La contaminaci¨®n mata a siete millones de personas al a?o, seg¨²n la OMS
La mala calidad del aire es el principal riesgo medioambiental para la salud Uno de cada ocho fallecimientos se relaciona con la exposici¨®n a ambientes contaminados Las enfermedades prevalentes son los ataques cardiacos y los accidentes cerebrovasculares
Si se redujera la contaminaci¨®n, podr¨ªan salvarse millones de vidas. Ese es el mensaje que ayer quiso transmitir la Organizacion Mundial de la Salud (OMS)?al cuantificar las muertes que se producen en el mundo como consecuencia de la exposici¨®n a la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica. Unos siete millones de muertes en 2012 ¡ªuna de cada ocho del total de fallecimientos¡ª se pueden atribuir a la mala calidad del aire, seg¨²n concluye el informe.?La cifra duplica con creces las estimaciones anteriores, de 2008, que atribu¨ªan 3,2 millones de muertes a la poluci¨®n.
¡°Se trata del primer riesgo medioambiental para la salud¡±, se?ala Mar¨ªa Neira, directora del departamento de la OMS de Salud P¨²blica, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud, al tel¨¦fono desde Ginebra. Neira explica que hay que distinguir entre la estimaci¨®n de las muertes provocadas por la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica ¡ª2,6 millones¡ª y las que se atribuyen a la llamada contaminaci¨®n interior: se calcula que 4,3 millones de fallecimientos se deben a la mala calidad del aire dentro del hogar. ¡°Hay casi 3.000 millones de personas en el mundo que todav¨ªa cocinan con fuegos abiertos, estufas de carb¨®n, le?a y biomasa. Esto provoca una combusti¨®n incompleta y esas part¨ªculas las inhalan, sobre todo, mujeres y ni?os. La mortalidad es dram¨¢tica, se trata de un problema muy grave de salud p¨²blica¡±, a?ade.
¡°Desde la OMS queremos proponer que la calidad del aire sea un bien p¨²blico global. Como ciudadano hay cosas que puedes hacer por tu salud, como comer sano o hacer ejercicio, pero hay otras que no dependen de ti, sino de pol¨ªticas de Estado. El aire es una de ellas. La calidad del aire que respiras no depende de las decisiones que tomamos cada uno de nosotros¡±, se?ala Neira. De ah¨ª el estudio. ¡°Hemos hecho un esfuerzo enorme para publicar estos datos, no por curiosidad intelectual, sino para demostrar el impacto en la salud de la contaminaci¨®n. Los ciudadanos deben saberlo para as¨ª poder presionar a los que deciden¡±, concluye.
La OMS insiste en que el problema afecta a todos, tanto a los pa¨ªses en desarrollo como a los desarrollados. ¡°Europa ha hecho grandes avances para reducir la contaminaci¨®n, sobre todo al retirar de las ciudades las grandes industrias, pero a¨²n tenemos problemas, b¨¢sicamente el tr¨¢fico y la forma en la que calentamos o enfriamos nuestros edificios. Es ah¨ª donde tenemos grandes posibilidades de mejora¡±, se?ala Neira. La directiva reconoce que algunas ciudades toman decisiones acertadas, pero a?ade que generalmente reaccionan a episodios puntuales de contaminaci¨®n, como Par¨ªs hace unos d¨ªas, que ahogada por unos niveles alt¨ªsimos de part¨ªculas, decidi¨® restringir la circulaci¨®n por matr¨ªcula par o impar y ofrecer transporte p¨²blico gratuito. ¡°Para cada contaminante hay dos cifras de exposici¨®n m¨¢xima: la anual y la diaria. Ser¨ªa bueno que las ciudades consideraran las mediciones anuales y que pusieran en marcha pol¨ªticas de transporte sostenible: mejorar el transporte p¨²blico, hacerlo m¨¢s accesible, m¨¢s barato, para disuadir el uso del coche privado¡±, a?ade.
El informe de la OMS revela que la contaminaci¨®n es m¨¢s da?ina de lo que se cre¨ªa, y apunta a un v¨ªnculo mucho m¨¢s estrecho entre la exposici¨®n al aire sucio y las enfermedades respiratorias, cardiovasculares, los accidentes cerebrovasculares (ictus) y el c¨¢ncer. Una agencia de la OMS, la que investiga el c¨¢ncer (IARC, en sus siglas en ingl¨¦s), actualiz¨® hace unos meses lo que se conoce como enciclopedia de los cancer¨ªgenos y situ¨® la contaminaci¨®n ambiental en el nivel 1, el m¨¢s alto de la clasificaci¨®n, el de las sustancias sobre las que ya no cabe duda cient¨ªfica. Decenas de trabajos en revistas cient¨ªficas han demostrado la relaci¨®n entre la contaminaci¨®n y el resto de enfermedades cr¨®nicas.
La evaluaci¨®n de la OMS incluye un desglose por enfermedad de las muertes debidas a la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica. La mayor¨ªa se producen por cardiopat¨ªas isqu¨¦micas (40%) y accidentes cerebrovasculares (40%); el resto, por neumopat¨ªas obstructivas cr¨®nicas (11%), c¨¢ncer de pulm¨®n (6%) e infecciones agudas de las v¨ªas respiratorias inferiores en los ni?os (3%). Las estimaciones se han hecho combinando datos de mortalidad, mediciones por sat¨¦lite, vigilancia en tierra, emisiones contaminantes y modelos sobre pautas de desplazamiento de la contaminaci¨®n.
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