Capacitados para el sexo
Voluntarios er¨®ticos apoyan a discapacitados que reclaman que no los traten como asexuados Completan a otras alternativas, como asociaciones que forman a prostitutas para asistencias
Francesc Granja recibe en la cama pulsando un mando que abre la puerta de su casa. Vive en un luminoso piso de la Villa Ol¨ªmpica de Barcelona adaptado a la tetraplejia que le caus¨® un accidente de coche hace 20 a?os, cuando regresaba de una reuni¨®n. Suele desplazarse en silla de ruedas, pero hoy unas llagas lo retienen. A su lado est¨¢n Mar¨ªa Clemente, psic¨®loga especializada en neurorehabilitaci¨®n, y Eva, asistente sexual, dos patas fundamentales de Tandem Team, la asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que preside Granja, dedicada a la asistencia sexual de discapacitados mediante voluntarios.
Los tres siguen un debate que se ha generado espont¨¢neamente en torno a otros dos visitantes en la habitaci¨®n de Francesc. ?Hay que tener cuidado con no enamorarse? Conversan Felipe y Lau (ambos, nombres ficticios). Felipe sufre una paraplejia de tercera y cuarta v¨¦rtebra. Lau es la asistente que conoci¨® por medio de Tandem, y defiende con pasi¨®n que los encuentros deben ser sinceros, nunca una ficci¨®n sentimental:
¡ªTengo pareja, pero en el rato que estoy con un usuario se convierte en el hombre de mi vida.
¡ªEs que no hay que ir con miedo ¡ªasiente Felipe¡ª Puedes enamorarte porque est¨¢s muy necesitado, pero tambi¨¦n de la panadera o de cualquiera que te trate bien. Aqu¨ª sabemos los dos en qu¨¦ andamos.
¡ªPero hay que entregarse, porque es una cuesti¨®n de amor, que para m¨ª es lo fundamental.
¡ªEn todo caso ¡ªmedia Mar¨ªa¡ª si detectamos a personas dependientes psicol¨®gicamente les aconsejamos no recurrir a un asistente porque pueden salir heridos.
En el 50% de los casos no hay coito. Muchos quieren ver un cuerpo desnudo o acariciarlo¡±, explica una psic¨®loga
Lau, de 38 a?os, estudi¨® enfermer¨ªa y veterinaria. Imparte talleres de tantra y, cuando una amiga le habl¨® de Francesc y su proyecto, exclam¨®: ¡°Eso es para m¨ª¡±. Su perfil encajaba con el del asistente que busca la asociaci¨®n: experiencia sociosanitaria, sin motivaciones econ¨®micas, una concepci¨®n de la sexualidad no solo genital¡ La entrevistaron sobre los l¨ªmites que se fijaba respecto a pr¨¢cticas sexuales y familias de discapacidades ¡ªalgunos asistentes los establecen en las amputaciones, determinadas complicaciones higi¨¦nicas o rasgos f¨ªsicos impactantes, como los de la acondroplasia (enanismo)¡ª y respondi¨® que ninguno, que depender¨ªa del momento y la persona, ¡°como en cualquier relaci¨®n¡±.
Unos d¨ªas despu¨¦s, Felipe y Lau se vieron para tomar un caf¨¦. Se cayeron bien y se citaron para un encuentro m¨¢s ¨ªntimo. Felipe, de 42 a?os, hab¨ªa tenido desde que est¨¢ en silla de ruedas una relaci¨®n, pero no funcion¨®, y otra vez se acost¨® con una prostituta: ¡°La chica iba con contador, y eso para alguien con mis problemas no funciona¡±. Su experiencia con Lau le ha revivido: ¡°Recuerdas sentimientos que cre¨ªas muertos¡±.
?l es uno de los 45 usuarios de la asociaci¨®n, constituida en octubre de 2013. Igual que tienen m¨¢s demanda masculina, tambi¨¦n se ofrecen m¨¢s voluntarios varones, aunque, tras descartar al 50%, los 15 con los que est¨¢n trabajando guardan un equilibrio entre hombres y mujeres. Adem¨¢s, trabajan con diferentes tendencias sexuales. ¡°Precisamente con el primer usuario nos llevamos una sorpresa¡±, sonr¨ªe Francesc.
