El juicio sobre nuestra generaci¨®n
Incluso el escenario m¨¢s optimista del cambio clim¨¢tico tendr¨¢ consecuencias devastadoras
Formamos parte de la generaci¨®n que tiene toda la informaci¨®n. Hoy tenemos esa informaci¨®n en nuestras manos: el Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Clim¨¢tico (IPCC, en su acr¨®nimo ingl¨¦s), el mayor ejercicio de investigaci¨®n sobre las consecuencias del calentamiento global, explica que el escenario m¨¢s optimista ¨Cque la temperatura del planeta aumente 1,5 grados cent¨ªgrados¨C tiene consecuencias fatales para la calidad de vida de millones de personas. Y que sobrepasar ese l¨ªmite y llegar a un calentamiento de 2 grados, cuesti¨®n que lamentablemente no podemos obviar, tendr¨¢ efectos m¨¢s graves: el doble de sequ¨ªas, el doble de olas de calor y dos veces m¨¢s extinciones de especies, entre otros.
Los datos son los que son. No se trata de una exageraci¨®n de defensores comprometidos. La historia ser¨¢ implacable con aquellos que, conociendo hoy el alcance de la amenaza clim¨¢tica, no fueron capaces de enfrentar el mayor reto de nuestro era.
En nuestro pa¨ªs, especialmente vulnerable a la subida de las temperaturas, el presente es igual de inflexible, ya que el compromiso de la sociedad espa?ola frente al cambio clim¨¢tico es incontestable, refrendado encuesta tras encuesta y que todos estamos sintiendo a?o tras a?o. Unos a?os que son cada vez m¨¢s c¨¢lidos y que cada vez nos traen m¨¢s sorpresas en forma de fen¨®menos clim¨¢ticos extremos: incendios, inundaciones, sequ¨ªas¡
Sorprende que, en estos ¨²ltimos a?os, el cambio clim¨¢tico no haya formado parte del debate p¨²blico en Espa?a en los t¨¦rminos en los que la cuesti¨®n se merece. Que no se hable, por ejemplo, del riesgo de desertificaci¨®n al que estamos expuestos o de las oportunidades industriales y econ¨®micas que la acci¨®n clim¨¢tica proporciona. Esto debe cambiar de manera urgente. No hay tiempo que perder.
Retrasar la acci¨®n es demasiado caro para contemplarlo siquiera. Es el momento de acelerar la transici¨®n hacia un nuevo modelo de desarrollo bajo en carbono, cambiar la manera en la que producimos y consumimos, los sistemas de energ¨ªa, la forma en que nos movemos o nos alimentamos, e incrementar la protecci¨®n de los ecosistemas y especies, nuestra mejor y m¨¢s barata "infraestructura" frente al cambio clim¨¢tico.
Los compromisos actuales del Acuerdo de Par¨ªs, un hito hist¨®rico que Espa?a ha de defender con u?as y dientes, nos llevan a un calentamiento superior a 1,5 grados. Por eso, el ¨²ltimo informe del IPCC constituye una llamada a la acci¨®n para que los pa¨ªses revisemos esos compromisos al alza en 2020.
El Gobierno recoge el guante lanzado por la ciencia, especialmente la valiosa aportaci¨®n de las y los investigadores espa?oles. Bas¨¢ndose en la evidencia cient¨ªfica, presentar¨¢ en breve un anteproyecto de Ley de Cambio Clim¨¢tico y Transici¨®n Energ¨¦tica y un Plan Nacional Integrado de Energ¨ªa y Clima (2021-2030), con el objetivo de reducir un 20% las emisiones del conjunto de la econom¨ªa espa?ola en 2030 respecto a 1990 y un 90% en 2050, alcanzar la neutralidad en carbono ese a?o, y a poner en marcha antes de finales de a?o una Estrategia de Transici¨®n Justa para que este ineludible proceso de cambio no deje a nadie atr¨¢s. Asimismo, la adaptaci¨®n ¨Ccuesti¨®n en la que Espa?a es pionera¨C tendr¨¢ un papel fundamental.
Activar la gran transformaci¨®n que el IPCC nos sugiere es tambi¨¦n una gran oportunidad para Europa. La acci¨®n clim¨¢tica representa un proyecto de futuro en com¨²n que merece la atenci¨®n del Consejo Europeo. S¨®lo si los l¨ªderes refuerzan sus instrucciones y favorecen la coherencia de las pol¨ªticas dom¨¦sticas podremos tener un marco a la altura de lo necesario.
Debemos dotarnos de un fondo europeo destinado a financiar la transici¨®n energ¨¦tica y la resiliencia a los impactos del cambio clim¨¢tico en los Estados miembros, favoreciendo la penetraci¨®n de renovables, la eficiencia de todo el parque de infraestructuras construido y el despliegue masivo de soluciones de movilidad limpia.
Espa?a debe estar a la altura de este desaf¨ªo. Y este Gobierno quiere favorecer la construcci¨®n de puentes hacia un futuro seguro, con valent¨ªa, responsabilidad y plena solidaridad con los m¨¢s vulnerables. Nuestros hijos no nos perdonar¨¢n no hacerlo.
Teresa Ribera es ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica del Gobierno de Espa?a
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