¡°En las agresiones en grupo entre adolescentes existe el riesgo de contagio, como en el suicidio¡±
La directora del equipo de la Universidad de Barcelona que investiga a estas v¨ªctimas advierte a las familias de que es urgente el control de las redes de sus hijos
Una menor de 12 a?os presuntamente violada por otros dos adolescentes que a¨²n busca la polic¨ªa en Madrid. A prisi¨®n un joven de 18 por agredir sexualmente a una chica de 14 con ayuda de otros en Algeciras. El caso de La Manada, la violaci¨®n en grupo de una joven en los sanfermines de 2016, que est¨¢ a la espera de sentencia firme... Las voces expertas explican que no hay datos que sostengan que ahora hay m¨¢s casos que antes, pero s¨ª que la sociedad est¨¢ m¨¢s preparada para detectarlos y denunciarlos. La profesora Noem¨ª Pereda Beltr¨¢n (Barcelona, 1975), directora del Grupo de Investigaci¨®n en Victimizaci¨®n Infantil y Adolescente (Grevia) de la Universidad de Barcelona, advierte del peligro de un efecto contagio de estas agresiones en grupo? entre adolescentes "con rasgos vulnerables de conducta" . Y pide a las familias que pongan toda la atenci¨®n: "Igual que los padres leen sobre nutrici¨®n, deber¨ªan aprender de las redes de sus hijos".
?Pregunta. ?Por qu¨¦ ocurren estos episodios con v¨ªctimas y agresores tan j¨®venes?
Respuesta. Hay dos teor¨ªas que explican el porqu¨¦ de agresiones y abusos sexuales cometidos por menores. Que muchos de estos j¨®venes tambi¨¦n han sido v¨ªctimas en su infancia, hay ni?os que repiten el patr¨®n de lo que vivieron. Y tambi¨¦n sabemos que los agresores sexuales adultos empiezan a? delinquir en la adolescencia, aunque no hayan sufrido episodios as¨ª, sino que iniciaron una carrera delictiva de tipo sexual. Siempre que ocurre un caso as¨ª, hay que analizar cu¨¢l es la historia de vida de estos j¨®venes.
P. ?Hay m¨¢s casos ahora?
R. No podemos responder a eso en base a estudios cient¨ªficos. Habr¨ªa que ver a?o tras a?o si hay m¨¢s o menos casos, pero no existe un estudio longitudinal. Las hip¨®tesis, revisando informes de otros pa¨ªses, es que hay una mayor sensibilizaci¨®n, con lo que estos casos salen a la luz porque estamos m¨¢s preparados como sociedad. S¨ª tenemos estudios sobre v¨ªctimas adultas que sufrieron abusos en su infancia y qui¨¦nes fueron los que las cometieron. F¨¦lix L¨®pez [catedr¨¢tico de la Universidad de Salamanca] hizo un informe en 1994 en el que ya pon¨ªa de relieve que un 40% de los abusos en edades tempranas los comet¨ªan sus iguales,? otros adolescentes. Era un trabajo sobre lo ocurrido en los a?os sesenta y setenta del siglo pasado. Se presupone que no es que haya m¨¢s casos pero s¨ª una mayor capacidad de detecci¨®nn y de denuncia de las v¨ªctimas. Las agresiones existen desde siempre. La estimaci¨®n es que las sufren uno de cada cinco menores, independientemente de si los cometen otros menores o adultos.
P. ?Y hay un repunte de violaciones en grupo?
R. La mayor¨ªa de abusos son de una persona sola. Esto de las agresiones en grupo no creo que sea nuevo, pero cuando aparece en los medios tienes el riesgo de que una parte de las personas lo consideren una cierta moda.
P. ?Existe riesgo de un efecto llamada o contagio?
R. S¨ª que existe un riesgo de contagio, es como lo que ocurre con el suicidio. Los adolescentes son muy impulsivos y muy influenciables. Si sumamos lo que aparece en televisi¨®n a la experiencia de? ni?os que hayan tenido un acceso temprano a la pornograf¨ªa y una desensibilizaci¨®n del sexo, es probable que puedan cometer esto. Obviamente, hablamos de adolescentes con rasgos vulnerables a esta conducta, no de todos.
P. ?Cu¨¢l es la relaci¨®n actual de los menores con el porno y qu¨¦ efecto tiene en estos casos?
R. Los menores tienen un acceso a Internet sin control, porque los padres est¨¢n muy perdidos ante las redes sociales y eso ha facilitado un mayor y m¨¢s f¨¢cil acceso a la pornograf¨ªa. Si es un acceso puntual no sucede nada, pero si esto es continuado y no hay otra fuente para obtener informaci¨®n fidedigna de lo que es la sexualidad, el ni?o acaba creyendo que la sexualidad es la pornograf¨ªa. Los estudios que se han hecho indican que si ¨¦sta es la fuente educativa de un ni?o en la sexualidad habr¨¢ m¨¢s violencia en las relaciones que mantenga.
P. ?C¨®mo se puede combatir como sociedad?
R. Para empezar, no se debe sexualizar a los ni?os, desvirtuamos la imagen de la infancia. Hemos visto a ni?as con ropa muy sexi y maquilladas a edades muy tempranas. Ha habido diversas campa?as de defensores del menor que han prohibido a ni?as de cinco y seis a?os salir como adultas sexualizadas. Los expertos en infancia advertimos continuamente que es fundamental el control en Internet. En mi equipo, hemos tenido casos de ni?as enviando fotos de ellas mismas con ropa interior con 10 a?os a un grupo de Whastapp de clase. Un padre avis¨® a otro de que su hija estaba haciendo eso. Eran im¨¢genes que la ni?a consideraba sexis porque las hab¨ªa visto en Instagram, hab¨ªa visto a influencers posar frente a su espejo. Es un factor de riesgo enorme para que un adulto con tendencias ped¨®filas accedan a ella. Internet es un peligro y los padres no est¨¢n sensibilizados en absoluto. Es muy grave en Espa?a.
P. ?Qu¨¦ pueden hacer las familias?
R. Sinceramente, cada vez hay m¨¢s materiales. Igual que muchos padres han aprendido nutrici¨®n en los libros o en Internet para criar a sus hijos, deben empezar a preocuparse por lo que consumen a trav¨¦s de internet o las redes. Los padres, los maestros o los pediatras. Que sepan que hasta que el ni?o no es mayor, el ordenador debe estar en una zona com¨²n. As¨ª, si acceden al porno, podr¨¢n explicarle que esa no es la realidad, que el sexo es m¨¢s complejo, para que el menor no lo vea como algo normal.
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