Desarticulada una red que exportaba harinas c¨¢rnicas de manera fraudulenta
El producto est¨¢ prohibido en Europa por su relaci¨®n con el mal de las ¡®vacas locas¡¯
Exportaban a gran escala con un producto vetado a rajatabla en la UE: harinas c¨¢rnicas para piensos animales, prohibidas desde hace 14 a?os por considerarse causantes de la enfermedad de las vacas locas. Un negocio sin escr¨²pulos, con consecuencias peligrosas para la salud p¨²blica, que les report¨® unos 23 millones de euros que acabaron en una cuenta de un banco suizo. La Guardia Civil ha informado este mi¨¦rcoles de la desarticulaci¨®n de esta gran trama y la detenci¨®n de sus tres principales cerebros, adem¨¢s de la imputaci¨®n de otras 68 personas. Se les acusa de delitos contra la salud p¨²blica, falsedad documental, estafa contra la hacienda p¨²blica, contrabando y asociaci¨®n il¨ªcita.
El epicentro de la trama estaba en Minglanilla, una peque?a localidad de la provincia de Cuenca. Hasta all¨ª transportaban subproductos animales (restos de sacrificios, huesos, gallinaza, grasa de pollo y otros residuos c¨¢rnicos) que recog¨ªan de un vertedero compinchado y fabricaban las harinas. De ah¨ª la mercanc¨ªa se enviaba, con la complicidad de una empresa de transportes, al puerto de Valencia y otros de Italia y Chipre para ser exportada a pa¨ªses de fuera de la UE, principalmente Asia y ?frica, camuflada como si fuera abono, fertilizantes o cereales. La red cre¨® una empresa en Chipre para falsificar la documentaci¨®n de la harina y venderla desde all¨ª y fundaron otra compa?¨ªa en Panam¨¢ para emitir facturas. En total, desde 2009 exportaron 139.000 toneladas de un producto que legalmente deber¨ªa haber sido incinerado o tratado en una planta de procesamiento de residuos.
Las harinas c¨¢rnicas, compuestas de residuos animales y huesos procedentes principalmente de mataderos, se utilizaban tradicionalmente para elaborar piensos animales. Pero en el a?o 2000 fueron prohibidas radicalmente en la UE porque se descubri¨® que fueron las causantes de la llamada enfermedad de las vacas locas (encefalopat¨ªa espongiforme bovina), una epidemia detectada hace 30 a?os en ganado de Reino Unido que acab¨® transmiti¨¦ndose a humanos por el consumo de animales afectados. El veto ha logrado erradicar pr¨¢cticamente la enfermedad (en 2013 solo se registraron siete casos en todo el mundo), pero a cambio ha tra¨ªdo otros problemas, entre ellos la aparici¨®n de negocios fraudulentos que intentan aprovechar las toneladas y toneladas de residuos animales que genera diariamente la industria alimentaria y que ya no pueden aprovecharse para fabricar piensos porque deben ser incineradas en Europa o, en el caso de los restos que entra?an menos riesgo, procesadas para su utilizaci¨®n como combustible o abono.
El peligro de las reses carn¨ªvoras
La enfermedad de las vacas locas se considera pr¨¢cticamente erradicada. Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de Sanidad Animal, en 2013 se registraron solo siete casos en el mundo (cuatro en Reino Unido, dos en Francia, uno en Irlanda y otro en Polonia), una cifra que ha ido bajando paulatinamente desde el punto ¨¢lgido de la epidemia a mediados de los noventa, con m¨¢s de 40.000 casos anuales de ganado infectado. ¡°A medida que se han ido reduciendo los casos, la Uni¨®n Europea ha ido suavizado los controles del ganado porque no se pueden hacer tant¨ªsimas inspecciones como se hac¨ªan antes. Pero lo que no se ha suavizado en absoluto es la prohibici¨®n de las harinas c¨¢rnicas en los piensos. Es la fuente del problema y hay que proceder con mucha cautela porque si se abre la mano antes de tiempo el problema se puede volver a descontrolar¡±, explica Juan Jos¨¦ Badiola, presidente del Consejo General de Colegios de Veterinarios de Espa?a y uno de los principales expertos en la enfermedad.
