Ser sostenible da puntos
Las aplicaciones y juegos que incentivan acciones positivas con el medio ambiente tienen partidarios
Una persona abre una lata de at¨²n, la vac¨ªa, y la tira en el cubo de envases lleno. Cierra la bolsa de los envases, sale a la calle y la deposita en el contenedor amarillo. Hasta aqu¨ª, todo normal. La novedad es que al terminar la operaci¨®n, esta persona saca el m¨®vil y registra lo que acaba de hacer en una aplicaci¨®n. ¡°?Cinco puntos!¡±, se?ala la pantalla. ¡°?Has desbloqueado un nuevo reto!¡±. Con una sonrisa, pulsa ¡°Compartir¡± y su puntuaci¨®n se refleja en sus cuentas en las redes sociales.
Cada vez hay m¨¢s aplicaciones inform¨¢ticas que incentivan, a trav¨¦s de sistemas de puntos y premios, el cambiar nuestros comportamientos para hacerlos m¨¢s ecol¨®gicamente sostenibles. Para la consultora Paula Owen, este tipo de programas responde a la necesidad de universalizar esa clase de actitudes. ¡°Casi siempre intentamos incentivar desde el punto de vista del castigo: mostrando las peores consecuencias de nuestras acciones¡±, afirma. ¡°Pero hacer que la gente se sienta culpable solo funciona con determinadas personas. Por desgracia, estamos hablando de un problema tan grande que hay quienes se asustan e ignoran la situaci¨®n¡±.
Seg¨²n Owen, el juego puede ser parte de la soluci¨®n. ¡°El usar un punto de vista positivo nos permite explicar educando¡±, afirma. ¡°Adem¨¢s, la gente, cuando juega, quiere ser mejor que los dem¨¢s. Ninguna explicaci¨®n sobre el medio ambiente que podamos dar incentiva tanto como esto¡±.
Un ejemplo de como el juego puede ser el motor de un comportamiento sostenible se encuentra en una campa?a llevada a cabo en Estocolmo (Suecia) por una firma de autom¨®viles. Un contenedor de reciclaje de vidrio fue dise?ado para dar puntos si los envases se introduc¨ªan de forma adecuada.
Seg¨²n la campa?a, en una tarde un centenar de personas utilizaron el contenedor-juego, mientras que el cubo m¨¢s cercano solo fue visitado por dos personas.
Esta clase de proyectos son conocidos como ludificaci¨®n (gamification en ingl¨¦s). Pero la existencia de una relaci¨®n entre el juego y el aprendizaje, sobre todo en adultos, debe tomarse con cautela. ¡°El considerar que el juego refuerza autom¨¢ticamente nuestro comportamiento es una idea que data del siglo pasado¡±, se?ala Jos¨¦ Luis Linaza, profesor de Psicolog¨ªa del Desarrollo en la Universidad Aut¨®noma de Madrid. ¡°Pero un juego no se puede definir desde fuera. Quien decide que algo es un juego es el propio jugador. Se trata de una actitud hacia la realidad¡±, apunta.
En Torrelodones (Madrid), desde hace algo m¨¢s de un mes se ha puesto en marcha una aplicaci¨®n llamada Torrecicla, que da puntos a los ciudadanos que utilicen los contenedores de reciclaje del municipio. ¡°Nosotros procuramos huir del t¨¦rmino gamificaci¨®n¡±, coincide Javier P¨¦rez, de la consultora Ideinnovaci¨®n, responsable del dise?o del proyecto. ¡°Nosotros no queremos hacer juegos. Lo que hacemos es utilizar componentes de juegos para actividades que no son de juegos¡±.
El proyecto Torrecicla incluye la geolocalizaci¨®n de todos los contenedores de reciclaje de la localidad, lo que permite ver si, efectivamente, el usuario ha depositado los residuos de forma correcta. ¡°Si alguien dice que ha tirado los envases de vidrio en un sitio donde no hay un contenedor para ellos¡±, apunta P¨¦rez, ¡°el programa le va a decir, no, es incorrecto¡±. Pero, insiste, no se trata de castigar al usuario. ¡°Hay que ser positivos con los ciudadanos¡±. Y se?ala: ¡°Aun cuando est¨¢ haciendo trampa, el usuario est¨¢ interactuando con el sistema. Y estamos mand¨¢ndole mensajes diciendo cuales son los comportamientos positivos¡±.
Otro problema es c¨®mo mantener interesado al usuario a largo plazo. ¡°Esto funciona en dos fases: la de enganche y la de progresi¨®n¡±, comenta P¨¦rez. ¡°Al principio se han de poner retos sencillitos que no cuestan mucho trabajo para animar a apuntarse. Cuando se termina, la progresi¨®n implica poner retos m¨¢s complicados.¡± En todo caso, la informaci¨®n obtenida de los usuarios es esencial. ¡°Todo debe irse definiendo con el tiempo. Una gran parte de lo que hacemos tiene un componente de prueba y error¡±.
El programa de Torrelodones es a¨²n muy reciente para tener resultados. Santiago Fern¨¢ndez, concejal de Medio Ambiente, es optimista. ¡°Esperamos que sirva para incentivar el reciclaje¡±, afirma. Aunque puntualiza: ¡°Estas iniciativas nunca pueden ir solas. Todo tiene que formar parte de la pol¨ªtica¡±.
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