¡°La colmena desaparece en un d¨ªa¡±
Los insectos enfermos vuelan desorientados y se pierden lejos de casa
Una ma?ana lleg¨® y simplemente ya no estaban: ¡°En una noche puedes perderlo todo¡±. Jes¨²s Asorey es el secretario t¨¦cnico de la Asociaci¨®n Gallega de Apicultores, una de las cinco regiones de Espa?a m¨¢s amenazadas por la desaparici¨®n de abejas, seg¨²n Greenpeace. Asorey tiene dos colmenares en Pontevedra, uno sano y otro moribundo, en el que nueve de las diez colmenas ya est¨¢n despobladas. Aunque el enjambre puede desaparecer de un d¨ªa para otro, el proceso comienza mucho antes: ¡°Las abejas entran en la colmena al llegar el invierno con el cuerpo impregnado de pesticidas, se intoxican y, con los primeros rayos primaverales, salen desorientadas y ya no encuentran el camino a casa y mueren¡±.
Desde 1996, el n¨²mero de colmenas ha aumentado un 50%; la producci¨®n de miel, solo un 10%
El sector gallego denuncia que ha perdido el 56% de sus colonias desde el a?o 2000. Los productores apuntan a los pesticidas como?principales causantes de las muertes. La fumigaci¨®n de grandes cultivos, como el ma¨ªz forrajero, es lo que m¨¢s les preocupa. Seg¨²n Greenpeace, el consumo de insecticidas en Espa?a ha aumentado un 56% en los ¨²ltimos 20 a?os. En 2013, la Uni¨®n Europea dio la raz¨®n a los agricultores y prohibi¨® el uso de cuatro pesticidas ¡°clave¡± en la muerte de los insectos. ¡°Gracias a eso, los agricultores tomaron conciencia de un problema que muchos desconoc¨ªan¡±, comenta ?ngel D¨ªaz, apicultor sevillano y responsable del sector en la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). En su zona de cultivo, entre el Guadalquivir y el parque natural de Grazalema, trabaja 600 colmenas. En la d¨¦cada de los ochenta sufri¨® la plaga del par¨¢sito Varroa; despu¨¦s, en 2004, una ca¨ªda de la producci¨®n de miel; y ahora, ¡°el alzh¨¦imer de las abejas¡±, como describe D¨ªaz al fen¨®meno que les impide regresar a las colmenas. En los peores a?os ha llegado a perder a la mitad de sus abejas. No est¨¢ en contra de los insecticidas, no quiere que los agricultores se queden indefensos ante las plagas, pero reclama que no se liberen productos de los que no se conocen sus consecuencias.
El principal fabricante a nivel mundial de estos qu¨ªmicos es la multinacional Bayer, la cual se declara ¡°consciente¡± de la disminuci¨®n de colonias de abejas, pero lo achaca a condiciones clim¨¢ticas y a par¨¢sitos. Los agricultores reconocen que ¡°quiz¨¢¡± los fitosanitarios no matan directamente a las abejas, pero aseguran que llevan 20 a?os, desde que se comercializan estos productos, viendo c¨®mo se debilita el sistema inmunitario de los insectos, haci¨¦ndolos m¨¢s vulnerables, desorient¨¢ndolos y ¡°borr¨¢ndoles la memoria a trav¨¦s de las neurotoxinas¡±.
La multinacional afianza sus conclusiones en el aumento de colmenas. El ¨²ltimo censo, de 2012, registr¨® m¨¢s de 2.500.000, lo que supone un ligero ascenso respecto al a?o anterior (1,4%). Los apicultores reconocen la mejora y la subida en la producci¨®n de miel. Espa?a es el principal fabricante de la Uni¨®n Europea y su censo de colmenas no ha dejado de ascender desde 2006, tras el annus horribilis que vivi¨® el sector. Pero los expertos explican que este aumento no est¨¢ en contradicci¨®n con la disminuci¨®n de la poblaci¨®n de insectos. El n¨²mero de enjambres aumenta porque tambi¨¦n lo hace el porcentaje de apicultores. Estos incentivan la reproducci¨®n de las abejas, pero no impiden que su tasa de mortalidad siga aumentando, del 10% en la d¨¦cada de los ochenta al 20% actual. Desde 1996, el n¨²mero de colmenas ha aumentado un 50%; la producci¨®n de miel, solo un 10%.
Otro factor que maquilla los datos es la divisi¨®n de colmenas. Los apicultores ¡°las multiplican para suplantar las enfermas¡±, intentando as¨ª salvar la colmena y ¡°las subvenciones que reciben y sin las que no pueden mantenerse¡±, explica Asorey. D¨ªaz a?ade que cuando la colmena enferma y no muere ¡°puede ser peor¡± para el productor, porque se vuelve improductiva y requiere mayor inversi¨®n para su recuperaci¨®n.
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