Una tercera v¨ªctima acusa de abusos al fraile de Montserrat
El hombre, de 63 a?os, denuncia que el religioso se introdujo en su cama y le hizo tocamientos en 1971, igual que las otras dos v¨ªctimas en 1978 y 1998
Una tercera v¨ªctima acusa de abusos al fraile Andreu Soler, del monasterio de Montserrat, tras el primer caso revelado hace ocho d¨ªas por EL PA?S.? J.R. Mart¨ªnez, de 63 a?os,?asegura que lleg¨® al monasterio durante el verano de 1970, y que entre ese a?o y 1975 acudi¨® a la abad¨ªa en la ¨¦poca estival para trabajar all¨ª y ayudar a los monjes. Al igual que las otras dos personas que anteriormente denunciaron al monje, fundador del grupo scout del santuario,?la v¨ªctima denuncia que una noche el religioso se introdujo en su cama y le hizo tocamientos en los genitales con la excusa de hablarle de la masturbaci¨®n mientras le instaba a no caer en la tentaci¨®n, seg¨²n ha publicado El Peri¨®dico.
"Entre los compa?eros se daba por descontado que Soler ten¨ªa la mano suelta", asegura?J.R. Mart¨ªnez, que?dice no explicarse "por qu¨¦ nadie en Montserrat intervino" pues "resultaba evidente que dejarlo a cargo de los j¨®venes no era adecuado". Sit¨²a los abusos en 1971, fecha que hace retroceder a¨²n m¨¢s el inicio de los abusos conocidos hasta ahora.
Con este son tres los testimonios que revelan haber sido v¨ªctimas del monje Andreu Soler cuando eran adolescentes, despu¨¦s de que el s¨¢bado revelara su caso?Ricard Zamora, de 55 a?os. En 1978 el monje?se meti¨® en su cama cuando ten¨ªa 15 o 16 a?os y le realiz¨® tocamientos, seg¨²n relat¨® al diario Ara. Fue la primera noche que se qued¨® a dormir all¨ª. Se asust¨® tanto que se escap¨® por la ventana y nunca m¨¢s volvi¨®. Esta acusaci¨®n data de 20 a?os antes de los abusos denunciados por la primera v¨ªctima, Miguel Hurtado -un psiquiatra residente en Londres-, que los sufri¨® en 1998, con 16 a?os, e inform¨® a la abad¨ªa. La familia y los amigos de Ricard Zamora sostienen que, tambi¨¦n en 1978, lo comunicaron a los superiores del monasterio.
Seg¨²n esas dos v¨ªctimas, los tres ¨²ltimos abades de Montserrat (Cassi¨¤ Just, Sebasti¨¤ Bardolet y el actual, Josep Maria Soler) conocieron e ignoraron las acusaciones contra Andreu Soler, fundador en 1959 de los escoltes Els Nois de Servei de Montserrat, que dirigi¨® durante 40 a?os. Solo fue apartado en 2000, un a?o despu¨¦s de la denuncia de Hurtado. Es decir, seg¨²n estos dos relatos, el monasterio mantuvo a Soler en contacto con menores durante dos d¨¦cadas m¨¢s pese a conocer ya que pesaban acusaciones contra ¨¦l.
Portavoces del santuario lo niegan y afirman que no ten¨ªan constancia de ese segundo caso. "El problema que nos encontramos es ese, no sabemos nada. Por eso hemos creado una comisi¨®n para investigar cualquier denuncia que llegue a partir de ahora y pedimos a las posibles victimas que se pongan en contacto con nosotros", explican. A ra¨ªz de la publicaci¨®n del primer caso en EL PA?S el monasterio ha creado esta semana una comisi¨®n formada por la abogada Cristina Vallejo Ros, el m¨¦dico y exconseller de la Generalitat Xavier Pom¨¦s Abella y la psic¨®loga Bego?a Elizalde Raso.
