C¨®mo leer el espejo del alma
Cient¨ªficos de Ohio codifican los 21 gestos que delatan la emoci¨®n humana El avance enriquece la ciencia del conocimiento y la visi¨®n de los robots
Los estudios de psicolog¨ªa experimental y de visi¨®n artificial han usado hasta ahora seis gestos: felicidad, sorpresa, enfado, tristeza, miedo y asco (alguno lo quiso dejar en cuatro, asociando asco y miedo por un lado y felicidad y sorpresa por otro). El nuevo trabajo de la Universidad de Ohio lo expande a 21 expresiones faciales descifrando una especie de gram¨¢tica de la expresi¨®n facial, con categor¨ªas compuestas como felizmente sorprendido, o tristemente temeroso. Tras analizar la cara de 230 individuos en todas esas tesituras, concluyen que cada una implica una combinaci¨®n distinta de los m¨²sculos de la cara, y que los sistemas de visi¨®n artificial (FACS, facial action coding system) reconocen las siete expresiones b¨¢sicas con 97% de precisi¨®n, y las expresiones compuestas con el 77%. Los resultados son importantes para la investigaci¨®n del conocimiento humano, o cognitiva, la neurolog¨ªa y los sistemas de visi¨®n artificial, incluidas las pr¨®tesis para ciegos (y para que los robots interpreten los gestos de sus interlocutores humanos, o los reproduzcan).
¡°Nuestro trabajo introduce un tipo importante de categor¨ªas emocionales, llamado emociones compuestas¡±, dice Aleix Mart¨ªnez, coautor del estudio y cient¨ªfico cognitivo de los departamentos de Ingenier¨ªa de Computaci¨®n y Ciencias del Cerebro de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus. Estas categor¨ªas compuestas est¨¢n formadas por la combinaci¨®n de dos o m¨¢s categor¨ªas b¨¢sicas ¡ªo cardinales¡ª de respuestas emocionales.
Por ejemplo, la consternaci¨®n puede entenderse como el sentimiento de asco combinado con el de indignaci¨®n, y as¨ª lo demuestran los experimentos de Mart¨ªnez y sus colegas: los indicadores faciales de la consternaci¨®n ¡ªcomo la apertura de los p¨¢rpados o la curvatura de la boca¡ª son, en afecto, una combinaci¨®n de los gestos del asco y el enfado. El odio es una combinaci¨®n de los mismos dos componentes, aunque esta vez con el ¨¦nfasis puesto m¨¢s en el enfado que en la repugnancia.
Los anteriores son casos en que una sola palabra abarca la combinaci¨®n de dos emociones b¨¢sicas (o cardinales). Las m¨¢s de las veces, el gesto combinado (o la emoci¨®n compuesta) requiere combinar tambi¨¦n las palabras que designan a las emociones elementales: felizmente sorprendido, tristemente sorprendido, asqueadamente sorprendido, tristemente atemorizado, tristemente enfadado y as¨ª hasta las 15 emociones compuestas que, a partir de ahora, tendr¨¢n que usar los estudios cognitivos, los psic¨®logos y los robots.
Felicidad, sorpresa, enfado, tristeza, miedo y asco son las bases expresivas
¡°Los resultados¡±, dice Mart¨ªnez, ¡°indican que el repertorio de expresiones faciales que usan t¨ªpicamente los humanos se describe mejor como un conjunto rico de categor¨ªas b¨¢sicas y compuestas que en la forma de un peque?o grupo de elementos b¨¢sicos¡±.
Hay una ley no escrita de la ciencia que se llama la navaja de Ockham. Aunque su formulaci¨®n original por el monje franciscano Guillermo de Ockham, una de las c¨²spides del pensamiento medieval, resulta en extremo espesa y farragosa, no puede negarse a su concepto central una claridad de una ¨ªndole casi brutal: a igualdad de todo lo dem¨¢s, la explicaci¨®n m¨¢s simple suele ser la correcta. Pero el reconocimiento de las caras parece contradecir ese principio, pues no se puede reducir al menor posible sistema de n¨²meros primos emocionales ¡ªfelicidad, sorpresa, enfado, tristeza, miedo y asco¡ª, sino que requiere a?adir a esa tabla peri¨®dica de los sentimientos toda una serie de emociones complejas.
