El hospital Carlos III se prepara para recibir a Miguel Pajares
El centro da el alta y traslada a los pacientes a La Paz de cara al ingreso del religioso
El hospital Carlos III de Madrid ha dado el alta a sus pacientes o los ha trasladado a La Paz, centro del que depende, para poder recibir esta madrugada al sacerdote espa?ol Miguel Pajares, infectado con el virus del ¨¦bola, y a Juliana Boh¨¦, la religiosa que le acompa?a. En la ma?ana del mi¨¦rcoles se cancelaron las consultas m¨¢s pr¨®ximas y no se aceptaron nuevos pacientes. Ambulancias del Summa, el servicio de urgencias de Madrid, movilizaron a los ¨²ltimos enfermos durante la tarde.
Los m¨¦dicos aseguraron que solo se les dio el alta a aquellas personas que pod¨ªan recibirla, pero no han faltado las reclamaciones. Una mujer se acerc¨® indignada al personal sanitario cuando alcanz¨® a ver, a lo lejos, que en una de las ambulancias sub¨ªan a su hermano, ingresado en el Carlos III. "No puede ser que yo venga a visitarlo, como cada tarde, y que no le hayan dicho a la familia que lo iban a cambiar de hospital. Me entero aqu¨ª porque lo veo y porque me dan una bolsa con todas sus cosas", cuenta en el ¨¢rea de estacionamiento.
En cada ambulancia movilizaban a tres o cuatro pacientes, seg¨²n la gravedad de los casos. La mayor¨ªa sal¨ªa del centro en camillas o sillas de ruedas, con bolsas de suero y pijamas. Si el estado del paciente era m¨¢s delicado, no compart¨ªa coche.
Otro hombre lleg¨® en taxi la tarde de este mi¨¦rcoles para recoger a su padre, ingresado el lunes pasado por un problema respiratorio. "Deb¨ªa quedarse aqu¨ª dos d¨ªas m¨¢s, pero lo echan. No puede ser que tenga que abandonar mi trabajo y venir corriendo a ¨²ltima hora por una falta de organizaci¨®n", contaba indignado, mientras su padre gritaba que ha pagado "todos los impuestos".
A Jos¨¦ Carlos Arriba, en cambio, le han permitido escoger: o trasladan a su suegra, de 85 a?os, al hospital de La Paz o le adelantan el alta, prevista inicialmente para el viernes. "Ella tiene un problema para caminar, se marea y se cae constantemente, pero a La Paz no vamos. Ya la hab¨ªamos llevado el 15 de julio, pero hasta el 17 esper¨® sentada en un sill¨®n y jam¨¢s la ingresaron. All¨¢ no volvemos", comenta.
Durante la ma?ana, en el centro se practicaron las cirug¨ªas que hab¨ªan programado previamente. Una de ellas fue la de Carlos Lafuente, de 72 a?os. Le extirparon la ves¨ªcula a las 8.30 y cuatro horas m¨¢s tarde empez¨® a escuchar rumores sobre su traslado. "No entendemos por qu¨¦ no esperaron un poco. Lo pod¨ªan haber operado en La Paz, si lo iban a llevar all¨¢. Es evidente que no sab¨ªan nada, si hasta las enfermeras se enteraban por la radio", asegura Gema Lafuente, su hija. "?l est¨¢ muy fastidiado y nervioso con todo esto. Despu¨¦s de una intervenci¨®n as¨ª, esperas descansar tranquilo y no que te est¨¦n moviendo", a?ade.
Los m¨¦dicos aseguran que solo se les da el alta a aquellos pacientes que pueden recibirla
Los m¨¦dicos que han terminado su turno y empezaban a salir del hospital comentan que ma?ana tienen que ir a La Paz. En el Carlos III trabajar¨¢ personal de la UVI. "El protocolo interno dice que si hay dos personas con una enfermedad de este tipo, el hospital debe ser aislado y es lo que est¨¢n haciendo", cuenta una m¨¦dico de Neumolog¨ªa.
Juan Jos¨¦ Cano, delegado del Sindicato de Enfermer¨ªa, dice que es "inaceptable" la falta de previsi¨®n. "La Consejer¨ªa de Sanidad act¨²a deprisa y corriendo. El Carlos III era el hospital de referencia para enfermedades infecciosas, pero le quitaron la acreditaci¨®n de golpe y porrazo y ahora pasa esto. La sexta planta parece un campo de batalla, trabajan contrarreloj porque el personal no conoce el protocolo", asegura.
El sindicato afirma que se "minimizar¨¢ al m¨¢ximo" el n¨²mero de personas que atender¨¢n a los pacientes. "B¨¢sicamente, un m¨¦dico, dos enfermeras y dos auxiliares, que est¨¢n recibiendo informaci¨®n sobre el protocolo que se seguir¨¢", a?ade.
Fuentes del hospital aseguran que ya est¨¢ habilitada la sexta planta del centro de salud, donde hay habitaciones de presi¨®n negativa (salas en las que no puede salir ni entrar el aire) y de doble acceso. A su vez informan de que ya est¨¢n acondicionando la s¨¦ptima planta. Empleados de la limpieza del hospital aseguran que hay temor entre ellos porque no saben c¨®mo limpiar una zona en contacto con el virus.
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