La ¨²ltima v¨ªctima de El Chicle: ¡°Apenas salgo a la calle. Me despierto cada dos horas con pesadillas¡±

La ¨²ltima v¨ªctima de Jos¨¦ Enrique Abu¨ªn Gey, alias El Chicle, asegura que el horror de aquellos "cinco o 10 minutos" en que luch¨® contra su agresor sigue acompa?¨¢ndola casi a?o y medio despu¨¦s de la noche de Navidad de 2017. "Yo era s¨²per sociable, sal¨ªa todos los fines de semana. Ahora apenas salgo. Apenas hablo con mis amigos. Despu¨¦s de aquello no era capaz de ir a la calle ni de d¨ªa ni de noche; pero ahora los psic¨®logos me obligan a salir en tramos muy peque?itos, como terapia". La testigo principal del juicio a El Chicle por supuesta detenci¨®n ilegal e intento de agresi¨®n sexual que se celebra en la Secci¨®n Sexta, con sede en Santiago, de la Audiencia Provincial de A Coru?a, ha asegurado en la primera sesi¨®n que su vida ha cambiado dr¨¢sticamente: "Ahora voy a dos psic¨®logos y tomo pastillas. Tengo pesadillas. Me despierto cada dos horas. A cada ruido repaso las puertas y las ventanas por miedo a que entre alguien".

Abu¨ªn fue detenido a finales de 2017 tras la denuncia que present¨® en la Guardia Civil de Boiro (A Coru?a) esta mujer. T. no es tan joven como lo era Diana Quer, que muri¨® el 22 de agosto de 2016 con 18 a?os, pero la Guardia Civil tuvo presente desde el principio que la nueva v¨ªctima aparentaba menos edad de la que realmente tiene. Y el episodio que sufri¨® se considera un calco de la escena que supuestamente padeci¨® Diana Quer, a manos de El Chicle y en la misma comarca, antes de acabar dentro de un maletero para viajar hasta la nave industrial donde muri¨® estrangulada.

Aquella noche del 25 de diciembre de 2017 en el cuartel, T. aport¨® adem¨¢s dos pistas clave que precipitaron el arresto del hombre que era el ¨²nico sospechoso (aunque segu¨ªa libre) del caso de la desaparici¨®n de la joven madrile?a desde hac¨ªa meses. La primera, un audio del momento del asalto que grab¨® fortuitamente con el WhatsApp. La segunda, la descripci¨®n del veh¨ªculo de su agresor, incluidas dos letras y varios n¨²meros de la matr¨ªcula, que a pesar de su "estado de shock" logr¨® memorizar.

La de hoy era la primera vez que El Chicle se sentaba en el banquillo de los acusados despu¨¦s de que el 1 de enero de 2018 el juez del caso Quer dictase prisi¨®n provisional. Luego lleg¨® la confirmaci¨®n, por el Supremo, de una condena anterior de m¨¢s de dos a?os por narcotr¨¢fico, y actualmente permanece encarcelado en la prisi¨®n leonesa de Mansilla de las Mulas. Como acusado pod¨ªa haber guardado silencio. Pero este mi¨¦rcoles, envuelto en una sudadera con capucha, m¨¢s delgado y con barba, ha preferido hablar, responder a todas las preguntas y ofrecer todo lujo de detalles para negar los delitos que se le imputan y defender que aquella noche de Navidad, en torno a las 22.30 en una calle de Boiro, ¨¦l solo estaba para robar.

En esto, Abu¨ªn tambi¨¦n repite el relato del hurto de combustible que emple¨® en su d¨ªa para explicar c¨®mo se produjo su encuentro con Diana Quer. "Sal¨ª de casa en coche para sustraer gasoil. Llevaba dos garrafas en el maletero. Par¨¦ el coche porque vi un Audi A3 rojo que me interesaba. Cog¨ª una palanca para abrirlo, pero no llegu¨¦ a hacerlo porque la palanca no enganch¨® bien. No dejo marcas en los coches porque s¨¦ c¨®mo se tienen que abrir... meto la palanca junto a las gomas de la ventanilla del copiloto. Cuando volv¨ªa a mi coche me encontr¨¦ con la chica de frente. Y como necesitaba dinero le ped¨ª el m¨®vil. No me lo quiso dar y forcejeamos. Nada m¨¢s".

Aunque el presidente del tribunal, Jos¨¦ Manuel Rey, le ha pedido que levantase el tono en su declaraci¨®n, El Chicle se ha escudado en una afon¨ªa para no hacerlo. Y precisamente la prueba m¨¢s llamativa de este juicio por presunto rapto tiene que ver con su voz. Es el archivo de audio que esta mujer joven grab¨® e inmediatamente envi¨® sin saberlo a un amigo con el que ven¨ªa intercambiando mensajes de WhatsApp cuando fue abordada en un chafl¨¢n oscuro entre dos calles. En esta grabaci¨®n, que qued¨® registrada al apretar el terminal contra su pecho para no entreg¨¢rselo al agresor, se oye la voz del hombre que fuerza a la v¨ªctima y c¨®mo ella intenta convencerlo, angustiada, para darle solo el dinero que lleva encima, 20 euros. Pero Abu¨ªn, que aquel d¨ªa de Navidad no estaba af¨®nico, ha dicho hoy mi¨¦rcoles que no reconoce su voz en el audio.