Tandem no cobra por poner en contacto a asistentes y usuarios, y recomienda que, en caso de que medie una compensaci¨®n entre ellos, no rebase los 75 euros. ¡°Suele ser de unos 50, porque hay que desplazarse a casa del usuario, aparcar, comer fuera¡¡±, explica Eva. ¡°Pero muchas veces no cobramos: no es la motivaci¨®n¡±. La asociaci¨®n se mantiene de momento con las aportaciones de Francesc (que es profesor de ESADE y recibe una pensi¨®n) y el trabajo voluntario de Mar¨ªa. ¡°Aspiramos a un m¨ªnimo de ingresos para mantener la estructura¡±, explican.
La iniciativa ha generado expectaci¨®n en el colectivo. ¡°A los discapacitados se nos ha considerado angelitos asexuados, pero no es as¨ª¡±, dice Francesc. Hace mucho que existen asistentes y prostitutas que trabajan el campo, pero a escondidas. Mientras, en Europa el debate se ha ido haciendo p¨²blico. El pa¨ªs que m¨¢s lejos ha llegado en reglamentaci¨®n es Suiza, aunque con un modelo que muchos consideran intervencionista, con encuentros mensuales y asistentes certificados con un diploma universitario. B¨¦lgica, donde opera la asociaci¨®n que Tandem toma como modelo, se mueve en una alegalidad muy comprensiva. De una forma u otra, en Dinamarca, Suecia, Holanda y Alemania la asistencia se practica. Y en Francia, pese a que el a?o pasado un Comit¨¦ Nacional de ?tica aconsejara al Gobierno que no la legalizase, la controversia contin¨²a, gracias en parte al ¨¦xito de la pel¨ªcula Intocable.
¡°Hay distintos modelos¡±, explican Esther S¨¢nchez y Mar¨ªa Honrubia, ¡°pero lo fundamental es revelar que el problema existe¡±. S¨¢nchez, enfermera y m¨¢ster en sexolog¨ªa, y Honrubia, psic¨®loga, presiden la Asociaci¨®n Nacional de Salud Sexual y Discapacidad (Anssyd), que el 14 de marzo organiz¨® junto a otra asociaci¨®n (Sex Asistent) el primer curso en Espa?a de acompa?amiento y asistencia sexual. Costaba 100 euros y se dirig¨ªa a ¡°interesados en formarse y ejercer una labor profesional en relaci¨®n con la asistencia sexual¡±. Tuvo 15 inscritos, desde fisioterapeutas a profesionales del sexo. ¡°La formaci¨®n es muy pr¨¢ctica, aclarando en qu¨¦ consiste un servicio: que se pueden encontrar con una persona que lleva un colector, con problemas mentales, c¨®mo reaccionar ante una subida de tensi¨®n¡¡±, cuenta S¨¢nchez.
Por motivos de confidencialidad, Anssyd no accedi¨® a que EL PA?S asistiera a las clases. La asociaci¨®n reconoce que el curso puede resultar controvertido. ¡°Hay un vac¨ªo legal respecto al asistente y su cercan¨ªa a la prostituci¨®n. Pero en el 50% de los casos no hay coito. Muchos usuarios quieren ver un cuerpo desnudo o acariciarlo. Eso es una experiencia alucinante. Incluso hay discapacitados cognitivos que solo quieren afecto f¨ªsico; y, por ley, eso no se lo puede dar un cuidador normal¡±, explica Honrubia.
El camino hasta estas jornadas ha sido duro. ¡°Llevamos 25 a?os como docentes¡±, cuentan, ¡°y solo ahora se nos empieza a reconocer¡±. Durante dos d¨¦cadas las dos profesionales han soportado el recelo de colegas que no cre¨ªan en el objeto de sus investigaciones. Pero en estos a?os se han fraguado la Convenci¨®n de los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU, 2006) o la Ley Org¨¢nica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupci¨®n Voluntaria del Embarazo de 2010 (la reducida popularmente a ley del aborto de Zapatero), que establec¨ªa la necesidad de formar a profesionales y dio p¨¢bulo a la proliferaci¨®n de asociaciones por los derechos sexuales de los discapacitados. Todas esas iniciativas fueron barridas por la crisis.
¡°Existe un mito seg¨²n el cual si hablas de la sexualidad, la despiertas¡±, cuenta S¨¢nchez. ¡°Pero el deseo est¨¢ ah¨ª, silenciado. No te imaginas cu¨¢nto sufrimiento hay escondido¡±. No exageran: personas que no han querido que se publiquen sus nombres narran historias duras: 20 a?os de un matrimonio sin sexo que se mantiene por los hijos, padres que masturban a enfermos mentales¡
No parece que de momento se vayan a encontrar soluciones sencillas a estas barreras. Las primeras viven en los bordes de la ley. En un piso de Barcelona Lau se despide con besos y abrazos de Felipe.
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