#masaktach o la lucha contra un cantante marroqu¨ª acusado de violaci¨®n
El ¡®hashtag¡¯ ¡°Yo no me callo¡± intenta que las radios dejen de emitir canciones de Lamjarred, denunciado por tres mujeres
Casi un a?o despu¨¦s de que en Estados Unidos naciera el movimiento #metoo (yo tambi¨¦n) contra las agresiones sexuales, el viento de las reivindicaciones feministas ha germinado en Marruecos. El pasado 18 de septiembre comenz¨® a circular en las redes sociales la campa?a #masaktach, ¡°yo no me callo¡±. Ese ¡°yo¡±, en el ¨¢rabe dialectal de Marruecos revela el g¨¦nero femenino de quien lo pronuncia. El objetivo de la campa?a es que las emisoras de radio dejen de emitir las canciones de Saad Lamjarred, de 33 a?os, tal vez el cantante marroqu¨ª m¨¢s famoso, quien se encuentra preso en Francia, denunciado por tres mujeres por violaci¨®n.
Lamjarred fue detenido en Par¨ªs en 2016 despu¨¦s de que la francesa Laura Prioul, que entonces ten¨ªa 20 a?os, le denunciara por violaci¨®n. El artista no es tan poderoso como el productor Harvey Weinstein, cuyas fechor¨ªas desencadenaron el #metoo, pero contaba y cuenta con millones de admiradores en Marruecos y el mundo ¨¢rabe. En su pa¨ªs contaba, adem¨¢s, con el mejor aliado posible, el propio rey Mohamed VI, quien anunci¨® que correr¨ªa con los gastos de la defensa en Francia y contrat¨® a su propio abogado, Eric Dupond-Moretti. El Palacio Real esgrimi¨® el principio de la presunci¨®n de inocencia para argumentar su decisi¨®n. Posteriormente, el cantante fue denunciado por otras dos mujeres. La ¨²ltima de ellas sucedi¨® el 26 de agosto, cuando Lamjarred se encontraba en libertad provisional. Una semana despu¨¦s, su abogado estrella, Eric Dupond-Moretti, abandon¨® la defensa sin explicar el motivo.
No obstante, Lamjarred sigue contando con muchos defensores en su pa¨ªs. Otro cantante marroqu¨ª muy famoso, Adil El Miloudi, ha declarado: "?l ha violado a dos francesas, yo espero que viole a una tercera". A?cha Del-lero, una de las impulsoras de la campa?a "Yo no me callo" replic¨® en Twitter: "Los cantantes violan y hacen apolog¨ªa de la violaci¨®n, pero al final son ellos quienes tienen el derecho a la palabra".
Tras iniciarse este mes la campa?a contra las canciones de Lamjarred en la radio, la emisora p¨²blica Radio2M ha hecho p¨²blico un comunicado en el que indica que dej¨® de emitirlas desde el inicio de las denuncias ante la justicia francesa. Por su parte, la emisora de m¨²sica m¨¢s escuchada, Hit Radio, anunci¨® que las canciones no se emitir¨¢n m¨¢s hasta que ¡°las mentes se calmen¡±.
El director de la emisora, Younes Boumehdi, declar¨® que un sondeo realizado entre los oyentes la semana pasada revel¨® que la mayor¨ªa quiere que se vuelvan a emitir las canciones de Lamjarred. Una de las feministas m¨¢s conocidas de Marruecos, Betty Lachgar, indic¨® a este diario: ¡°Si vas a cualquier lugar de Marruecos ver¨¢s que todo el mundo sigue escuchando las canciones de Lamjarred. La mayor¨ªa de los j¨®venes las bailan y muchas emisoras las siguen poniendo. Queda a¨²n mucho por hacer para combatir la cultura de la violaci¨®n en este pa¨ªs¡±.
Laura Prioul, la mujer francesa que denunci¨® a Lamjarred por violaci¨®n, dio la bienvenida en Twitter el martes 18 de septiembre a la campa?a para prohibir las canciones de su agresor. Otra internauta le respondi¨®: ¡°Puedo comprender que quieras castigarlo por lo que te ha hecho, pero de ah¨ª a pedir el boicot de sus canciones y su destrucci¨®n total¡¡±. Y Prioul respondi¨®:?¡°Yo no estoy en el origen de ese boicot. Sin embargo, yo no puedo m¨¢s que apoyarlo por respeto a todas las v¨ªctimas obligadas a escuchar a su agresor¡±.
La activista marroqu¨ª Lubna Bensalah cree que la importancia del hashtag #masaktach es que las mujeres no tienen miedo. ¡°Durante mucho tiempo la presi¨®n social nos obligaba a callarnos. Ahora, esta campa?a es un medio de expresi¨®n para todas las mujeres, sean o no activistas¡±.
En cuanto al argumento de que la obra es distinta del artista, Bensalah sostiene: ¡°Yo apoyo la campa?a [para no emitir las canciones en la radio]. Sobre todo, porque la influencia de Saad Lamjarred sobre la juventud es enorme en un sentido negativo. Aunque yo asumo que hay que distinguir la persona de su obra, y yo puedo continuar escuchando las canciones de Frank Sinatra aunque me dijesen que fue un violador. Pero en el caso de Lamjarred, su influencia es actual. Y seguir difundiendo sus canciones es continuar apoy¨¢ndolo. Eso es una forma de inconsciencia por la que terminamos pagando el precio¡±.
A?cha Del-lero esgrime que cuando se habla de un supuesto violador reincidente, sus obras son indisociables de la persona en el inconsciente colectivo. ¡°Cada uno es libre de escuchar las canciones de Saad Lamjarred en la esfera privada, pero las radios son responsables de medir su papel social. Una emisora que acepte difundir las canciones de un artista inculpado por violaci¨®n no hace m¨¢s que reforzar la banalizaci¨®n de un crimen tan grave como la violaci¨®n¡±.
Del-lero concluye: ¡°No hay que olvidar que en los medios marroqu¨ªes no se suele dar la palabra a las mujeres v¨ªctimas de agresiones sexuales. Pero a trav¨¦s de la repetici¨®n de esas canciones en las emisoras ellas son reenviadas hacia sus traumatismos y a toda la sociedad se le da un mensaje claro sobre qui¨¦n tiene la prioridad para hacer escuchar su voz¡±.
El detonante fue la brutal historia de Jadiya
A?cha Del-lero, una de las principales impulsoras de la campa?a #masaktach (Yo no me callo), comenta que la idea de iniciar este movimiento sobrevino tras conocer este verano la historia de Jadiya, la joven de 17 a?os que afirm¨® en un v¨ªdeo haber sido secuestrada, violada y agredida por j¨®venes de su pueblo. "Nos hizo sufrir mucho no solo su historia, sino las reacciones brutales a las que Jadiya ha tenido que enfrentarse tras denunciar a sus agresores".
¡°El lanzamiento de la campa?a¡±, comenta Del-lero, ¡°coincidi¨® con el juicio de Lamjarred. A pesar de estar acusado de violaci¨®n, sus canciones siguen emiti¨¦ndose en las emisoras que m¨¢s escuchan los j¨®venes. As¨ª que la primera acci¨®n de la campa?a fue #LamjarredOut.
Del-lero cree que el hecho de que algunas emisoras se hayan visto obligadas a no emitir esas canciones ya es un ¨¦xito. ¡°Pero la campa?a tiene objetivos que no son a corto plazo, porque implica la puesta en cuesti¨®n de percepciones que dominan en el imaginario colectivo de toda una sociedad. El camino que nos queda es demasiado largo como para poder felicitarnos tan pronto¡±.
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