Una v¨ªctima de pederastia denuncia a siete sacerdotes y a un obispo por encubrimiento
Los abusos, cometidos por el sacerdote Jos¨¦ Manuel Ramos a finales de los ochenta, fueron instruidos can¨®nicamente en 2017
Javier, v¨ªctima de pederastia en el seminario menor de La Ba?eza (Le¨®n) a finales de los ochenta, ha denunciando ante la polic¨ªa que la di¨®cesis de Astorga y el centro donde sucedieron los hechos?encubrieron al cura Jos¨¦ Manuel Ramos Gord¨®n despu¨¦s de que, junto con su hermano y otro compa?ero, comunicaron lo sucedido a la direcci¨®n del colegio. Primero acudieron al director del seminario, Gregorio Rodr¨ªguez (fallecido) y luego al tutor de sexto curso, Francisco Javier Redondo (hoy vicario de Ponferrada). Pero no pas¨® nada, los abusos continuaron. A?os despu¨¦s, entre 1994 y 1995, su padre habl¨® con varios sacerdotes de la provincia leonesa para pedirle ayuda. "Todos lo sab¨ªan. Un cura le dijo que tuviese cuidado con lo que dec¨ªa y otro que ten¨ªa que saber perdonar". Javier ha incluido todos los nombres en la denuncia. En total siete sacerdotes y un obispo: el del antiguo director, el actual vicario de Ponferrada, el del por entonces obispo Antonio Briva (fallecido) y el de los sacerdotes Prudencio ?lvarez, Juan Herminio Rodr¨ªguez, Santiago Cadierno (p¨¢rroco de Castrocontrigo, Le¨®n), Bernardo y Hortensio Velado (ambos hermanos y tambi¨¦n fallecidos).
"El papa dice que se denuncie a la polic¨ªa ?no? Pues yo he seguido su consejo. Quiero que se sepa qui¨¦nes son las personas que no hicieron nada y permitieron que, en su d¨ªa, Ramos Gord¨®n no se sentara en un banquillo", explica el denunciante a este diario. El caso de Javier, prescrito en la justicia ordinaria, fue reabierto por el Vaticano en 2015, despu¨¦s de que la v¨ªctima escribiera al Papa pidiendo ayuda. La di¨®cesis inici¨® un proceso can¨®nico en el que el acusado reconoci¨® los hechos. La sentencia can¨®nica reconoce que todas las personas que se?ala la v¨ªctima en la de denuncia actual conocieron los abusos. Del mismo modo que los abusos, el delito de encubrimiento ha prescrito.
"He denunciado ante la justicia ordinaria porque ya es lo que me queda. Denunciamos y pedimos auxilio siendo ni?os. Mi padre habl¨® con unos cuantos sacerdotes y recibi¨® amenazas. Denunci¨¦ en Roma y la di¨®cesis se ha burlado de m¨ª. Si alguien no ve la injusticia y prefiere esconder la cabeza bajo tierra como las avestruces, ¨¦l mismo", argumenta Javier. Adem¨¢s de los abusos, Javier denuncia que despu¨¦s de comunic¨¢rselo a la direcci¨®n en 1989, sufri¨® maltrato f¨ªsico por varios profesores, tanto en La Ba?eza como en el seminario de Astorga, centro donde curs¨® BUP. "Nos hac¨ªan dormir en la peluquer¨ªa, sin camas. Tambi¨¦n nos dec¨ªan cosas como: 'tienes que irte de aqu¨ª porque no vales. Eres tonto", cuenta. A su padre, a?ade, un sacerdote le dijo que su hermano y ¨¦l "eran subnormales, hombres gastadores y de bares" con la intenci¨®n de que no los matriculara en el colegio.
En la denuncia, repasa el relato que, desde 2017, pronunci¨® por primera vez al diario La Opini¨®n de Zamora, peri¨®dico que destap¨® el caso de pederastia en La Ba?eza. En ese momento, se encontraba dolido porque el obispo que sentenci¨® a Ramos Gord¨®n, Juan Antonio Men¨¦ndez, silenci¨® la pena (un a?o de apartamiento) a la opini¨®n p¨²blica y permiti¨® que la parroquia donde oficiaba, T¨¢bara (Zamora), le hiciera un homenaje. Tampoco se opuso a que diera dos misas m¨¢s mientras estaba cumpliendo la condena.
La noticia de su episodio motiv¨® a otra v¨ªctima a denunciar a Ramos Gord¨®n por abusos en otro centro de Zamora, el colegio Juan XXIII. El Vaticano volvi¨® a reabrir el caso y conden¨® al ya acusado a una d¨¦cada de apartamiento en un monasterio fuera del episcopado. El pasado enero otra v¨ªctima denunci¨® al acusado por abusos. A ra¨ªz de estos episodios, tres alumnos han denunciado a otro sacerdote de la di¨®cesis de Astorga, ?ngel S¨¢nchez Cao. A este ¨²ltimo, Men¨¦ndez, actual presidente de la comisi¨®n antipederastia de la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE), le mantuvo durante dos a?os en una parroquia de Ourense en contacto con ni?os, a pesar de conocer al menos dos de denuncias can¨®nicas.
Este diario ha publicado varias conversaciones ocultas donde el actual obispo muestra compasi¨®n por el acusado y rechaza darle una compensaci¨®n econ¨®mica a la v¨ªctima. "[Ramos] est¨¢ profundamente arrepentido. La verdad es que da pena. Yo, que estoy en la casa sacerdotal y me encuentro con ¨¦l, pues es un hombre humillado. Humillado y ciertamente, pues, est¨¢ muy mal. Yo tambi¨¦n tengo que cuidarlo porque es un sacerdote ?no? En fin", coment¨® Men¨¦ndez a un grupo de exseminaristas en 2017.
El fallo del obispo llev¨® a la v¨ªctima a volver a escribir al papa Francisco, pero no recibi¨® respuesta. Tambi¨¦n ha escrito a varios prelados espa?oles, entre ellos, al cardenal de Barcelona Juan Jos¨¦ Omella y al cardenal de Valladolid y presidente de la CEE, Ricardo Bl¨¢zquez. Este ¨²ltimo le contest¨® con unas palabras de aliento, pero, seg¨²n asevera el denunciante, "no pas¨® nada". Hace unos meses, solicit¨® tanto a la di¨®cesis como a la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe los documentos de su procedimiento can¨®nico, pero ambas entidades se lo negaron escud¨¢ndose en el secreto pontificio. El pasado 14 de marzo se reuni¨® con el presidente de la CEE para pedirle que investigue su caso, que castigue a los encubridores y que, como responsable de la c¨²pula eclesial espa?ola, intervenga para que las v¨ªctimas reciban una indemnizaci¨®n econ¨®mica.
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