Tras la revelaci¨®n del primer caso, el monasterio asegur¨® que nunca hab¨ªa tenido constancia de m¨¢s denuncias. No obstante, Hurtado mantiene que sus responsables le reconocieron que hab¨ªa rumores sobre Soler, fallecido en 2008, desde los a?os setenta. Y ahora Zamora revela que su entorno familiar ya inform¨® de lo ocurrido entonces. Los relatos de las dos v¨ªctimas entroncan en un nombre, Sebasti¨¤ Bardolet, que ahora tiene 85 a?os. Es el monje al que un amigo de la familia de Ricard Zamora denunci¨® el caso en 1978 y es precisamente el abad al que Miguel Hurtado hizo llegar su denuncia en 1999. Pero Bardolet no hizo nada.
En 1978 un amigo de la familia del chico fue a hablar con el propio Soler y le cont¨® lo ocurrido a Bardolet, seg¨²n ha testimoniado al diario Ara. Tambi¨¦n el padre del menor habl¨® con un sacerdote, el padre Joan Nonell, de la parroquia de La Pur¨ªsima de Sabadell, ya fallecido, que inform¨® al abad Cassi¨¤ Just. Por su parte, en el segundo caso, Hurtado le cont¨® en 1999 lo que le hab¨ªa pasado a un monje con el que ten¨ªa m¨¢s confianza, Josep Mar¨ªa Sanrom¨¤, que a su vez lo comunic¨® a Bardolet, que entonces ya era el abad. No ocurri¨® nada y solo se tomaron medidas contra el fraile acusado cuando en 2000 lleg¨® el siguiente abad, Josep Maria Soler, a¨²n en el cargo. Tras recibir una carta de la madre de la v¨ªctima, traslad¨® al monje a otro centro y pag¨® 7.200 euros a Hurtado como compensaci¨®n, pero no lo denunci¨® a la polic¨ªa, ni abri¨® una investigaci¨®n can¨®nica, ni inform¨® al Vaticano. Solo lo hizo en 2016 cuando Hurtado le advirti¨® de que iba a sacar el caso a la luz.
El abad Josep Maria Soler le confes¨® a Hurtado en un encuentro cara a cara que su predecesor, Sebasti¨¤ Bardolet, no hab¨ªa hecho nada tras la denuncia y que ¨¦l "hab¨ªa tenido que asumir los marrones anteriores", seg¨²n afirma el denunciante. Portavoces del santuario apuntan que Bardolet est¨¢ muy mayor y no est¨¢ en condiciones de aportar informaci¨®n. Aseguran que se le ha preguntado por los dos casos y no recuerda nada.
Las acusaciones de encubrimiento de Miguel Hurtado contra Montserrat tambi¨¦n alcanzan al actual abad, Josep Maria Soler. Asegura que en una de sus reuniones el religioso le revel¨® que ya hab¨ªa sospechas sobre el monje acusado desde hace a?os: "Me confes¨® que hab¨ªa rumores de que ten¨ªa relaciones homosexuales con j¨®venes desde los a?os setenta, en los fines de semana que organizaba en Santa Cecilia, otro recinto de Montserrat". Es m¨¢s, sostiene que el abad le dijo que ¨¦l mismo, que entonces era monje, inform¨® de estas habladur¨ªas al abad de la ¨¦poca, Cassi¨¤ Just. Pero, seg¨²n le cont¨®, nunca supo si lo investig¨® o no. Consultado sobre esta acusaci¨®n concreta por este peri¨®dico, el abad lo ha negado a trav¨¦s de su responsable de prensa.
"Por eso me reconoci¨® que cuando yo denunci¨¦ no le pill¨® por sorpresa, porque ya sab¨ªa los rumores. Lo que es incre¨ªble es que a¨²n as¨ª haya estado 40 a?os a cargo de menores", lamenta Hurtado. Las nuevas denuncias de Zamora y Mart¨ªnez refuerzan las sospechas de que los tres ¨²ltimos abades de Montserrat conocieron las tendencias pederastas de Andreu Soler.
Si conoce alg¨²n caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escr¨ªbanos con su denuncia a abusos@elpais.es
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