La ecolog¨ªa y el animalismo ponen la caza en el punto de mira
La actividad cineg¨¦tica entra de lleno en la refriega pol¨ªtica que busca los votos de aficionados y detractores
La controversia a favor o en contra de la caza ha salido del debate social para aterrizar en las altas esferas pol¨ªticas alentada por las declaraciones de la ministra de Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, a favor de prohibirla junto a los toros. Los cazadores, at¨®nitos, porque consideraban que el Ejecutivo socialista apoyaba su actividad, respondieron con una dura carta abierta firmada por el presidente de la Fundaci¨®n Artemisan, Luis Fern¨¢ndez, en la que se tacha a Ribera de ¡°irresponsable e ignorante¡±. El ministro de Fomento, Jos¨¦ Luis ?balos, sali¨® en defensa de su compa?era el domingo pasado y catalog¨® de ¡°casposa¡± a una Espa?a en la que todos tienen que ser ¡°cazadores o toreros¡±.
El PP, partido tradicionalmente a favor de ambas actividades, no se hizo esperar y Pablo Casado respondi¨® el lunes defendiendo los toros, la caza y la pesca en una conferencia. En este escenario, el diputado popular ??igo M¨¦ndez de Vigo ha preguntado hoy en el pleno del Congreso a Jos¨¦ Guirao, ministro de Cultura y Deportes, sobre la posici¨®n del PSOE al respecto. Guirao ha contestado que las declaraciones de la ministra se hicieron a t¨ªtulo personal y que el Gobierno "no va a suprimir los toros". La pol¨¦mica se ha desatado despu¨¦s de que VOX se mostrara abiertamente a favor de la caza en la campa?a electoral andaluza, de la que tanto r¨¦dito sac¨®, con mitin incluido en C¨®rdoba.
Los cazadores son conscientes de que la sensibilidad social hacia la actividad cineg¨¦tica ha cambiado. Que ya no est¨¢ bien vista. Juan Delibes de Castro, bi¨®logo, cazador y responsable del canal televisivo Caza y Pesca durante 15 a?os, est¨¢ de acuerdo en que se entiende peor ¡°seguramente porque la sociedad se ha vuelto muy urbanita y se ha alejado del campo¡±. Recuerda que cuando era peque?o a los chicos que sal¨ªan de caza en el pueblo, entre los que se encontraba ¨¦l, y consegu¨ªan alguna pieza como una perdiz se les trataba como h¨¦roes. ¡°Ahora eres un asesino, que disfrutas matando¡±, puntualiza. Una de las mentiras de las que se queja es la que apunta a los cazadores como personas que abandonan a sus perros. ¡°Hay alg¨²n descerebrado como en todos los lados, pero es una minor¨ªa¡±, comenta.
La ca¨ªda de licencias -¡ªde 1,4 millones en 1990 a 826.777 en 2016¡ª muestra una afici¨®n a la baja, que adem¨¢s se enfrenta con un escaso relevo generacional al no ser una actividad que atraiga a los j¨®venes. A¨²n as¨ª, el n¨²mero de capturas ascendi¨® a 22 millones en 2016, de los cuales el 3% fueron de caza mayor y el 97% de caza menor. Ese a?o, se liberaron 2,2 millones de animales de caza mayor y menor criados en granjas para reforzar la caza en los lugares donde se celebran cacer¨ªas. De ellos, 1,8 millones fueron perdices.De las que ya no quedan casi salvajes, como constata Fernando Mart¨ªnez, cazador de 68 a?os."He ido entre 25 y 30 veces este a?o y m¨¢s de la mitad de ellas he regresado sin ninguna", explica. Asegura que tanto ¨¦l como sus compa?eros son conscientes del estado de la especie y si ven que no hay casi ninguna, dejan de cazarlas, aunque tengan permiso para capturar 20.
Mart¨ªnez se reconoce en la vieja escuela, en esa que consist¨ªa en seguir a su padre por el campo "busc¨¢ndonos la vida y pateando el coto". Aunque de vez en cuando participa en alg¨²n ojeo, que consiste en batir un terreno por ojeadores sin perros para asustar a los animales y dirigirlos a una l¨ªnea de cazadores guarecidos en puestos, o se desplaza a otros pa¨ªses para batir otras piezas. ?l tambi¨¦n ha percibido la creciente presi¨®n contra el colectivo. "Se nota que est¨¢ peor visto. Hay ciclistas que se creen que todo es suyo, pero no se dan cuenta de que est¨¢n en cotos y que tenemos todo el derecho a cazar all¨ª", comenta.
