El Papa admite que la reforma de la curia no ser¨¢ f¨¢cil

La novedad es la insistencia. El papa Francisco sigue empe?ado en reformar la curia romana y las finanzas del Vaticano con un objetivo claro: administrar con ¡°transparencia y eficacia¡± los bienes de la Iglesia ¡°con especial atenci¨®n hacia los m¨¢s necesitados¡±. Eso s¨ª, Jorge Mario Bergoglio admite que la faena no es sencilla precisamente y que requiere de grandes dosis de ¡°valent¨ªa y determinaci¨®n¡±. As¨ª se lo advirti¨® ayer a los 15 miembros ¨Cocho cardenales y siete laicos¡ª del Consejo de Econom¨ªa del Vaticano, un ¨®rgano creado por el Papa el pasado 24 de febrero con el fin de orientar y controlar las actividades administrativas y financieras de los distintos dicasterios.

Durante su primera reuni¨®n, celebrada en la Sala de los Papas, Bergoglio fue tajante. No se trata de practicar un retoque aqu¨ª o all¨¢, sino de inculcar una ¡°nueva mentalidad¡± en las distintas Administraciones de la Santa Sede.

¡°Se trata de un desaf¨ªo notable¡±, explic¨® Francisco, ¡°que requiere fidelidad y prudencia. El recorrido no ser¨¢ f¨¢cil y para emprenderlo se necesita valent¨ªa y determinaci¨®n. El motu proprio [el documento papal a trav¨¦s del?cual fue creado el Consejo de Econom¨ªa] subrayaba la conciencia de la Iglesia de su responsabilidad de proteger y gestionar cuidadosamente sus bienes a la luz de su misi¨®n evangelizadora con especial atenci¨®n hacia los m¨¢s necesitados. No debemos salirnos de este camino. Todo, la transparencia y la eficacia, es para esto. Todo es para esto¡­¡±.

El Consejo est¨¢ integrado por ocho cardenales y siete laicos

El Papa tambi¨¦n quiso explicar el porqu¨¦ de la especial configuraci¨®n ¨Cextra?a hasta ahora¡ª del organismo de asesoramiento y vigilancia: ¡°El Consejo representa a la Iglesia universal: ocho cardenales de varias Iglesias particulares y siete laicos que representan a varias partes del mundo y que contribuyen con su experiencia al bien de la Iglesia. Los laicos son miembros de pleno derecho del nuevo Consejo. ?No son miembros de segunda clase, no! Todos sobre el mismo plano. Su trabajo es de gran peso y de gran importancia¡±.

A este respecto, el coordinador del Consejo, el cardenal alem¨¢n Reinhard Marx, explic¨® que los trabajos tendr¨¢n como objetivo acompasar la labor administrativa y econ¨®mica del Vaticano con ¡°los criterios de la doctrina social de la Iglesia cat¨®lica y a los est¨¢ndares ¨¦ticos¡±.

No hay que olvidar que, apenas unas horas despu¨¦s de ser elegido Papa, ante los cientos de periodistas de todo el mundo llegados a Roma para informar de la renuncia de Benedicto XVI y del c¨®nclave, Jorge Mario Bergoglio dijo una frase sobre la que quiso fundar su pontificado: ¡°?C¨®mo desear¨ªa una Iglesia pobre y para los pobres!¡±. No tuvieron que pasar muchos d¨ªas hasta que la realidad demostr¨® de forma grotesca que el camino ser¨ªa dif¨ªcil. La detenci¨®n de Nunzio Scarano, un alto prelado vaticano al que llamaban monse?or 500 por su afici¨®n a los billetes grandes, demostr¨® que el trabajo iba a ser duro y dif¨ªcil. Pero tambi¨¦n sirvi¨® a Francisco para demostrar que la ¨¦poca de proteger a los corruptos ¡ªya lucieran alzacuellos o birretas¡ª hab¨ªa llegado a su fin. El Vaticano dej¨® que las autoridades judiciales italianas dieran buena cuenta de monse?or Scarano y de sus c¨®mplices y Bergoglio, al ser preguntado, fue tajante: ¡°No lo han detenido por ser la beata Imelda¡±.