El suelo urbano de todo el mundo se triplica desde 2000

El mapa m¨¢s detallado hecho jam¨¢s sobre los usos que se dan a la superficie terrestre muestra c¨®mo la urbanizaci¨®n va comiendo terreno a pasos agigantados. En el ¨²ltimo trabajo, el Global Land Cover-SHARE que ha publicado la Organizaci¨®n para la Alimentaci¨®n y la Agricultura de la ONU (FAO), se considera ocupado artificialmente ya el 0,6% del terreno. La propia FAO hace una comparaci¨®n con otro mapa similar, el GLC2000, de hace 14 a?os. Aunque la tecnolog¨ªa ha mejorado mucho y el detalle del nuevo mapa es muy superior, entonces se atribu¨ªa a construcciones humanas el 0,2% de la superficie. Eso quiere decir que en apenas 13 a?os este uso del terreno se ha triplicado.

Para confeccionar el mapa se ha partido de las im¨¢genes de los sat¨¦lites, pero ha hecho falta interpretarlas. John Latham director del proyecto de la FAO, ha aclarado a la web de informaci¨®n cient¨ªfica SciDev que en muchos casos ha habido que cruzar esos datos con los de los propios pa¨ªses, buscando siempre la informaci¨®n m¨¢s exacta (algo que en muchos casos no es f¨¢cil). Por ejemplo, desde el espacio es complicado distinguir si un territorio lo ocupan praderas salvajes o campos de cultivo, o si se trata de una zona de monte bajo. Para verificar las conclusiones, se han hecho m¨¢s de mil visitas a lugares de todo el planeta.

Pese al aumento de poblaci¨®n, los campos de cultivos se reducen

Si el aumento de la superficie construida es grande en t¨¦rminos relativos, en t¨¦rminos absolutos lo es m¨¢s la p¨¦rdida de superficie dedicada a zonas arboladas (bosques o selvas incluidas). Los pulmones del planeta, clave por su absorci¨®n de di¨®xido de carbono y emisi¨®n de ox¨ªgeno, sufren una reducci¨®n continua. En 2000 ocupaban el 29,4% de su superficie; en 2013, hab¨ªa bajado al 27,7%. Pese al descenso, sigue siendo la mayor proporci¨®n entre los 11 usos del terreno catalogados en este mapa (y se supone que en los futuros, ya que, como advierte la FAO, gran parte de la utilidad de este tipo de trabajo es mantener la informaci¨®n actualizada en el tiempo para saber las tendencias).

Igual de preocupante es la otra cara de la moneda. Los terrenos des¨¦rticos o improductivos han aumentado incluso m¨¢s de lo que los bosques han disminuido: han pasado de ocupar el 13,3% de la superficie de la Tierra a representar el 15,2%.

Las zonas polares a¨²n no reflejan el efecto del calentamiento

Curiosamente, pese al aumento de poblaci¨®n registrado en esos 13 a?os (ha pasado de 6.100 millones a 7.200 millones), con las necesidades de alimentos que ellos conlleva, la superficie destinada a cultivos se ha reducido en 3,1 puntos porcentuales, bajando del 15,7% al 12,6%.

De todos los usos del suelo, solo hay uno que se mantiene sin cambios en los 13 a?os que separan los dos mapas: el dedicado a zonas de hielos perpetuos (b¨¢sicamente, las regiones polares, pero tambi¨¦n los glaciares). A pesar del calentamiento, las cifras totales son iguales: el 9,7%. Esto no quiere decir que no haya deshielo por el calentamiento global, sino que este todav¨ªa no afecta a las grandes cifras y, tambi¨¦n, que el mapa mide superficies, pero no vol¨²menes: no es lo mismo una capa de hielo de un kil¨®metro que una de 100 metros.

Por ¨²ltimo, en la parte que se refiere a aguas continentales (lagos, embalses, r¨ªos), humedales y manglares hay un sorprendente aumento: pasan del 1,7% al 2,7%. La FAO no da una explicaci¨®n a este fen¨®meno.

Parte de estas variaciones, advierte la FAO, pueden deberse a diferencias t¨¦cnicas, pero muestran tendencias que indican hacia d¨®nde va el planeta: una Tierra menos verde y con m¨¢s asfalto, hormig¨®n y desiertos.