¡°No hay paz sostenible si no hay mujeres en el proceso¡±

Las mujeres representan, junto a sus hijos, el 75% de las v¨ªctimas que huyen de su casa para buscar refugio en otro pa¨ªs en caso de conflicto b¨¦lico. Tambi¨¦n son las que sufren, principalmente, abusos sexuales en tiempos de guerra y las primeras en tener que dejar la escuela. Y sin embargo, su voz queda ahogada por la de los hombres antes, durante y despu¨¦s de cada contienda. ¡°No podemos hablar de una paz sostenible si no incluimos a las mujeres en el proceso¡±. As¨ª se expresa Clare Hutchinson,? Alta Representante para Mujeres, Paz y Seguridad de la OTAN.

Canadiense de origen brit¨¢nico, Hutchinson hab¨ªa trabajado durante una d¨¦cada en la ONU en ese mismo terreno. Su tarea no es solo velar por aumentar el peso de las mujeres en las fuerzas armadas, que es solo del 12%. ¡°No es suficiente¡±, admite. ¡°El marco de trabajo es muy amplio e incluye elementos de seguridad. Desde la oficina y yo misma supervisamos asuntos que van desde qu¨¦ ocurre con los ni?os en un conflicto, la violencia sexual, el tr¨¢fico de seres humanos, la protecci¨®n cultural¡­¡±, desgrana.

El debate sobre la desigualdad no lleg¨® al Consejo de Seguridad de la ONU hasta el a?o 2000. Entonces se adopt¨® la resoluci¨®n 1325 sobre Mujeres, Paz y Seguridad, que aborda tres ¨¢mbitos: la protecci¨®n, la participaci¨®n y la prevenci¨®n. ¡°Desde entonces ha habido un enorme progreso¡±, se?ala. El gobierno afgano, por ejemplo, condiciona hoy un eventual acuerdo de paz con los talibanes al respeto de los derechos de las mujeres. ¡°Nunca hubi¨¦ramos tenidos esta conversaci¨®n antes de 2000¡±, admite Hutchinson, quien aun as¨ª advierte: ¡°No solo es una cuesti¨®n de derechos. Estamos hablando de paz y seguridad¡±.

Hutchinson se encarga de que la OTAN cumpla los preceptos que marca la ONU. Su misi¨®n, cuenta, es que la mujer est¨¦ en el centro de las decisiones que se toman desde la prevenci¨®n del conflicto hasta, si este acaba materializ¨¢ndose, su resoluci¨®n. La participaci¨®n, sostiene, es un factor clave. ¡°La desigualdad, aunque no sea percibida, ya es por s¨ª misma un fundamento del conflicto. Cuando hay mujeres que no tienen acceso, en especial en ¨¢reas como la violencia sexual, a la justicia, ni hay medios, ni derechos, hay un problema¡±. Eso tiene mucho que ver con la ¡°gran brecha¡± que persiste en los gobiernos y los Parlamentos.

Y ah¨ª Hutchinson pone de nuevo el foco en la OTAN. Tal vez las mujeres no est¨¢n en las instituciones, pero hay que buscarlas en la sociedad civil. Para empezar, pide incrementar el n¨²mero de ¡°mujeres desplegadas en sus actividades" hasta al menos el 20% de las fuerzas, como pide la ONU. En una reciente jornada organizada en Madrid por Canad¨¢, la Alta representante ya avanz¨® que la OTAN prepara un plan contra los abusos sexuales en los pa¨ªses en los que tiene fuerzas.

Pero su misi¨®n debe ir m¨¢s all¨¢. En cualquier despliegue de la Alianza, sus efectivos deben ¡°identificar a la sociedad civil y escuchar las voces de las mujeres directamente¡±. ¡°Si no las incluimos, sobre todo en ¨¢reas en las que requerimos de su direcci¨®n, estamos fracasando en el intento de entender qu¨¦ necesitan las comunidades¡±, se?ala. Y adem¨¢s, se corre el riesgo de que caigan en manos del extremismo. Los grupos terroristas, seg¨²n la ONU, ya tienen entre un 20% y un 30% de mujeres en sus filas.

El feminismo y el uso de la fuerza

Los empe?os de Hutchinson tambi¨¦n consisten en situar la voz de la mujer en la resoluci¨®n del conflicto. ¡°Son las mujeres quienes lideran la reconstituci¨®n de las sociedades¡±, recuerda. Y sin embargo, las cifras son m¨¢s que contundentes: solo el 2% de los mediadores, el 8% de los negociadores y el 5% de los firmantes han sido mujeres. ¡°Est¨¢ probado emp¨ªricamente. Hay un 35% de posibilidades de que un acuerdo de paz dure m¨¢s de dos a?os si las mujeres est¨¢n incluidas en ¨¦l¡±, se?ala.

Hutchinson se considera feminista. Y no cree que serlo est¨¦ re?ido con la defensa del uso armado de la fuerza. Admite que mucha gente defiende que s¨ª lo est¨¢. ¡°Yo no. Soy feminista y trabajo en el feminismo, que es igualdad¡±, dice con rotundidad. ¡°Yo pertenezco a una escuela que apela a que la igualdad es esencial¡±, a?ade Hutchinson, que reivindica los tres pilares de su programa. ¡°Est¨¢n muy relacionados con los valores del feminismo: integraci¨®n, inclusi¨®n e integridad¡±.

Tampoco cree que su cargo dejar¨ªa de tener sentido si quien liderara la Alianza fuera una mujer. ¡°La OTAN ha puesto este cargo, que es ¨²nico, en el nivel m¨¢s alto. Mi jefe directo es el director general. Y este es un asunto y un mandato clave para ¨¦l. Los hombres deben ser parte de la agenda. Es importante que las mujeres ocupen altas responsabilidades, pero tambi¨¦n que su voz est¨¦ en la pol¨ªtica de seguridad y defensa¡±, argumenta la Alta Representante. Al fin y al cabo, concluye, no est¨¢ lidiando con ¡°un asunto de mujeres¡±. ¡°Es de toda la sociedad, de defensa, de seguridad, de humanitarismo, de paz¡±. ¡°La clave del ¨¦xito¡±, concluye, ¡°no es siempre incrementar el n¨²mero de mujeres¡±, que tambi¨¦n. Se trata de ¡°impulsar pol¨ªticas para que sean aplicables a todo el mundo en t¨¦rminos de igualdad¡±. Y ese es su trabajo.