Un mar de pl¨¢sticos se amontona en la desembocadura del Segura
Miles de recipientes llegan desde las acequias hasta una barrera de contenci¨®n situada en una zona protegida junto al litoral de Guardamar
Cada fin de semana, el cauce viejo del r¨ªo Segura, a apenas un kil¨®metro de su desembocadura en el municipio de Guardamar (Alicante), se llena de visitantes. Un camino de tierra situado entre dos rotondas de la carretera N-332 da acceso a la intersecci¨®n de dos senderos de Gran Recorrido, una gran pinada, caracter¨ªstica de la zona, y varios espigones. Turistas y vecinos de las localidades colindantes disfrutan all¨ª de actividades deportivas, de la pesca o de un simple d¨ªa de campo. A nadie parece importarle que justo en ese punto est¨¦ instalada la cadena de Guardamar, una barrera que retiene miles de kilos de residuos pl¨¢sticos que se empantanan junto a basura, restos de maleza y cad¨¢veres de peces y aves.
El agua que nutre este cauce procede de los azarbes (cauces que recogen las aguas sobrantes del riego) y las acequias de las explotaciones agr¨ªcolas que atraviesan la comarca de la Vega Baja, entre Orihuela y Guardamar. Ocho canales de riego que se utilizan ¡°como contenedores¡±, seg¨²n denuncia Sergio Arroyo, presidente de la Asociaci¨®n de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA). ¡°El 95% de la basura flotante que llega hasta la pantalla de Guardamar est¨¢ formado por materiales de uso dom¨¦stico y hay una peque?a parte que procede de productos fitosanitarios¡±. Envases de todo tipo que, en ocasiones, ¡°no se vierten directamente a las acequias, sino que se abandonan en las cunetas¡±, explica Arroyo. ¡°Luego con un simple golpe de viento de poniente, acaban en el canal¡±. Y de ah¨ª, bajan hacia el mar o se embalsan junto a la barrera guardamarenca, en un enclave protegido e incluido en el cat¨¢logo de zonas h¨²medas de la Comunidad Valenciana.
A juicio de Arroyo, este vertido es una ¡°gran irresponsabilidad¡±. ¡°Se trata de un problema ambiental grave y de un fracaso del sistema de gesti¨®n de residuos¡±, prosigue. Y lo m¨¢s serio no son los envases en s¨ª, sino sus componentes. ¡°Muchos de los aditivos del pl¨¢stico que se utilizan para darles color o textura, de los que no se tiene informaci¨®n porque est¨¢n protegidos por la propiedad intelectual, se ha demostrado que son disruptores endocrinos y que pueden producir c¨¢ncer¡±, alerta el presidente de la asociaci¨®n conservacionista. ¡°La degradaci¨®n es de muy dif¨ªcil soluci¨®n¡±, manifiesta. Pero no es ¡°una maldici¨®n¡±. ¡°Una legislaci¨®n adecuada podr¨ªa mitigar el impacto de los pl¨¢sticos. Si se hubiera mantenido o se recuperara el sistema de retorno de envases, el pl¨¢stico no estar¨ªa ah¨ª¡±, sentencia Arroyo.
AHSA viene denunciando este vertido desde 2015, cuando interpuso una denuncia ante el Seprona. Posteriormente, en abril de 2017, elevaron una petici¨®n al Parlamento Europeo, que lleg¨® a solicitar informes del Ministerio de Medio Ambiente. ¡°Pero el proceso no lleg¨® a cristalizar¡±. Y la soluci¨®n no es complicada, afirma. ¡°Hay que instalar pantallas que retengan la basura antes de que lleguen a la zona protegida, con una simple l¨ªnea de boyas se limita la llegada de residuos al dominio p¨²blico hidr¨¢ulico¡±. Una barrera en cada uno de los municipios por los que pasa el Segura.
¡°La propiedad de los azarbes es de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Segura (CHS), que tambi¨¦n es la responsable del dominio p¨²blico, pero los Ayuntamientos son los responsables de la gesti¨®n de los residuos¡±, concreta Arroyo. Y apunta directamente a tres de ellos: San Fulgencio, Callosa de Segura y Dolores. Arroyo califica a Guardamar de ¡°v¨ªctima¡±.? Aunque su casco urbano est¨¢ al otro lado de la red de azarbes, tiene iniciativas para paliar el problema y "es el ¨²nico que se ha dirigido a la CHS y ha hecho limpiezas en el cauce viejo¡±, asevera.
