista dispar¨® al aire sin mediar palabra mientras estaba sentado en el asiento de copiloto del coche descapotable de Fresco, al que hiri¨® levemente en la oreja. ¡°Oscar se ri¨®¡±, se?al¨®.
En otra ocasi¨®n, un mes antes del crimen de Steenkamp, Fresco y Pistorius com¨ªan con dos amigos m¨¢s en un restaurante de Johannesburgo cuando Pistorius pidi¨® al testigo que le pasara su pistola por debajo de la mesa. Seg¨²n su versi¨®n, Fresco le advirti¨® de que ¡°hab¨ªa una bala¡±, pero Pistorius dispar¨® y la bala impact¨® justo al lado del pie de otro comensal, ocasion¨¢ndole un leve rasgu?o. Fresco asumi¨® la responsabilidad del tiro ante los propietarios del local, ya que ¡°un buen amigo¡± como lo era Pistorius entonces se lo hab¨ªa pedido para evitar el acoso de la prensa.
El juicio est¨¢ previsto que termine el pr¨®ximo 20 de marzo, aunque fuentes judiciales admiten que a¨²n pod¨ªa alargarse unos d¨ªas. La Fiscal¨ªa acusa a Pistorius de asesinato premeditado, tenencia il¨ªcita de munici¨®n y uso temerario de armas de fuego en lugares p¨²blicos. De todos estos delitos, el atleta se declar¨® el primer d¨ªa ¡°no culpable¡±.
La defensa y la familia Pistorius se mostraron en esta octava jornada de juicio mucho m¨¢s relajados que en otras ocasiones. Al levantarse la sesi¨®n, una joven que sol¨ªa entrenar con el atleta se abalanz¨® sobre ¨¦l cuando se dispon¨ªa a salir de la sala de vistas. Ambos se abrazaron y el velocista le dijo: "Gracias, estoy bien", con la voz temblorosa y ojos enrojecidos.
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