¡°Hicimos el trasplante bajo la ley¡±
El hijo del liban¨¦s imputado por tr¨¢fico de ¨®rganos asegura que no ofrecieron dinero ¡°Todo ha sido un malentendido¡±
Ali Hatem Akouche muestra entre entusiasmado y sorprendido todo el papeleo que le acredita como donante perfectamente legal del fragmento de h¨ªgado que salv¨® a su padre de un c¨¢ncer hep¨¢tico que amenazaba con extenderse. El hijo mayor de Hatem Akouche, pol¨ªtico liban¨¦s detenido por presunto intento de compraventa de h¨ªgados a nueve inmigrantes en la primera operaci¨®n policial contra el tr¨¢fico de ¨®rganos en Espa?a, dice no saber nada de pagos por donaciones, ni de pruebas secretas, pero reconoce que durante el tiempo que estuvieron entre Valencia y Barcelona s¨ª contemplaron otras posibilidades: ¡°Algunas personas se ofrecieron a ayudarnos, mi padre no les conoc¨ªa, yo s¨ª¡±.
Hatem Akouche, de 61 a?os, fue detenido en enero en el aeropuerto de Manises (Valencia). D¨ªas despu¨¦s, la polic¨ªa arrest¨® a otras cuatro personas (tres parientes libaneses y un contacto palestino), a ra¨ªz de una investigaci¨®n iniciada casi un a?o antes, tras la denuncia de una ONG que alert¨® de que varias personas ofrec¨ªan 40.000 euros por donar parte de un h¨ªgado. La operaci¨®n, llevada a cabo por la Brigada Judicial de Valencia, aprovech¨® un viaje m¨¦dico de Akouche, que se alojaba con familiares residentes en Espa?a, para apresarle.
Padre e hijo viajaron en enero a Valencia y, desde all¨ª, a Barcelona para someterse en Barna Cl¨ªnic ¡ªla parte privada del hospital Cl¨ªnic de Barcelona¡ª a unas pruebas de control tras el trasplante que finalmente le realizaron en agosto de 2013. ¡°Fui para hacerme el chequeo y regres¨¦ porque ten¨ªa que trabajar y no pod¨ªa quedarme¡±, explica Al¨ª Hatem en el chal¨¦ familiar en Kharayeb, al sur del L¨ªbano, cuya alcald¨ªa preside su padre. ¡°Mi padre tambi¨¦n viaj¨® porque no pod¨ªan hacerle los an¨¢lisis en L¨ªbano¡±, relata.
La familia Akouche afirma que un abogado les asesor¨® en el proceso
¡°Dicen que estamos comerciando con ¨®rganos¡±, se queja. Va en manga corta, y se arrebuja en un sof¨¢ junto a la chimenea de le?a que preside el sal¨®n, junto a su hermana, Tania Akouche, pasmada a¨²n por la noticia de la detenci¨®n de su padre. Ella le cre¨ªa haciendo turismo en Valencia, y no en libertad con cargos tras entregar su pasaporte a la Polic¨ªa. ¡°Mi padre viaj¨® hasta all¨ª para operarse y todo fue legal. Cuando fuimos a Espa?a lo hicimos con el expediente que recog¨ªa que yo ser¨ªa el donante, pero ten¨ªamos que estar cien por cien seguros¡±, reivindica el mayor de una prole de seis hermanas y dos varones, ¡°Viaj¨¦ desde L¨ªbano para dar mi h¨ªgado a mi padre¡±, insiste.
La familia mantiene que el caso es todo fruto de un ¡°malentendido¡±. ¡°Yo hab¨ªa estado otras veces en Espa?a, ten¨ªa amigos y conocidos all¨ª. Cuando fui con mi padre [por primera vez, en febrero, para someterse a los primeros an¨¢lisis de idoneidad], contact¨¦ con ellos¡±, asegura. ¡°Algunos acudieron a mi padre para ver si pod¨ªan ayudar, se ofrecieron a hacerse las pruebas [para ver si ser¨ªan compatibles], luego lo comentamos con el abogado y supimos que era ilegal en Espa?a si el donante no es un familiar¡±, a?ade. Y sin embargo, la familia acudi¨® despu¨¦s con un ciudadano rumano para operarse en el Cl¨ªnic de Barcelona
Ali dice que fue ¨¦l quien hizo los contactos en Espa?a, no su padre
Hatem Akouche hab¨ªa decidido viajar a Espa?a tras recibir el ultim¨¢tum de sus propios m¨¦dicos en el hospital Hotel Dieu de France en Beirut. Tras meses de radioterapia y tratamiento, el c¨¢ncer que hab¨ªa desarrollado a partir de una cirrosis, y que le diagnosticaron en 2011, se hab¨ªa extendido. Seg¨²n le dijeron, en L¨ªbano no estaban capacitados para realizar el trasplante y no pod¨ªan confirmar que su hijo era un donante v¨¢lido. Consideraron que su h¨ªgado pod¨ªa ser demasiado peque?o ¡ªun trasplante de h¨ªgado a un adulto requiere un 50% del ¨®rgano del donante¡ª. ¡°Contratamos a un abogado para que actuara en Espa?a por poderes; nosotros no conoc¨ªamos nada del proceso, ni el idioma, ni la ley¡±, explica Ali Hatem, el donante final. ¡°Lo hicimos todo mediante el abogado para asegurarnos de que todo estaba bajo la ley¡±.¡°No sab¨ªamos si mi h¨ªgado servir¨ªa. El abogado intent¨® conseguir un ¨®rgano a trav¨¦s del sistema espa?ol [la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes], pero nos dijeron que solo era para espa?oles¡±.
Al¨ª Hatem Akouche asegura que nunca hubo intenci¨®n de pagar nada. Tambi¨¦n cuenta que fue ¨¦l y no su padre quien hizo los contactos en Espa?a. ¡°No ofrecimos dinero a ninguna de las personas que se ofrecieron a ayudarnos. Ninguno pidi¨® dinero¡±, dice.
El dinero de la operaci¨®n, zanja, s¨ª sali¨® de la fortuna familiar, obtenida de las plantaciones de c¨ªtricos y hortalizas en la vega del sur de L¨ªbano, que ahora gestiona el hijo. ¡°Mucho m¨¢s¡± de 150.000 euros que traspas¨® a plazos desde su cuenta en L¨ªbano a Espa?a.
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