La catedr¨¢tica que ha roto tres veces el techo de cristal
La ingeniera biom¨¦dica Mar¨ªa Teresa Arredondo ha hecho historia en diferentes universidades de Espa?a y Argentina
El curr¨ªculo de la ingenier¨ªa en biomedicina Mar¨ªa Teresa Arredondo es el de una pionera. ¡°Fui la primera ingeniera electr¨®nica de mi universidad, en Argentina ¡ªUniversidad Nacional de Tucum¨¢n¡ª. Despu¨¦s, la primera persona que se doctor¨® en Telecomunicaciones de la Polit¨¦cnica de Valencia y la primera mujer catedr¨¢tica de Telecomunicaciones de la Polit¨¦cnica de Madrid (UPM) y de Espa?a¡±, resume en su despacho de la Universidad madrile?a. Arredondo ha roto con el techo de cristal dentro de la Universidad p¨²blica, donde solo un 21% de las mujeres de su profesorado son catedr¨¢ticas, seg¨²n el informe Cient¨ªficas en cifras.
Mujeres en la historia
La colecci¨®n Mujeres en la historia, que EL PA?S lanza el pr¨®ximo domingo 10 de marzo, recopila la biograf¨ªa de una treintena de artistas, cient¨ªficas, historiadoras, etc. que marcaron un hito.
La profesora imparte clases de Ingenier¨ªa biom¨¦dica en la UPM. Lleg¨® a esta entidad para cursar el doctorado y se qued¨®. ¡°Nuestro objetivo es aplicar las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y las comunicaciones en el campo de la salud y la integraci¨®n social de las personas, involucrando a las que tienen necesidades especiales¡±, explica. La docencia la compatibiliza con la direcci¨®n de un buen n¨²mero de grupos de investigaci¨®n y la participaci¨®n en conferencias y congresos, algunos dirigidos a incentivar la presencia de la mujer en la ciencia. Es adem¨¢s la fundadora de Life Supporting Technologies, un grupo internacional de investigadores cuyo objetivo es ¡°crear un mundo m¨¢s saludable, apoyado en la tecnolog¨ªa, para prevenir la aparici¨®n de enfermedades. Y en caso de que se presenten, acompa?ar a las personas en ese proceso¡±.
Su vocaci¨®n apareci¨® cuando en una visita a la Universidad la llevaron a ver un laboratorio. ¡°Me acuerdo que estaba en un ¨¢tico; subimos y ah¨ª estaban elaborando, de una manera muy rudimentaria, unos marcapasos. Ese d¨ªa dije: quiero dedicarme a eso¡±. Arredondo no tuvo ninguna profesora mujer, ni siquiera compa?eras en la carrera. ¡°Hubo dos chicas, pero lo dejaron r¨¢pido¡±, apunta. Confiesa que al principio tuvo que aguantar algunas bromas de sus compa?eros: ¡°Te escond¨ªan el bolso y esas cosas, pero fue pasando el tiempo, algunos se quedaban atr¨¢s y yo me saqu¨¦ la carrera primero, as¨ª que te ibas ganando el respeto y hasta te acababan pidiendo los apuntes¡±.
Durante su formaci¨®n y posterior carrera profesional asegura no haber sufrido ning¨²n ataque machista directo, pero s¨ª sent¨ªa la presi¨®n del techo de cristal. ¡°Era una cuesti¨®n intangible. Sab¨ªas que era m¨¢s dif¨ªcil, que iban a escoger a los hombres para los puestos de poder porque solo hab¨ªa que verlos, no hab¨ªa ninguna mujer, se supon¨ªa que iban a ser madres. Las que ten¨ªamos hijos ¡ªtiene dos hijas tambi¨¦n ingenieras¡ª, ten¨ªamos que andar ocultando que hab¨ªa que llevarlos al m¨¦dico y cosas as¨ª para que no te tomaran de menos¡±, relata.
Dos generaciones
La Ingenier¨ªa biom¨¦dica a¨²na ciencias de la salud, la rama de ense?anza con m¨¢s mujeres matriculadas en la universidad, un 70%; e Ingenier¨ªa, donde caen hasta un 25%, seg¨²n los Indicadores de G¨¦nero del Ministerio de Educaci¨®n. Esta combinaci¨®n hace que las clases de Arredondo est¨¦n equilibradas en cuanto a g¨¦nero. Sobre su equipo de investigaci¨®n, que trabaja con fondos europeos, afirma que hay m¨¢s mujeres. ¡°No ha sido algo buscado, pero casi siempre hay m¨¢s chicas¡±.
En el ¨¢mbito laboral, solo 2% de las mujeres ocupadas lo est¨¢n en el sector tecnol¨®gico, seg¨²n el informe Mujeres en la econom¨ªa digital en Espa?a 2018, frente a un 5,2% de los hombres. La catedr¨¢tica considera que esas diferencias, tanto en el ¨¢mbito formativo como laboral, pueden deberse a la falta de referentes: ¡°Es que hasta hace poco no hab¨ªa ni rectoras y todav¨ªa no hay directoras de grandes empresas tecnol¨®gicas o incluso de Bancos¡±, lamenta.
Entre los proyectos que dirige se encuentra la red Europea de EIT Health Living labs. Se trata de casas domotizadas, es decir, conectadas a internet en las que prueban aplicaciones destinadas a mejorar la calidad de vida de las personas en su hogar. Beatriz Merino, tambi¨¦n ingeniera biom¨¦dica, trabaja en este espacio como coordinadora. Tiene 25 a?os y es exalumna de Arredondo. Su experiencia formativa es muy diferente de la de su profesora: ella ha tenido la mitad de la clase ocupada por mujeres y entre sus docentes hay catedr¨¢ticas, como Arredondo. Enumera a algunas mujeres que tiene como referentes, pero recuerda que en la infancia le faltaban. Sostiene que el problema es educacional: ¡°En el instituto no se incentivan las carreras tecnol¨®gicas entre las chicas, a pesar de que algunas siempre tuvimos, y hoy siguen teniendo, el gusanillo de cacharrear con la tecnolog¨ªa y la electr¨®nica¡±. En su caso quer¨ªa imitar a las astronautas de las pel¨ªculas. ¡°Siempre hab¨ªa alguna dedicada a la biomedicina¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.