Sufren los pacientes, sufren las batas blancas
En el tercer sistema sanitario m¨¢s eficiente del mundo, el espa?ol, mueren pacientes en urgencias por falta de medios.
En el tercer sistema sanitario m¨¢s eficiente del mundo, el espa?ol, mueren pacientes en urgencias por falta de medios. ?C¨®mo es posible?
Los primeros d¨ªas del a?o se han vivido con angustia en el sistema de salud gallego. Tres muertes ¡ªuna de ellas mientras el enfermo esperaba en urgencias a ser atendido¡ª han dado la voz de alarma. El mismo personal sanitario ha denunciado lo ocurrido. La falta de profesionales se ha saldado con un padecimiento y unas muertes probablemente evitables.
No se suplen las jubilaciones en un colectivo muy envejecido y la situaci¨®n laboral del personal es precaria: el 35% de la plantilla de la sanidad p¨²blica madrile?a, por ejemplo, es temporal. Para atender a sus pacientes, m¨¦dicos y enfermeros hacen horas extra a diario ¡ªno pagadas¡ª mientras unos pocos complementan sus honorarios en la medicina privada o incumplen sus obligaciones gracias a la ausencia de controles. El gasto sanitario espa?ol est¨¢ por debajo de la media europea.
El presidente de Galicia, el popular Alberto N¨²?ez Feij¨®o, tiene que afrontar la crisis que le ha estallado en casa, pero este asunto no conoce de colores pol¨ªticos. Los socialistas, despu¨¦s de casi cuatro d¨¦cadas de Gobierno en Andaluc¨ªa, han mantenido el menor gasto por habitante para su sistema de salud. PP y Ciudadanos, que se disponen a gobernar en coalici¨®n en esa comunidad, no parecen tampoco muy preocupados por este asunto.
Entre las 90 medidas del pacto suscrito por ambas formaciones, solo hay nueve dedicadas a la sanidad. Tal vez les parezcan suficientes, pero se da la circunstancia de que la sanidad es la gran competencia de las comunidades aut¨®nomas: el presupuesto sanitario se suele llevar entre el 30% y el 40% del total. Pero, adem¨¢s, de las nueve medidas solo hay dos concretas: equiparar los salarios del personal sanitario al que percibe el resto en Espa?a y terminar con la exclusividad exigida a los m¨¦dicos. ?Gran programa!
La calidad de un sistema de salud no depende solo del nivel de gasto. Lo demuestran los centros de salud y hospitales espa?oles cada d¨ªa, donde los de las batas blancas desarrollan su labor en instalaciones que se caen a pedazos y con una enorme presi¨®n asistencial que obliga a atender con demasiada frecuencia a m¨¢s de 50 pacientes en siete horas. Los profesionales, agotados, dimiten y los enfermos sufren m¨¢s de lo que toca.
Los pol¨ªticos no dudaron en recortar el gasto sanitario cuando lleg¨® la crisis y ahora que dicen que el bache est¨¢ superado no se han aplicado en recuperar siquiera lo perdido. Se acercan las elecciones auton¨®micas y este asunto parece secundario para ellos. Est¨¢n en otras cosas.
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