La juez del mayor caso sobre prostituci¨®n imputa a un guardia civil m¨¢s de 70 delitos
La instructora propone a la Xunta personarse como acusaci¨®n y avisa al Estado de que es responsable subsidiario de la actuaci¨®n del agente que demandaba sexo a cambio de papeles
La testigo protegida DPA 123 B lleg¨® a Espa?a, desde Brasil, en situaci¨®n irregular el 19 de octubre de 2006 y el 29 de noviembre conoci¨® su primera redada. Pero aquella no era una aut¨¦ntica inspecci¨®n y de ella no qued¨® constancia policial alguna. El cabo primero de la Guardia Civil Armando Lorenzo Torre, miembro del Equipo de Personas y Emume (mujeres y menores) de Lugo, se present¨® presuntamente en el Club Sirena proclamando que era "jefe de extranjer¨ªa" y orden¨® a un compa?ero fotografiar a las mujeres de una en una. Ellas iban pasando a la cocina para ser retratadas y dar sus datos personales. Y cuando le toc¨® el turno a DPA 123 B, Lorenzo le pregunt¨®: "?Qu¨¦ hace una chica tan guapa ejerciendo la prostituci¨®n?". Ella respondi¨® que lo hac¨ªa "por necesidad". Y el cabo mand¨® a su compa?ero que le tomara fotos de cuerpo entero. Despu¨¦s, le pidi¨® a la mujer su n¨²mero de m¨®vil. Y ah¨ª empez¨® todo.
Lo siguiente fueron las reiteradas llamadas a la chica y la visita al domicilio de esta, el 18 de diciembre, por parte de Armando Lorenzo. Seg¨²n un par de testigos ¨¦l sac¨® su pistola; la pos¨® sobre una mesa. Le dijo "vengo de deportar a 20 o 30 compatriotas tuyas", "tus d¨ªas en Espa?a como legal se est¨¢n terminando, dame el pasaporte que yo te arreglo para tres meses m¨¢s". A continuaci¨®n, aunque ella se negaba, cuenta que la oblig¨® a practicarle una felaci¨®n y luego la penetr¨® "sin preservativo". Todo esto se relata en la Operaci¨®n Carioca, la mayor investigaci¨®n contra las mafias de proxenetismo que ha tenido lugar en Espa?a (310 tomos, 377 testigos) y que hunde sus ra¨ªces precisamente en la denuncia de esta joven. Despu¨¦s de una d¨¦cada de instrucci¨®n, la juez hace repaso de las actividades del agente (uno de los principales entre los 89 imputados que lleg¨® a sumar la causa desguazada en 50 piezas) y propone en un auto de m¨¢s de 200 folios el procesamiento del cabo por m¨¢s de 70 delitos.
La magistrada Pilar de Lara ordena, adem¨¢s, notificar a otras 23 mujeres que tienen derecho a ayudas para personarse en calidad de v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero. Ofrece a la Xunta de Galicia ejercer la acusaci¨®n popular y toma una medida nunca aplicada hasta ahora: avisar al abogado del Estado de que la Direcci¨®n General de la Guardia Civil es responsable subsidiaria de los presuntos delitos cometidos por este agente y tambi¨¦n por su jefe, el brigada Julio Baquero, al que atribuye omisi¨®n y cohecho. La juez se basa en que sus actividades eran "ampliamente conocidas por sus superiores jer¨¢rquicos".
El auto de transformaci¨®n de las actuaciones en proceso sumario dispone el inminente procesamiento de estos dos agentes y de tres proxenetas, entre ellos Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Ad¨¢n, due?o de los clubes Queen's y Colina, situado en el epicentro de la trama Carioca. Despu¨¦s el caso pasar¨¢ a manos de la Audiencia Provincial de Lugo, que debe ratificar la conclusi¨®n y ordenar la apertura de juicio oral. La detenci¨®n de Armando Lorenzo, que entr¨® en prisi¨®n y luego qued¨® en libertad provisional con la prohibici¨®n de residir en Galicia, convulsion¨® a la sociedad lucense.
Una veintena larga de delitos que le atribu¨ªa la juez han prescrito o se sobreseen por falta de pruebas, pero entre los que todav¨ªa siguen en pie est¨¢n la supuesta agresi¨®n sexual con intimidaci¨®n y amenaza a la testigo protegida, y 21 delitos de cohecho en relaci¨®n a otras mujeres a las que presuntamente requer¨ªa favores sexuales a cambio de regularizarlas para no ser deportadas. De Lara tambi¨¦n lo considera autor de delitos de extorsi¨®n y de cohecho con respecto a los due?os de los burdeles, por brindarles trato de favor si recib¨ªa a cambio beneficios econ¨®micos. Le atribuye igualmente revelaci¨®n de secretos, tr¨¢fico de influencias o falsedad documental en la elaboraci¨®n, por ejemplo, de denuncias falsas contra propietarios de prost¨ªbulos que supuestamente se negaban a pagarle. Por ¨²ltimo, la juez tiene en cuenta una docena de supuestos delitos continuados de omisi¨®n del deber de perseguir delitos y varios cargos vinculados al "favorecimiento de la prostituci¨®n".
