Jos¨¦ Antonio Gimbernat, en el horizonte de la utop¨ªa

El 29 de diciembre nos ha dejado el te¨®logo y fil¨®sofo Jos¨¦ Antonio Gimbernat Ordeig, de 82 a?os, repentinamente, sin poder despedirse de cuantas personas, familiares y amigos hemos compartido con ¨¦l experiencias, ideas y proyectos de liberaci¨®n. Ha muerto un compa?ero y colega entra?able tras una vida dedicada a la defensa de los derechos humanos, al compromiso por un cristianismo liberador y a la elaboraci¨®n de una teor¨ªa cr¨ªtica de la sociedad y de la religi¨®n.

Pose¨ªa una s¨®lida formaci¨®n intelectual, que inici¨® en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid y continu¨® en la Compa?¨ªa de Jes¨²s ¡ªdonde ingres¨® a los 17 a?os¡ª con los estudios de filosof¨ªa y teolog¨ªa, primero en Granada y despu¨¦s en Fr¨¢ncfort (Alemania). La formaci¨®n francfortiana le marc¨® de por vida hasta el punto de que el alem¨¢n fue su segundo idioma. A ello contribuy¨® su posterior matrimonio con la psicoanalista Mechthild Zeul.

En el Instituto Fe y Secularidad, creado por la Compa?¨ªa de Jes¨²s para entablar un di¨¢logo con el ate¨ªsmo contempor¨¢neo, llev¨® a cabo estudios de filosof¨ªa de la religi¨®n y sociolog¨ªa de la religi¨®n en colaboraci¨®n, entre otros, con Jos¨¦ Luis L¨®pez Aranguren, Alfonso ?lvarez Bolado y Jos¨¦ G¨®mez Caffarena, que fueron pioneros en estas disciplinas en nuestro pa¨ªs. Dichos estudios continuaron en el Instituto de Filosof¨ªa, del CSIC, del que Gimbernat fue investigador durante dos d¨¦cadas.

En el terreno teol¨®gico destac¨® por sus trabajos en torno a las relaciones entre cristianismo y secularizaci¨®n, religi¨®n y pol¨ªtica y a las implicaciones sociales y pol¨ªticas de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, especialmente en el pensamiento de Ignacio Ellacur¨ªa. De sus aportaciones en este campo queda constancia en su participaci¨®n en los primeros Congresos de Teolog¨ªa, organizados por la Asociaci¨®n de Te¨®logos y Te¨®logas Juan XXIII, de la que fue secretario general, y en varias obras colectivas codirigidas por ¨¦l.

En la actividad sociopol¨ªtica se caracteriz¨® por la defensa de los derechos humanos, sobre todo de los colectivos de inmigrantes, refugiados y desplazados, en la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Espa?a y la Federaci¨®n de Defensa y Promoci¨®n de los Derechos Humanos de Espa?a, de las que fue presidente durante varios periodos y a las que no ahorr¨® esfuerzos intelectuales y organizativos e intensa dedicaci¨®n.

Gimbernat fue uno de los intelectuales espa?oles m¨¢s madrugadores en el conocimiento de Ernst Bloch y uno de los mejores especialistas mundiales en su filosof¨ªa de la esperanza y de la utop¨ªa, a la que dedic¨® su tesis doctoral Ernst Bloch. Utop¨ªa y esperanza (C¨¢tedra, 1983), que conservo con la dedicatoria de su pu?o y letra. Califica a Bloch de pensador original y, si se quiere, exc¨¦ntrico, y le sit¨²a en la encrucijada de distintas corrientes de pensamiento que reelabora creativamente: el juda¨ªsmo prof¨¦tico y apocal¨ªptico, el cristianismo jesu¨¢nico, cierto existencialismo, la filosof¨ªa de la materia que ¨¦l rebautiza como ¡°izquierda aristot¨¦lica¡± y el idealismo alem¨¢n, representado por Hegel. En relaci¨®n con Hegel, Bloch asume y lleva a cabo la propuesta de Marx de poner a Hegel sobre los pies.

?No resulta sorprendente, pregunta Gimbernat, calificar a un pensador que se autodefine marxista como fil¨®sofo de la utop¨ªa cuando parece que la tradici¨®n marxista se ha destacado por la cr¨ªtica del socialismo ut¨®pico y la adopci¨®n del socialismo cient¨ªfico? A responder a esta pregunta se orientan sus investigaciones, que recuperan las principales categor¨ªas del pensamiento de Bloch: utop¨ªa concreta como funci¨®n y como pr¨¢ctica, principio-esperanza, materia activa, posibilidad, anticipaci¨®n, todav¨ªa-no-ser, tendencia-latencia.

Gimbernat tradujo al castellano El ate¨ªsmo en el cristianismo. La religi¨®n del ¨¦xodo y del reino (Taurus, Madrid, 1983), una de las obras mayores de Ernst Bloch, en cuyo frontispicio podemos leer dos aforismos de clara tonalidad blochiana: ¡°Lo mejor de la religi¨®n es que produce herejes¡±; ¡°solo un ateo puede ser un buen cristiano, solo un cristiano puede ser un buen ateo¡±. Pr¨®ximamente aparecer¨¢ una nueva edici¨®n en la editorial Trotta. Su muerte repentina le impedir¨¢ disfrutar de este trabajo, ya p¨®stumo. Pero a nosotros, amigos, colegas, familiares, nos queda el recuerdo de una persona que vivi¨®, pens¨®, crey¨® y actu¨® en el horizonte de la utop¨ªa de otro Mundo Posible desde un optimismo militante.

Juan Jos¨¦ Tamayo es profesor em¨¦rito de la Universidad Carlos III de Madrid. Sus ¨²ltimos libros son:Teolog¨ªas del Sur. El giro descolonizador (Trotta) y ?Ha muerto la utop¨ªa? ?Triunfan las distop¨ªas? (Biblioteca Nueva).