El mercado negro de la boticaria

En Palomar de Arroyos (Teruel, 184 habitantes) hay un bar y un modesto supermercado que abre hasta mediod¨ªa -¡°el pueblo no da para m¨¢s¡±, comenta Pilar Ju¨¢rez, la due?a del establecimiento-. Tambi¨¦n hab¨ªa una farmacia, que atend¨ªa a otros tres municipios de la comarca, pero el juez la ha clausurado por tr¨¢fico ilegal de medicamentos. Los vecinos de la localidad a¨²n no se han repuesto de la sorpresa al enterarse de que su peque?a botica era la base de operaciones de un negocio fraudulento dirigido por Amparo, la farmac¨¦utica, ahora en prisi¨®n.

Parec¨ªa una buena persona, pero no sabemos qu¨¦ habr¨¢ hecho Ger¨®nimo Mu?oz, vecino de Palomar de Arroyos

¡°Nos parec¨ªa una buena persona, pero claro, no sabemos lo que habr¨¢ hecho¡±, comenta Ger¨®nimo Mu?oz, de 82 a?os, de paseo junto a su mujer, Silvia Andr¨¦s, de 74. ¡°Con nosotros siempre era muy amable¡±, a?ade. La Guardia Civil precint¨® el establecimiento el viernes de la semana pasada y, desde entonces, no hay m¨¢s tema de conversaci¨®n en la localidad. ¡°Nos quedamos todos a cuadros, anonadados¡±, se?ala Pilar en el supermercado, ¡°ha sido una sorpresa¡±. ¡°Nunca vimos nada raro¡±, interviene Teresa Puerto, una vecina que se ha acercado a comprar el pan. ¡°El trato con ella era muy bueno, pero claro, estamos indignados; encima de la que ha montado, nos deja sin farmacia¡±, a?ade la tendera.

Las investigaciones del equipo de Delincuencia Organizada de la Guardia Civil en Teruel apuntan a que la detenida ped¨ªa f¨¢rmacos a nombre de sus clientes sin su conocimiento, los facturaba al Servicio Aragon¨¦s de Salud y, posteriormente, los revend¨ªa en el mercado negro en una parafarmacia de Enguera (Valencia) de la que era copropietaria. En el momento de su detenci¨®n, los agentes se incautaron de un millar de f¨¢rmacos destinados a la venta fraudulenta.

Unos 500 habitantes de la zona se han quedado sin farmacia. De Palomar, pero tambi¨¦n de Castel de Cabra, Torre de las Arcas y Ca?izar del Olivar, donde la farmac¨¦utica, de 46 a?os, se desplazaba para atender sus recetas. ¡°Me han fastidiado bien¡±, comenta Julio, de 80 a?os, de camino a su peque?a huerta a las afueras de Palomar de Arroyos. En una mano lleva una peque?a azada, en la otra, una voluminosa regadera de pl¨¢stico. ¡°Me tomo al d¨ªa 10 pastillas, tengo todas las enfermedades que hay en el mundo¡±, comenta sin entrar en detalles sobre sus dolencias, ¡°?y ahora qu¨¦ hago?¡±.

La deten¨ªa ped¨ªa f¨¢rmacos a nombre de clientes, los facturaba a la sanidad aragonesa y los revend¨ªa en una parafarmacia de Enguera (Valencia)

¡°Es una situaci¨®n muy lamentable, la mayor¨ªa de los vecinos son mayores y el cierre les obliga a desplazarse para retirar la medicaci¨®n, la farmacia m¨¢s cercana est¨¢ a ocho kil¨®metros, en Escucha¡±, explica Ernestina Ju¨¢rez, de 44 a?os, la alcaldesa de la localidad (PSOE). ¡°Estamos en negociaciones con el departamento de salud de Arag¨®n para que abran un botiqu¨ªn en el pueblo y los pacientes vuelvan a tener un acceso f¨¢cil a medicamentos¡±.

Las investigaciones arrancaron hace tres meses. Fue a partir de las denuncias presentadas ante el departamento de Salud de Arag¨®n por pacientes que al acudir a su farmacia a retirar medicaci¨®n les indicaban que los medicamentos ya se hab¨ªan dispensado en Palomar de Arroyos, donde pasaban las vacaciones.

Por entonces, las autoridades sanitarias ya estaban tras la pista, como relatan fuentes del departamento de salud. Los t¨¦cnicos del Gobierno de Arag¨®n hab¨ªan observado que el volumen de ventas y de resguardos de medicamentos ¨Cel c¨®digo de cart¨®n que recorta el boticario- que enviaban desde la botica para su reembolso por parte de la sanidad p¨²blica aragonesa eran demasiado elevados para tratarse den una peque?a farmacia rural. ¡°Se activ¨® el protocolo ante la sospecha de un fraude a la Seguridad Social y se dio parte a la Guardia Civil, que comenz¨® a investigar el caso¡±, a?aden.

A la farmac¨¦utica se le acusa de un delito contra la salud p¨²blica, falsificaci¨®n de documento publico (de recetas) y estafa al Sistema Aragon¨¦s de Salud

El fraude consist¨ªa en solicitar medicamentos a nombre de pacientes registrados en la farmacia. Tras recortar el c¨®digo de barras, los cupones se remit¨ªan a la sanidad aragonesa para cobrar por ellos. Y los medicamentos, sin su identificaci¨®n, se desviaban al mercado negro, para venderlos en la parafarmacia de Enguera, de forma que cobraban dos veces (a la Administraci¨®n y al cliente que los adquir¨ªa sin receta) por el mismo f¨¢rmaco.

Tras pasar a disposici¨®n del Juzgado n¨²mero 3 de Teruel, a la farmac¨¦utica se le acusa de un delito contra la salud p¨²blica, falsificaci¨®n de documento p¨²blico (las recetas) y estafa al Servicio Aragon¨¦s de Salud. Qued¨® en libertad el lunes tras pagar 40.000 euros. Pero por poco tiempo. Volvi¨® a entrar en la farmacia para retirar medicamentos pese al precinto, seg¨²n fuentes judiciales, por lo que el mi¨¦rcoles, el juez la mand¨® a prisi¨®n acusada de dos delitos m¨¢s: quebrantamiento de medidas cautelares y obstrucci¨®n a la justicia. Su socio en Enguera y dos empleados est¨¢n en libertad bajo fianza.