Uno de cada cinco partos en el mundo ya es por ces¨¢rea

Una de cada cinco embarazadas del mundo da a luz por ces¨¢rea, seg¨²n una serie de art¨ªculos publicados hoy en The Lancet. Este 21%, referido a 2015, es casi el doble que el 12% que se daba en 2000. Entonces, la situaci¨®n del planeta, en su conjunto, se ajustaba a las recomendaciones de los especialistas, con la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) a la cabeza, que consideran que esta pr¨¢ctica solo est¨¢ justificada entre un 10% y un 15% de los casos.

Europa y Am¨¦rica son los continentes con mayores tasas, recoge el art¨ªculo, pero el aumento es general. Aunque esta pr¨¢ctica, por ser m¨¢s compleja que un parto vaginal, "es m¨¢s propia de pa¨ªses ricos", como admite por correo Gerard Visser, de la Universidad de Utrecht, uno de los autores del trabajo.

En Espa?a los datos son del 24% de ces¨¢reas en la sanidad p¨²blica, y del 35% en la privada, seg¨²n Txanton Mart¨ªnez-Astorquiza, presidente de la Sociedad Espa?ola de Ginecolog¨ªa y Obstetricia (SEGO). "Solo en mi comunidad, el Pa¨ªs Vasco, estamos dentro de los l¨ªmites, con el 14%", dice quien se define como quien "m¨¢s predica contra la tendencia alcista" de ces¨¢reas en el mundo.

En el planeta, la zona donde m¨¢s ha crecido el uso de esta pr¨¢ctica es en el sureste asi¨¢tico, seg¨²n el art¨ªculo de The Lancet, donde en 15 a?os las ces¨¢reas han pasado de representar el 7,2% a suponer el 15,1%. Por el contrario, en el ?frica Subsahariana apenas han subido las tasas 1,5 puntos, con el m¨¢ximo en el 6,2% de Sud¨¢frica.

Los datos, sin embargo, no son uniformes. "En Escandinavia y Holanda, son alrededor del 6%; en el sur de Europa, m¨¢s del 30%, con subidas de m¨¢s del 50%", indica Visser. Y estas diferencias se repiten en todos los grandes pa¨ªses, con zonas de China donde las ces¨¢reas se aplican al 4% y otras donde se hacen en el 62%. En India, las diferencias que van del 7% al 49%. En Estados Unidos, el Centro de Control de Enfermedades (CDC) da variaciones del 22,3% en Utah al 38,2% en Misisipi.?

El presidente de los ginec¨®logos espa?oles cree que "el peso de la sociedad lleva a este aumento". Entre las causas que recogen tanto la OMS como el art¨ªculo de The Lancet como la SEGO est¨¢n "el miedo al dolor" y "la conveniencia de m¨¦dicos y mujeres que quieren programar la fecha" del alumbramiento. Mart¨ªnez-Astorquiza a?ade el miedo de los profesionales a los juicios por no haber evitado el dolor o el sufrimiento cuando la paciente lo pide (aunque ha habido al menos un caso en que una mujer en Espa?a denunci¨® al m¨¦dico por practicarle una ces¨¢rea contra su voluntad). Y por ¨²ltimo est¨¢ la creencia de que un parto as¨ª beneficia el beb¨¦.?

"Las ces¨¢reas salvan vidas cuando son necesarias", afirma la OMS, pero se ha demostrado que "las tasas de ces¨¢rea superiores al 10% no est¨¢n asociadas con una reducci¨®n en las tasas de mortalidad materna y neonatal".?? Pero "tiene m¨¢s riesgos que un parto vaginal", a?ade el especialista espa?ol. "Como dice un lema m¨¦dico, si algo no est¨¢ indicado, est¨¢ contraindicado", y se ha visto que "las ces¨¢reas multiplican por seis la mortalidad de la madre" (aunque en parte se deba a que se usan en los partos m¨¢s complicados), "hay riesgo de adherencias" que pueden complicar futuros embarazos porque el sistema reproductor queda afectado y "puede dejar secuelas de dolor p¨¦lvico e infecciones".

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Pero tampoco el ni?o sale beneficiado. "Pasar por el canal del parto es bueno para que el beb¨¦ madure porque se produce un poco de estr¨¦s y entra en contacto con las bacterias de su madre", dice el m¨¦dico espa?ol.

Visser a?ade otras complicaciones: "Hay m¨¢s riesgo de partos prematuros en el futuro, y se ha visto que los ni?os tienen a largo plazo entre un 20% a 25% mayor incidencia de diabetes, asma y sobrepeso, aparte de diferencias en el desarrollo de su sistema inmunitario por la diferente colonizaci¨®n de su tracto gastrointestinal", ya que no hereda las bacterias de la madre.

El resultado de este auge de las ces¨¢reas, a?ade el especilista holand¨¦s, es que los m¨¦dicos la ofrecen en cuanto se enfrentan a alg¨²n problema en el parto, por lo que cada vez practican menos con situaciones complicadas, con lo que cada vez recurrir¨¢n m¨¢s a las ces¨¢reas en una pescadilla que se muerde la cola.

Establecido el problema, el tema de las soluciones es m¨¢s complicado. Mart¨ªnez-Astorquiza se?ala que lo principal es que "la ces¨¢rea no sea a demanda de las mujeres, y seguir los protocolos. Si el ni?o viene de nalgas, hay t¨¦cnicas para darle la vuelta", apunta.

El Ministerio de Sanidad espa?ol se?al¨® ayer a trav¨¦s de un portavoz que es "consciente del problema", y que est¨¢n "actualizando la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva, que incluye un plan de atenci¨®n al parto normal".

Precisamente el jueves la Organizaci¨®n Mundial de la Salud public¨® un documento sobre este asunto en el que expon¨ªa recomendaciones para frenar esta tendencia. En ¨¦l se incluyen actuaciones con la mujer (formaci¨®n y clases de preparaci¨®n para el parto, psicoeducaci¨®n y formar a las enfermeras ent¨¦cnicas psicol¨®gicas de relajaci¨®n), recomendaciones para actuar con los profesionales (desde que tengan que pedir una segunda opini¨®n antes de realizar una ces¨¢rea a que tengan que justificarlas a posteriori) y otras organizativas (que haya una colaboraci¨®n obstetra-matrona). Eso s¨ª, la mayor¨ªa de estas ideas no hab¨ªan demostrado un gran impacto o los ensayos existentes son muy limitados.

Tanto la OMS como Visser y Mart¨ªnez-Astorquiza hacen menci¨®n a otro aspecto: el de las remuneraciones a los m¨¦dicos. Astorquiza se?ala que ya muchas aseguradoras pagan igual al profesional por un parto natural y una ces¨¢rea, que es lo que? recomienda la OMS. Pero Visser apunta que eso no es as¨ª en muchos lugares fuera de Europa.