Mabel Lozano: ¡°El putero no compra sexo, sino dominio y sumisi¨®n¡±
La directora denuncia el infierno de la trata en su documental 'El proxeneta' y sale "del armario de la menopausia" y el tab¨² del sexo femenino despu¨¦s de los 50
Ametralla m¨¢s que habla y con munici¨®n gruesa. Adem¨¢s del consabido ¡°todos y todas¡±, Mabel Lozano gasta un verbo torrencial e inclusivo hasta en los exabruptos. As¨ª, est¨¢ ¡°hasta los cojones¡± de una larga serie de cosas y califica de ¡°co?azo¡± otra no menos extensa. Nos vemos en la sala donde, en nada, se estrena El proxeneta, su documental sobre las mafias de la prostituci¨®n en Espa?a, y la se?ora directora tiene grandes expectativas al respecto. ¡°Si de aqu¨ª no sale una ley contra la trata, es que no hay voluntad pol¨ªtica¡±, clama. Sus hijos, mellizos, chica y chico de 17 a?os, andan por la trastienda entre pol¨ªticos, polic¨ªas, prostitutas y periodistas que han venido a ver la en¨¦sima incursi¨®n de su madre en un mundo tan s¨®rdido como, probablemente, confortable es el suyo.
Qu¨¦ ganas tiene de complicarse la vida teni¨¦ndola resuelta.
Adoro los charcos desde ni?a.
M¨¢s que los charcos, el barro.
El lodo, s¨ª. Pero en el lodo es donde se descubre lo que se quiere mantener oculto, y hay que arremangarse de vez en cuando.
Pero lo suyo casi parece una misi¨®n, una cruzada personal.
No, eso suena evang¨¦lico. Lo hago porque me sale de las tripas. Ese es el error, confundir esto con un asunto de moralidad. Me llaman feminazi y cat¨®lica. Bien: feminazi, quiz¨¢; cat¨®lica, cero. Esto no va de moralidad, va de derechos humanos. La trata es delito.
Y si le digo que quiero ser prostituta libremente. ?Qu¨¦ me dice?
Azote de chulos
Hace ya lustros que Mabel Lozano (Villaluenga de la Sagra, Toledo, 1967) dej¨® de posar ante la c¨¢mara y se puso detr¨¢s para denunciar la trata y la prostituci¨®n. Ahora estrena 'El proxeneta', la vida de un tratante de mujeres que cuenta su miseria mirando a c¨¢mara.
Que lo seas, que te des de alta y cotices para ayudar a pagar el colegio de mis hijos. Que te pongas en la calle y veas cu¨¢nto tarda alguien en pedirte dinero. Casi todas las putas son mujeres prostituidas y explotadas. Si eres libre, mayor de edad, y no tienes proxeneta, puedes hacer lo que quieras, no estamos hablando de eso.
Hay hasta taxis con licencia patrocinados por prost¨ªbulos.
Y fiestas patronales. Una vez, en una radio, me pusieron una publicidad de un puticlub. Pens¨¦ que era para comentarla, pero no, era quien financiaba el programa. La prostituci¨®n est¨¢ tan normalizada que ni nos damos cuenta.
El ¡°invitar a putas¡± sale hasta en los sumarios de corrupci¨®n.
En los burdeles se cierran negocios, se acaba una noche de fiesta, se celebra que alguien se casa enamorado y, adem¨¢s, se explotan y compran y venden mujeres.?Los machirulos lo saben y se tapan y se jalean unos a otros. Hay una especie de ¡°machirulidad¡±, una hermandad de machirulos al respecto. La revoluci¨®n pendiente es que los no puteros salgan de esa cobard¨ªa y denuncien y se?alen al resto de la manada.
Porque las putas son las otras.
Claro. Ni sus madres ni sus hermanas ni sus novias, ni mucho menos sus hijas. Son cosas que compran. Porque el putero no compra sexo, compra dominio y sumisi¨®n. Eso no es sexualidad.
?Qu¨¦ siente por el proxeneta confeso y convicto que le cont¨® su vida y delitos con pelos y se?ales?
No le juzgo, ya lo hizo la justicia. Pienso que todo el mundo merece una segunda oportunidad. Somos hasta amigos. ?l ha sido valiente. ?l ha roto un c¨®digo. El de la delincuencia. ?l se juega el tipo al se?alar a jueces, abogados, pol¨ªticos, testaferros. Yo, no. Yo no soy delincuente, soy cineasta.
Y, antes, modelo y actriz.
Jaja. Cuando lee u oye eso, mi hijo me dice: "Pero, mam¨¢, qu¨¦ verg¨¹enza que a¨²n digan que eres modelo, con lo vieja que eres".
?Qu¨¦ rico! Los hijos nos ponen en nuestro sitio. ?Cu¨¢l es el suyo?
Soy directora de cine social. Pero tendr¨¦ 320 a?os y seguir¨¢n con lo de modelo y actriz. Y mi hijo se seguir¨¢ muriendo de verg¨¹enza.
Cont¨® en p¨²blico este verano que se hizo un ¡°rejuvenecimiento vaginal¡±. ?Me lo recomienda? Jaja. S¨ª, es un l¨¢ser que tonifica y evita otros problemas como la incontinencia. Lo he dicho porque no me importa normalizar el tema. El pelo envejece, la piel envejece, la vagina, tambi¨¦n. Son cosas que nos pasan a las mujeres.
La famosa invisibilidad de las mujeres de 50. ?La padece?
Estoy en ello, pero ya me visibilizo yo sola. Tengo la menopausia, y soy abolicionista de la prostituci¨®n y soy del Atleti. No s¨¦ de qu¨¦ m¨¢s armarios puedo salir. Todo lo que tiene que ver con la sexualidad de las mujeres se convierte en tab¨². A muchas les da pudor hablar porque nos han ense?ado que eso significa que, al ser mayor, ya no puedes procrear, follar, etc¨¦tera, y somos como ciudadanas de tercera. Se supone que somos seres asexuales. Pues no, hacemos de todo, se?ores.
Y le gustan los se?ores, sospecho.
Pero ?c¨®mo! Amo a los hombres. Lo que no me gusta es el machismo, el patriarcado hegem¨®nico, que es contra lo que lucho. Y para eso tambi¨¦n les necesitamos a ellos con nosotras.
Su hijo se r¨ªe de que la llamen modelo a su edad. Pero, ?cree usted ser un modelo para su hija?
Mi hija es una feminista comprometida y m¨¢s ilustrada de lo que yo he sido nunca, pero tambi¨¦n le parezco un co?azo. Nosotras hemos heredado los roles de nuestras madres y encima hemos incorporado la vida profesional. Por un lado, a nuestras hijas les asusta nuestra vida enloquecida. Ah, y conciliamos. Que eso no se lo pregunt¨¢is a los hombres.
Yo no le he preguntado nada.
Jaja. Cierto, ya lo digo yo sola.
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