Curar las enfermedades de ¡®House¡¯

Nuria Z¨²?iga considera que tuvo ¡°mucha suerte¡± porque solo pasaron cuatro a?os desde que present¨® los primeros s¨ªntomas de lupus hasta que le diagnosticaron la enfermedad. Con 10 a?os estuvo un mes en cama por lo que los m¨¦dicos identificaron como una fiebre reum¨¢tica. Con 14 le salieron en la piel las llamadas alas de mariposa, una lesi¨®n frecuente en enfermos de lupus, y el segundo m¨¦dico al que sus padres le llevaron dio con la tecla.

La dificultad de diagnosticar el lupus y otras enfermedades autoinmunes fue en la ficci¨®n el hilo argumental la serie House y sigue siendo en la vida real uno de los grandes retos de los investigadores, que saben que muchos enfermos tienen que peregrinar de consulta en consulta sin que ning¨²n m¨¦dico les d¨¦ una explicaci¨®n certera a su cansancio, su des¨¢nimo o sus dolores articulares, algunos de los s¨ªntomas m¨¢s habituales de esta enfermedad, pero tambi¨¦n de otras muchas. Mejorar el diagn¨®stico es lo que persigue un estudio liderado por el Centro de Gen¨®mica e Investigaci¨®n Oncol¨®gica de Granada (Genyo) que ha conseguido 22,7 millones de financiaci¨®n p¨²blica y privada, una cifra ins¨®lita en estudios sobre el lupus y excepcional en el escenario cient¨ªfico actual.

El proyecto cuenta con 22,7 millones de euros de fuentes p¨²blicas y privadas

En el proyecto, coordinado por Marta Alarc¨®n Riquelme, investigadora principal en Genyo, trabajan juntas desde hace un mes 28 instituciones de 12 pa¨ªses para crear un mapa molecular de afectados por distintas enfermedades autoinmunes que pueda servir de base para desarrollar nuevos tratamientos. ¡°Las enfermedades autoinmunes se parecen mucho entre s¨ª, tienen caracter¨ªsticas cl¨ªnicas comunes, lo que puede hacer que se tarde hasta seis u ocho a?os en tener un diagn¨®stico¡±, cuenta Alarc¨®n.

Lo que se han propuesto los investigadores es ignorar las divisiones que habitualmente se hacen entre estas enfermedades y buscar perfiles comunes entre quienes las padecen. Para ello reclutar¨¢n al menos a 2.000 pacientes afectados de lupus, esclerodermia (una enfermedad autoinmune caracterizada por un endurecimiento de piel y que puede afectar a ¨®rganos internos), el s¨ªndrome de Sj?gren (que afecta a las gl¨¢ndulas encargadas de producir saliva, l¨¢grimas o secreciones mucosas), artritis reumatoide y el s¨ªndrome antifosfol¨ªpido (estado autoinmune que aumenta el riesgo de trombosis en arterias y venas y complicaciones en el embarazo). Sus perfiles se comparar¨¢n tambi¨¦n con los de 600 individuos sanos para determinar qu¨¦ caracter¨ªsticas moleculares causan estas enfermedades.

¡°Los que estudiamos estas enfermedades siempre hemos visto que hay solapamientos entre ellas, pero nunca hemos podido investigarlo porque no hab¨ªa recursos para hacerlo¡±, cuenta Alarc¨®n. El proyecto ha comenzado en febrero y est¨¢ cofinanciado por la Iniciativa de Medicamentos Innovadores de la Uni¨®n Europea y la Federaci¨®n Europea de Asociaciones e Industrias Farmac¨¦uticas. Del total de 22,7 millones (la parte p¨²blica de financiaci¨®n son 9,9 millones de euros), aproximadamente la mitad viene a Espa?a. ¡°Sin el dinero europeo nuestro equipo estar¨ªa en bancarrota. Tengo a la gente, pero la gente no podr¨ªa trabajar¡±, advierte la investigadora, que lamenta el freno que supone el exceso de burocracia exigido en Espa?a para iniciar un proyecto cient¨ªfico. ¡°Trabaj¨¦ muchos a?os en Suecia y todo m¨¢s simple. Si la cosa fuera m¨¢s sencilla, podr¨ªamos usar mejor el dinero¡±, asegura.

El objetivo es encontrar un mapa molecular com¨²n a todos los afectados

En el proyecto participan los hospitales andaluces Reina Sof¨ªa (C¨®rdoba), San Cecilio (Granada) y el Regional de M¨¢laga; el Cl¨ªnic de Barcelona; y el hospital Marqu¨¦s de Valdecilla de Santander; instituciones como el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), el Instituto de Investigaci¨®n Biom¨¦dica de Bellvitge (Barcelona), el Instituto Karolinska de Suecia y la Universidad de Ginebra; y las empresas Althia, Bayer, Sanofi y UCB, coordinadora de la vertiente farmac¨¦utica.

El equipo espera que los resultados de su investigaci¨®n permitan crear una nueva clasificaci¨®n molecular de las enfermedades autoinmunes, algo que nunca se hab¨ªa intentado antes. Porque uno de los grandes problemas de estas patolog¨ªas es que, adem¨¢s de parecerse mucho entre s¨ª, rara vez hay dos casos iguales y no son extra?os los enfermos que presentan criterios que no han sido diagnosticados de forma definitiva para ninguna de estas dolencias, lo que despista a los m¨¦dicos y desespera a los pacientes.

¡°El principal problema es el tiempo que se pierde¡±, cuenta Nuria Z¨²?iga, de 34 a?os y voluntaria de la asociaci¨®n madrile?a de enfermos de lupus Amelya (www.lupusmadrid.com). ¡°En el lupus, por ejemplo, como la enfermedad va por brotes, si hay un diagn¨®stico err¨®neo puede ser que un brote afecte al ri?¨®n o al coraz¨®n y que cuando se diagnostique ya sea tarde¡±, a?ade la paciente. Si dar con el problema ya es complicado en consultas especializadas, los profesionales de atenci¨®n primaria lo tienen a¨²n m¨¢s dif¨ªcil porque algunos, despu¨¦s de a?os de experiencia, nunca se han encontrado con un paciente afectado por estas enfermedades. Y cuando se lo encuentran, la indefinici¨®n de algunos s¨ªntomas puede llevar a errores. Z¨²?iga recuerda lo que le dijo su m¨¦dico de cabecera una vez: ¡°Estaba muy cansada, falta de fuerzas y de ¨¢nimo y me dijo que me fuera a la playa a tomar el sol, como si fuera un problema psicol¨®gico¡±. A ella su enfermedad le impide trabajar desde hace dos a?os. ¡°A veces solo salir a la farmacia a comprar acaba con tu energ¨ªa de todo el d¨ªa¡±, cuenta.