Tras la denuncia de la v¨ªctima en el cuartel, la grabaci¨®n de voz fue revisada por la Guardia Civil y se identific¨® su voz como la del ya por entonces ¨²nico sospechoso de la desaparici¨®n de Diana Quer. La matr¨ªcula, recordada a medias, tambi¨¦n coincid¨ªa con la del Alfa Romeo gris plata, propiedad de la esposa de Abu¨ªn, cuyo modelo hab¨ªa sido reconstruido por ordenador por ingenieros de Vigo a partir de las luces de los faros grabadas por las c¨¢maras de la autov¨ªa la noche en que muri¨® Diana. Hoy un agente ha recordado lo que le dijo El Chicle cuando, acabando el a?o, lo fue a detener: "?Mont¨¢is este circo por robar un m¨®vil?".

"Una broma"

Seg¨²n el escrito de la Fiscal¨ªa, Abu¨ªn vio a la v¨ªctima desde su veh¨ªculo y la abord¨® en un lugar donde "la iluminaci¨®n era muy escasa" y "no hab¨ªa viandantes", aprovechando que ella se encontraba absorta en una conversaci¨®n de WhatsApp. Tras "abalanzarse" sobre ella, y con la intenci¨®n de "agredirla sexualmente", contin¨²a la fiscal del caso, El Chicle la agarr¨® por el cuello, la amenaz¨® con un objeto punzante y le exigi¨® que le entregara el m¨®vil. Sin embargo, al o¨ªr que pasaba un veh¨ªculo, el procesado trat¨® de "despistar" a la v¨ªctima dici¨¦ndole que "todo hab¨ªa sido una broma". Le lleg¨® a asegurar que pod¨ªa irse, pero inmediatamente volvi¨® a atenazarla y la empuj¨® al maletero abierto del Alfa Romeo. Ella se resisti¨®, y logr¨® mantener fuera, de rodilla para abajo, las piernas hasta conseguir salir. Alarmados por las voces de la mujer, se acercaron dos j¨®venes y Abu¨ªn subi¨® al coche y huy¨®.

Tras la denuncia, la Guardia Civil recuper¨® de la c¨¢mara de seguridad de un pazo las im¨¢genes del Alfa Romeo plateado movi¨¦ndose por la calle y cambiando de sentido, supuestamente cuando se fij¨® en la chica. En el v¨ªdeo tambi¨¦n aparece ella, caminando por la calle, ligeramente encorvada porque va atendiendo a los mensajes de WhatsApp. Esta escena es inmediatamente anterior a la grabaci¨®n de audio de la conversaci¨®n en gallego en la que ella implora, "por favor, por favor", mientras ¨¦l la amenaza: "Si sigues gritando te corto. Dame el m¨®vil y m¨¦tete en el coche". Pero repentina y radicalmente ¨¦l cambia de registro al o¨ªr pasar un coche. Le pregunta afablemente si se llama "Carla", y le asegura que todo ha sido una broma que planeaba hacerle a Carla por encargo de su novio. "?Est¨¢s bien? ?Est¨¢s tranquila?", le insiste. Y hace que la deja ir, aunque a cada paso que da ella para alejarse ¨¦l avanza otro paso igual.

"Yo sab¨ªa que el m¨®vil era mi salvaci¨®n", ha explicado T. tras el biombo con mirilla puesto en la sala de vistas para protegerla de la presencia de Abu¨ªn (aunque luego ha tenido que ver por el agujero para identificar al acusado). El tel¨¦fono era su ¨²nica forma de pedir socorro si el hombre llegaba a meterla en el coche y estaba determinada a no soltarlo. No supo que hab¨ªa grabado la voz de su agresor hasta que aquella noche, cuando revisaban sus lesiones en el hospital, recibi¨® un mensaje de su amigo. Le preguntaba qu¨¦ era aquello tan extra?o que le hab¨ªa mandado. La mujer asegura que, para salvar su vida, lleg¨® a agarrar con la mano el filo de lo que, supone, era un cuchillo pegado a su cuello. "Hubo un momento en que creo que intent¨® cerrar el maletero", ha contado entre sollozos. "Pensaba, si cierra el maletero no salgo m¨¢s".

En el fondo del maletero, sobre la alfombrilla, hab¨ªa puesta una "s¨¢bana, manta o toalla blanca", ha recordado T. El Chicle, en su turno, hab¨ªa explicado su versi¨®n de por qu¨¦ eligi¨® el coche de su esposa aquella noche. Hac¨ªa poco que ¨¦l se hab¨ªa comprado un Audi A4 pero no quer¨ªa ensuciarlo. Para robar combustible llevaba el Alfa Romeo, que ya se hab¨ªa "manchado de gasoil" m¨¢s veces.