Sin recogida desde septiembre
Al principio, en la cadena de Guardamar funcionaba un sistema mec¨¢nico de recogida de residuos. Pero ahora ¡°est¨¢ en desuso¡±, se lamenta el alcalde del municipio alicantino, Jos¨¦ Luis S¨¢ez. ¡°Hab¨ªa unas cintas transportadoras que arrastraban el material hacia unos contenedores. Pero llevan 15 a?os sin funcionar, pr¨¢cticamente, desde un a?o despu¨¦s de que se inaugurara¡±. El deterioro es evidente. Las vallas met¨¢licas que bordeaban la instalaci¨®n est¨¢n abatidas, cualquiera puede entrar y la puerta que da paso a la barrera sobre el cauce viejo est¨¢ permanentemente abierta. Se puede cruzar por encima de la pantalla de orilla a orilla sin problemas.
S¨¢ez se?ala que ahora la limpieza de este punto corresponde a la CHS. La recogida de vertidos era peri¨®dica, subraya, pero se detuvo el pasado mes de septiembre. Y las ¨²ltimas lluvias del oto?o contribuyeron a que la capa de basura de la barrera creciera hasta su estado actual. Desde entonces, S¨¢ez ha mantenido reuniones con la CHS para ¡°volver a organizar la retirada de los pl¨¢sticos¡± y para que ¡°cada municipio controle su propio vertido¡±. El alcalde guardamarenco adelanta que el proceso va avanzando: ¡°La CHS ya ha licitado otra limpieza integral de la pantalla, que se producir¨¢ en dos o tres semanas a lo sumo¡±.
Fuentes de la cofederaci¨®n confirman que, en efecto, ¡°hay un protocolo entre la CHS, la Comunidad Valenciana y los Ayuntamientos¡±. Tambi¨¦n ratifican que van a instalar las rejillas en las acequias que desaguan al r¨ªo, pero que ¡°ser¨¢n los juzgados de agua y los municipios los que realicen las tareas de limpieza, recogida y tratamiento de las basuras¡±. Y, finalmente, adelantan que ¡°en breve¡±, la CHS realizar¨¢ una ¡°actuaci¨®n de emergencia en distintos puntos del r¨ªo en la Vega Baja y en Guardamar¡±. AHSA tambi¨¦n parece confiar en esta medida, ya que cree que ¡°la nueva direcci¨®n de la CHS¡±, presidida por Mario Urrea, ¡°se ha comprometido¡± a frenar este vertido de ra¨ªz.
Mientras tanto, pescadores como Omar, que viene de Murcia, lanzan la ca?a al cauce nuevo, donde est¨¢ prohibido pescar, en busca de m¨²joles, lubinas, doradas o, un poco m¨¢s arriba, donde el agua es a¨²n dulce, carpas. Habla con EL PA?S a mediod¨ªa de un s¨¢bado, cuando apenas quedan ¨¦l y un par de extranjeros que tiran el anzuelo en el cauce viejo, sin importarles el precario estado del agua y la presencia de pl¨¢sticos t¨®xicos. ¡°Aqu¨ª viene mucha gente a pescar el fin de semana¡±, relata. Como prueba, se?ala unos cables de alta tensi¨®n que cruzan el Segura de orilla a orilla y en los que se ha enredado m¨¢s de un sedal. ¡°Quieren lanzar demasiado fuerte¡±, sonr¨ªe.
En torno a un kil¨®metro m¨¢s abajo, en la l¨ªnea litoral, la situaci¨®n est¨¢ m¨¢s controlada, asegura S¨¢ez. ¡°Las playas est¨¢n perfectas¡±, declara, ¡°dunas y entorno marino est¨¢n en una situaci¨®n envidiable¡±. Seg¨²n el alcalde de Guardamar, cada mes se retiran ¡°entre 500 y 700 kilos de residuos en las playas con la ayuda de diferentes asociaciones¡±. La recogida debe realizarse con medios manuales, no mec¨¢nicos, ya que ¡°el 75% de las playas del municipio son naturales¡±. Solo uno de estos arenales, el de Els Tossals, colindante con la desembocadura del r¨ªo, est¨¢ afectado ¡°por los micropl¨¢sticos, procedentes del mar y del cauce nuevo del Segura¡±. All¨ª la limpieza se hace ¡°con desbrozadoras, que trituran tanto la maleza y los ramales como el pl¨¢stico que se va acumulando¡±. Por esa raz¨®n, el Consistorio ha pedido a la CHS ¡°que evite este procedimiento¡±.
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