Iberoam¨¦rica tendr¨¢ un programa Erasmus el curso que viene

Iberoam¨¦rica se ha esforzado desde los noventa en que las clases m¨¢s desfavorecidas accediesen a la Universidad y su nuevo reto ¡ªsin descuidar el primero¡ª es alcanzar m¨¢s calidad. Ello pasa por el intercambio de conocimientos y la movilidad de estudiantes, profesores e investigadores. Por eso en el mes de diciembre los jefes de Estado y de Gobierno del subcontinente, Espa?a y Portugal acordar¨¢n dar forma a su plan de intercambio de estos tres destinatarios. As¨ª lo anunci¨® ayer la nueva secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, en el seno del III Encuentro Internacional de Rectores de Universia (el espacio que potencia un sistema universitario global del Banco Santander).

La intenci¨®n es que 200.000 iberoamericanos entre alumnos, profesores e investigadores hayan disfrutado de una experiencia internacional con este programa en 2020. En el curso 2015-2016 se espera que sean 25.000 estudiantes los pioneros del programa y que estos suban de forma aritm¨¦tica. ¡°No hemos elegido a¨²n el nombre, quiz¨¢ deber¨ªamos organizar un concurso. ?No creen?¡±, ironiz¨® Grynspan. En ¨¦pocas anteriores ya se habl¨® de un Erasmus iberoamericano, pero no con la intenci¨®n pol¨ªtica de ahora. Da idea del sendero trazado que en agosto los ministros de Educaci¨®n iberoamericanos acordar¨¢n en M¨¦xico las becas Pedro Freire, auspiciadas por la Organizaci¨®n de Estados Iberoamericanos (OEI), que permitir¨¢n la movilidad de los maestros y los profesores de secundaria. La idea es que el primer curso se beneficien 1.500 docentes.

El objetivo es que 200.000 personas hayan disfrutado la experiencia en 2020

En un primer paso la idea es que este Erasmus iberoamericano otorgue becas de entre 3.000 y 4.000 euros para estancias de hasta seis meses. En las universidades que incluyan pr¨¢cticas obligatorias para graduarse, estas tambi¨¦n entrar¨¢n en el programa. Y a la larga establecer relaciones con el Erasmus europeo. Grynspan asegura que no quiere centralizar todas las ayudas, sino conseguir el apoyo de instituciones privadas. En 2012 hab¨ªa en Latinoam¨¦rica 20 millones de universitarios, y la intenci¨®n es que se duplique la cifra en el 2025.

No se conoce todav¨ªa con qu¨¦ presupuesto se dotar¨¢ (se calcula que har¨¢n falta 90 millones de euros), pero s¨ª se sabe que la idea es que se involucre tambi¨¦n el sector privado. Las conversaciones con las empresas comienzan ahora, aunque seg¨²n la secretaria son muchas las compa?¨ªas interesadas. Reclama el ¡°respaldo¡± del Santander, aunque hay otros organismos que en los ¨²ltimos a?os han volcado en la Universidad su labor social corporativa. Es el caso de las fundaciones de Telef¨®nica o Slim.

Este Erasmus iberoamericano nunca se hubiese podido plantear sin el crecimiento econ¨®mico de los ¨²ltimos a?os. ¡°Latinoam¨¦rica es una regi¨®n a la que se ve con optimismo, donde casi sin excepci¨®n los pa¨ªses han entrado a la categor¨ªa de pa¨ªses de ingreso medios¡±, record¨® Grynspan. ¡°Varios son ya de ingresos altos y otros son considerados emergentes. En el G20 tenemos a Brasil, M¨¦xico y Argentina¡±. Dos de cada tres universitarios pertenecen a la primera generaci¨®n que accede a la universidad en la familia.

Este anuncio tiene un precedente en la cumbre de Guadalajara (M¨¦xico), en 2010. Entonces, el Banco Santander se comprometi¨® a poner en marcha un programa de movilidad para 15.000 estudiantes y 3.000 profesores de Iberoam¨¦rica durante cuatro a?os. Unos 10.000 alumnos han pasado ya al menos un cuatrimestre en otro pa¨ªs del subcontinente.

Las becas rondar¨¢n los 3.000 euros para estancias de hasta seis meses

El nuevo programa de movilidad es el primer proyecto global de entidad, pero ya existen iniciativas de mucho calado, como el programa Ciencias sin Fronteras de Brasil, que ha ofertado 101.000 becas en cuatro a?os.

Es un proyecto embrionario pero con mucha proyecci¨®n. Su espejo es el Erasmus europeo, que naci¨® en 1987 con apenas unos cientos de estudiantes que no sab¨ªan a qu¨¦ iban y por el que ya han pasado m¨¢s de tres millones. Hoy es el principal motor identitario de Europa.