En los ¨²ltimos a?os, no obstante, se han producido conversaciones entre la industria y la UE para estudiar la posibilidad de levantar parcialmente el veto a las harinas c¨¢rnicas en especies no rumiantes (porcino, aves y peces), siempre evitando el canibalismo, pero de momento solo han sido conversaciones y no se ha planteado ninguna modificaci¨®n legislativa.
Las razones no son solo medioambientales, sino econ¨®micas. ¡°Hay que entender que la prohibici¨®n nos obliga a depender de terceros pa¨ªses para alimentar nuestro ganado, porque los principales ingredientes que se utilizan para sustituir a las harinas c¨¢rnicas en los piensos son la soja y el ma¨ªz, de los que Espa?a no es una gran productora¡±, comenta Badiola. Por eso la industria est¨¢ empezando a presionar, una vez que la epidemia parece controlada, para que se empiece a suavizar la legislaci¨®n.
Hace poco m¨¢s de un mes la Guardia Civil detuvo a una docena de directivos, propietarios y trabajadores de varias empresas de transformaci¨®n de subproductos c¨¢rnicos de Andaluc¨ªa, Extremadura y Catalu?a por el presunto uso de harinas prohibidas en la elaboraci¨®n de piensos de animales. El caso, que est¨¢ ahora en los juzgados, ha salpicado a un alto cargo de la Junta de Andaluc¨ªa, el jefe de Sanidad Animal en Sevilla, por excederse en sus funciones y firmar permisos de exportaciones de piensos a Dasy, una de las empresas implicadas en la trama, sin tener esas competencias.
Otro caso reciente es el que destap¨® tambi¨¦n la Guardia Civil en enero del a?o pasado en Galicia. La red estaba formada por varias empresas que trabajaban para Ayuntamientos, cl¨ªnicas veterinarias y mataderos en la recogida de perros abandonados y cad¨¢veres o restos animales y que enviaban parte de estos residuos a una f¨¢brica en Salamanca que fabricaba piensos.
Almudena Ortiz, secretaria ejecutiva de Anagrasa (que agrupa a la mayor¨ªa de las empresas espa?olas que se dedican a la transformaci¨®n de subproductos animales), asegura que el sector sigue a rajatabla la normativa europea y que los casos de fraude son contados. ¡°La picaresca existe, pero ni m¨¢s que en otras actividades. Los controles son rigurosos y si detectamos que alguna empresa ha incumplido la normativa, la expulsamos inmediatamente¡±, afirma.
En la UE se generan m¨¢s de 20 millones de toneladas de desechos c¨¢rnicos al a?o. Espa?a produce 1,6 millones de toneladas anuales en mataderos y unas 350.000 toneladas en explotaciones ganaderas, seg¨²n estimaciones del Ministerio de Agricultura. Este volumen de residuos genera tambi¨¦n un problema medioambiental, porque buena parte de esos restos deben ser incinerados, lo que produce gases contaminantes.
Desde hace a?os la industria est¨¢ invirtiendo dinero para buscar alternativas menos contaminantes y que, de paso, produzcan beneficio. Seg¨²n cifras de Anagrasa, Espa?a ocupa el tercer puesto entre los pa¨ªses europeos en cuanto a volumen de subproductos animales transformados, tan solo por detr¨¢s de Francia y Alemania, con cerca de dos millones de toneladas. Los residuos de m¨¢s bajo riesgo (categor¨ªa 3) pueden utilizarse para la elaboraci¨®n de piensos de animales de compa?¨ªa o ser transformados en biog¨¢s o abono en plantas autorizadas. Los de categor¨ªa 2 tambi¨¦n pueden servir como combustible o abono con un adecuado tratamiento, y los de categor¨ªa 1, que son considerados de alto riesgo (tejidos susceptibles de transportar agentes infecciosos como el cerebro procedente de animales enfermos) no pueden tener otro destino que la incineraci¨®n. Ninguna de las tres categor¨ªas puede usarse para fabricar piensos de animales destinados al consumo humano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.