Seg¨²n la titular del juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Lugo, el guardia civil no solo hac¨ªa funciones de "taxista" en el coche oficial del cuerpo al transportar a mujeres hasta el Queen's para evitar posibles controles y deportaciones. Tambi¨¦n se encargaba de derivar a este y al otro burdel que regentaba el proxeneta Garc¨ªa Ad¨¢n a muchas trabajadoras de los clubes en los que hab¨ªa redadas, en vez de llevarlas a "una casa de acogida o una ONG", reprocha la instructora.
"La actividad presuntamente delictiva del cabo Armando Lorenzo se remonta a su anterior destino en la Unidad Org¨¢nica de Polic¨ªa Judicial adscrita a la Audiencia Provincial de Lugo, en el que se habr¨ªa granjeado la confianza y amistad de alg¨²n magistrado", apunta la juez. En el otro mundo que frecuentaba el agente, hab¨ªa mujeres que "rozaban la indigencia", se?ala. "La inmensa mayor¨ªa eran extranjeras", j¨®venes, "vulnerables", "se encontraban en Espa?a en situaci¨®n irregular, necesitaban enviar dinero a sus hijos, padres, hermanos y uno de sus principales temores eran las redadas, en las que podr¨ªan ser detenidas y expulsadas del pa¨ªs".
En los clubes trabajan mujeres que "han sufrido violaciones o malos tratos, o simplemente han tratado de escapar de la pobreza de sus pa¨ªses y labrarse un futuro mejor", recuerda. En consecuencia, defiende De Lara, Lorenzo "abusaba de su superioridad", ped¨ªa favores sexuales para ¨¦l, para amigos e incluso para los "socios de su hijo", a veces en fiestas en pisos y otras veces en los clubes. Y se val¨ªa, supuestamente, de su estrecha relaci¨®n con responsables de Extranjer¨ªa de la Polic¨ªa Nacional para ama?ar las ¨®rdenes de expulsi¨®n y los permisos.
El sumario recoge seguimientos, pinchazos telef¨®nicos y SMS que revelan su supuesta debilidad por mujeres legalmente vulnerables. Mensajes en los que combina las referencias f¨ªsicas con sus presuntas gestiones burocr¨¢ticas. "Quiero q sepas q cuando te vi por primera vez qued¨¦ prendado d ti. Tus ojos desprend¨ªan brillo como si fuera la luna q reflejara en ellos. Al estar contigo tu cuerpo y piel suave desprend¨ªa un aroma q lo llevo en mis manos. Me tienes q dar el nombre completo. En la nota q me diste no entiendo".
La testigo protegida relat¨® que desde el momento en el que se neg¨® a mantener m¨¢s contactos con el guardia civil "comenz¨® a sufrir una situaci¨®n de acoso por parte de la polic¨ªa nacional", hasta que en septiembre de 2008 fue identificada en su domicilio y se le inco¨® un expediente de expulsi¨®n, que se llev¨® a efecto en marzo de 2009. Armando Lorenzo, asegura la juez, ejerc¨ªa su influencia, especialmente, en una docena de clubes de la provincia y lleg¨® a cobrar dinero de unos siete. En algunos casos, apunta De Lara, parec¨ªa uno m¨¢s, "como si estuviera en n¨®mina". Y as¨ª, durante a?os, "construy¨® una creencia generalizada de que ¨¦l ten¨ªa capacidad para arreglar todo tipo de papeles y documentaci¨®n relativa a la situaci¨®n administrativa de extranjeros en Espa?a".
"Antes de acostarme con usted me meto en cemento"
Una mujer venezolana que trabajaba como encargada de un prost¨ªbulo declar¨® en el juzgado que se sinti¨® "humillada por el abuso de poder": "?C¨®mo es posible que a los que tienes que pedir auxilio sean los que abusan de ti? Es como si vas a tu madre a pedir ayuda y te mete una pu?alada¡±; ¡°no se puede hundir m¨¢s a los que ya estamos hundidos". Seg¨²n esta supuesta v¨ªctima del cabo primero, el hombre reclam¨® sus servicios sexuales y ella se neg¨®. "T¨² no quieres colaborar, no te quieres portar bien... pues se te va a acabar el negocito", la amenaz¨® ¨¦l presuntamente. "M¨¢teme, pero antes de acostarme con usted me meto en cemento", asegura ella que le respondi¨® en una ocasi¨®n. "Armando cumpli¨® finalmente sus amenazas", concluye la juez, "porque ella sufri¨® una redada de la Inspecci¨®n de Trabajo, que impuso al local una multa elevada, tras lo cual siguieron las redadas y su detenci¨®n".
Los clubes que no acced¨ªan a las demandas de Armando Lorenzo sufr¨ªan "persecuci¨®n", "extorsi¨®n" y "amenazas", asegura De Lara. Seg¨²n la juez, el cabo utiliz¨® a algunas mujeres, en ocasiones bajo "presiones insoportables", para que testificasen hechos falsos contra propietarios de burdeles y as¨ª "eliminar a la competencia en una guerra entre clubes". Otra testigo venezolana declar¨® que un d¨ªa el agente la llev¨® al cuartel, le dijo que si no cooperaba con una denuncia (falsa) la expulsar¨ªa. Y que si lo hac¨ªa le dar¨ªa los papeles, la har¨ªa testigo protegida, cobrar¨ªa una pensi¨®n de 300 euros al mes y recibir¨ªa ayuda para conseguir un piso.
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