El presidente de la Real Federaci¨®n Espa?ola de Caza (RFEC), ?ngel L¨®pez Maraver, asegura que ¡°desde hace dos a?os la caza est¨¢ sometida a una persecuci¨®n radical diaria y continuada¡±. El bombardeo, a?ade, se produce sobre todo en las redes sociales ¡°en las que se nos maltrata constantemente, se nos trata de asesinos, de b¨¢rbaros, pero es una actividad legal y reglada¡±. Maraver defiende la caza, adem¨¢s de como motor econ¨®mico, como herramienta fundamental para la gesti¨®n de un ecosistema ¡°absolutamente afectado por el hombre¡±. En Espa?a el 87% del territorio est¨¢ declarado territorio cineg¨¦tico (43,8 millones de hect¨¢reas divididas en 32.817 cotos, de estos el 82,6% son privados). El sector mueve 6.765 millones y mantiene 186.758 empleos anuales, indica el informe Impacto Econ¨®mico y Social de la Caza en Espa?a, elaborado por Deloitte con datos de 2015 para la Fundaci¨®n Artemisan, en la que participa la RFEC.
Las asociaciones conservacionistas y el Partido Animalista (PACMA), en el polo opuesto, critican una actividad, que ¡°se sustenta ¨²nicamente sobre la apetencia de un limitado colectivo de personas que disfruta por el simple hecho de matar animales¡±, sostienen desde Ecologistas en Acci¨®n. ¡°Lo que est¨¢ ocurriendo ahora es solo la punta del iceberg de un problema que se larva desde hace a?os¡±, explica Miguel ?ngel Hern¨¢ndez, experto en especies de la ONG. La pol¨¦mica se debe, en su opini¨®n, al cambio de mentalidad que se est¨¢ produciendo en la percepci¨®n social de la relaci¨®n con los animales ¡°de mayor respeto¡±.
Silvia Baquero, presidenta de PACMA, se muestra satisfecha porque considera ¡°muy importante¡± que el debate para prohibir la caza y los toros - pilar de su programa electoral -? se haya incorporado a la agenda pol¨ªtica de otros partidos. Aunque haya sido, en su opini¨®n, porque ¡°PP y PSOE se han echado al monte a cazar votos, arrastrados por VOX y por un inter¨¦s electoralista¡±. Baquero sostiene que VOX detect¨® la tendencia y ¡°al envolverse en esa bandera se ha generado respuesta¡±. El partido todav¨ªa no ha conseguido representaci¨®n parlamentaria, pero en las ¨²ltimas elecciones obtuvo 286.702 votos para el Congreso y 1.213.871 para el Senado.
Hern¨¢ndez asegura que han intentado tender puentes con el sector cineg¨¦tico. ¡°Buscamos sobre todo que su actuaci¨®n fuera m¨¢s sostenible y que se moderara", concreta. Pero, ¡°lo cierto es que la caza se ha ido orientando a un modelo cada vez m¨¢s intensivo, m¨¢s intervencionista sobre h¨¢bitats y especies, con fincas en las que se sueltan piezas que proceden de granjas para que nadie se vaya sin su trofeo¡±. Y es ah¨ª, donde el ecologista sit¨²a el foco del problema. El presidente de la RFEC se desmarca de ese tipo de caza: ¡°Eso no pertenece a la gesti¨®n de la caza es un m¨¦todo de producci¨®n que genera unos ingresos dentro del mundo rural y por la venta de carne¡±. Pero, mientras sea ¡°legal no tenemos nada que decir¡±.
Eduardo Zapata cr¨ªa perdices en Mendigorria (Navarra). "Unas 300.000 al a?o", concreta, que vende a los cotos, sobre todo a Castilla-La Mancha y Extremadura. "La perdiz roja es una especie nuestra que atrae a muchos extranjeros: europeos, venezolanos, rusos... me he encontrado a personas que ven¨ªan desde Zimbawe o Namibia". Zapata no ha notado ning¨²n retroceso en su negocio, incluso ahora vende huevos a Inglaterra. Al contrario, piensa que en los pueblos con cultura cineg¨¦tica, donde est¨¢n acostumbrados a salir de caza y llevar a casa la carne "lo que ven anormal es que se hable de prohibir su pr¨¢ctica".
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