Pero hay un sentido en que 21 puede ser m¨¢s simple que 6: si los 21 gestos faciales complejos son meras combinaciones ¡ªo mejor a¨²n, combinaciones gramaticales¡ª de los seis gestos simples que se han utilizado tradicionalmente, tal vez todo nuestro reconocimiento cerebral de las emociones ¡ªo, al menos de las emociones faciales¡ª pueda reducirse a un peque?o grupo de n¨²meros primos de la expresi¨®n facial, un acervo b¨¢sico cuyas combinaciones den lugar a un caleidoscopio de ademanes, gui?os y muecas que virtualmente lo expresen todo. Al igual que un alfabeto de solo una treintena de signos puede generar un lenguaje entero, y el lenguaje una literatura y las literaturas una historia de la literatura.
Entonces, ?hay una gram¨¢tica del reconocimiento facial? ?Puede uno combinar asco y enfado para producir odio de un modo similar a como uno combina un nombre y un verbo para generar una frase que a su vez puede comportarse como una nueva unidad gramatical?
La Mona Lisa expresa una cosa con los ojos y otra con la boca
¡°Nuestros resultados muestran que el odio se produce y se reconoce como una categor¨ªa emocional independiente del enfado y el asco¡±, responde a este diario el l¨ªder de la investigaci¨®n, el catal¨¢n Aleix Mart¨ªnez. ¡°Tambi¨¦n muestran que tanto el enfado como el asco resultan claramente visibles en la expresi¨®n facial del odio; y aunque sabemos ahora que esas categor¨ªas emocionales est¨¢n representadas en el cerebro, seguimos sin saber c¨®mo se codifican ah¨ª¡±.
Esa laguna del conocimiento es una de las que la investigaci¨®n actual est¨¢ tratando de resolver. ¡°Los resultados preliminares¡±, dice el investigador espa?ol, ¡°parecen indicar que algunas categor¨ªas emocionales se codifican en el cerebro como objetos independientes, mientras que otras se pueden interpretar como elementos m¨¢s b¨¢sicos¡±. Visto lo cual, el reconocimiento facial puede considerarse una gram¨¢tica en algunos aspectos, pero no en todos. En cualquier caso, esto es algo que seguramente puede achacarse tambi¨¦n a la gram¨¢tica propiamente dicha, la de los nombres, los verbos y las oraciones compuestas.
Los elementos del reconocimiento de la emoci¨®n facial no son nombres y verbos, sino par¨¢metros como la forma de los labios y el grado de apertura de los ojos. ?Cabe preguntarse entonces cu¨¢n lejos estamos de explicar cient¨ªficamente la enigm¨¢tica sonrisa de la Mona Lisa? Responde Mart¨ªnez:
¡°La Mona Lisa est¨¢ expresando una emoci¨®n feliz en la zona de la boca, pero no con los ojos; una sonrisa naturalista ¡ªo una sonrisa de Duchenne, como la llaman los cient¨ªficos cognitivos en referencia al estudioso del siglo XIX¡ª implica la contracci¨®n de un grupo de m¨²sculos que arruga la comisura de los ojos, como al entrecerrarlos; tambi¨¦n hay que decir que la expresi¨®n de la Mona Lisa es muy asim¨¦trica. La mitad derecha de la imagen (la mitad izquierda de ella) est¨¢ claramente feliz, no as¨ª la mitad izquierda (la derecha de ella)¡±.
¡°Las expresiones faciales naturalistas, y las que se ponen al posar para la ocasi¨®n afectando alegr¨ªa, se enfatizan en el otro lado, y esto crea una extra?a asimetr¨ªa que no estamos acostumbrados a ver¡±.
Mart¨ªnez estudi¨® en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, y se especializ¨® en Par¨ªs y Purdue (EE UU). Se form¨® en ingenier¨ªa inform¨¢tica y se fue interesando progresivamente en ciencias cognitivas. ¡°En las ciencias cognitivas asumimos que el cerebro es un ordenador¡±, dice, ¡°y nuestra tarea es decodificar los algoritmos que el cerebro usa en las tareas diarias¡±.
Percibir si alguien se siente bien o mal es tal vez el principal de todos ellos.
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