La NASA da una segunda vida a su telescopio ¡®Kepler¡¯
Los ingenieros han ideado una estrategia para poder apuntar con precisi¨®n el observatorio espacial que qued¨® inoperativo por una aver¨ªa
Pese a tener estropeado un dispositivo esencial para el apunte fino y llevar un a?o inoperativo, el telescopio espacial Kepler todav¨ªa sirve para hacer observaciones astron¨®micas. La NASA ha aprobado una segunda misi¨®n del Kepler, denominada K2, para continuar la b¨²squeda de planetas extrasolares que cumpli¨® con gran ¨¦xito durante cuatro a?os y, adem¨¢s, extender su ¨¢mbito de trabajo a otras ¨¢reas de investigaci¨®n astrof¨ªsica, como c¨²mulos estelares, estrellas j¨®venes y viejas, galaxias activas y supernovas. Eso s¨ª, su campo de visi¨®n cambia, centr¨¢ndose a partir de ahora en regiones de estrellas de la ecl¨ªptica, es decir, del plano imaginario de la ¨®rbita de la Tierra alrededor del Sol, mientras que hasta la aver¨ªa estaba apuntado continuamente a un campo de estrellas espec¨ªfico en la constelaci¨®n del Cisne. La K2 ha sido aprobada tras el informe de evaluaci¨®n favorable de expertos sobre las misiones operativas de la agencia espacial.
Kepler fue dise?ado para buscar planetas extrasolares parecidos a la Tierra que orbiten en torno a su astro en la llamada zona de habitabilidad, es decir, en un rango de distancias tal que en la superficie del planeta la temperatura permita que pueda haber agua en estado l¨ªquido. Para ello observ¨® m¨¢s de 150.000 estrellas intentado detectar ca¨ªdas de luz de alguna de ellas que pudieran indicar que un planeta a su alrededor se est¨¢ cruzando por la l¨ªnea de visi¨®n desde la Tierra. Se denomina t¨¦cnica de tr¨¢nsito. Desde 2009 hasta 2013 cumpli¨® perfectamente su misi¨®n y con los datos de tres a?os de operaci¨®n (los del cuarto est¨¢n a¨²n siendo analizados) descubri¨® 3.538 candidatos a planetas extrasolares, de los que 167 fueron confirmados, cien en la zona de habitabilidad de su estrella y un par de docenas con tama?os inferiores al doble del de la Tierra, seg¨²n reflejan los expertos en su informe.
De las cuatro ruedas de reacci¨®n necesarias para mantener el telescopio apuntado a su campo de estrellas con extremada precisi¨®n, se estrope¨® una en 2012 y otra en 2013. Como necesitaba al menos tres moverse y orientarse, las observaciones tal y como se ven¨ªan haciendo resultaban ya imposibles porque el telescopio necesita contrarrestar el efecto de la presi¨®n solar, los fotones de la estrella, sobre el mismo artefacto en ¨®rbita y orientarse correctamente. Aunque todo parec¨ªa perdido hace un a?o, los cient¨ªficos y los ingenieros no tiraron la toalla y concibieron una nueva estrategia para poder seguir utilizando el Kepler con provecho. ¡°Han desarrollado una forma innovadora para recuperar la estabilidad de apuntado del telescopio maniobr¨¢ndolo de manera que la presi¨®n del viento solar se reparte uniformemente en su superficie¡±, explica la NASA. ¡°Para mantener ese nivel de estabilidad, la orientaci¨®n del telescopio espacial debe ser casi paralela a su recorrido orbital alrededor del Sol¡±. Los especialistas han probado esta estrategia y la calidad de la imagen obtenida es casi la misma que ten¨ªa antes el observatorio.
La misi¨®n Kepler cost¨® 600 millones de d¨®lares (440 millones de euros) y la financiaci¨®n aprobada ahora para la pr¨®rroga, la K2, es de 18 millones de d¨®lares (13 millones de euros) anuales, incluido el an¨¢lisis de datos. La primera campa?a cient¨ªfica de K2 comienza el 30 de mayo, ha anunciado el responsable del proyecto Charles Sobeck, de la NASA.
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