El Chicle fue el principal sospechoso desde la desaparici¨®n de Diana Quer
El juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 1 de Ribeira reabre el caso que cerr¨® provisionalmente en abril de 2017
Para la Guardia Civil, Jos¨¦ Enrique Abu¨ªn Gey, alias El Chicle, era el principal sospechoso de la desaparici¨®n de Diana Quer desde noviembre de 2016. Pero sorte¨® el cerco gracias a el posicionamiento en falso de su m¨®vil. La Guardia Civil no lograba cuadrar ese dato. Seg¨²n los repetidores, su tel¨¦fono y el de su v¨ªctima viajaron a la par todo el tiempo desde que se le perdi¨® el rastro a la muchacha, pero a la salida de A Pobra, a ¨¦l lo situaban en un lugar distinto que a la v¨ªctima. En las siguientes fiestas patronales, las de este verano pasado, la Guardia Civil encaj¨® la pieza que faltaba.
La saturaci¨®n de las l¨ªneas en grandes concentraciones humanas provoca saltos en las redes de telefon¨ªa, que ¡°se adaptan a las condiciones de la demanda¡± en busca de postes. Eso le daba ventaja. El Chicle, conocido as¨ª desde joven por sus dificultades para vocalizar, hab¨ªa aleccionado a su pareja y a sus cu?ados. Les dijo que la Guardia Civil lo estaba investigando por la desaparici¨®n de Diana Quer, la madrile?a de 18 a?os que falt¨® para siempre de A Pobra el 22 de agosto de 2016 durante las fiestas del Carmen dos Pincheiros, y les asegur¨® tambi¨¦n que ¨¦l no ten¨ªa nada que ver. Les pidi¨® que lo cubrieran, que le facilitaran una coartada.
Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Polic¨ªa Judicial de A Coru?a ten¨ªan claro que su familia era sus cimientos, y tambi¨¦n la ¡°parte d¨¦bil¡± que en cuanto faltase le har¨ªa precipitarse al vac¨ªo. As¨ª lo explicaron ayer el coronel jefe de la UCO, Manuel S¨¢nchez Corb¨ª, y el coronel de la Guardia Civil de A Coru?a, Javier Jambrina, en la rueda de prensa sin precedentes que ofrecieron en la Delegaci¨®n del Gobierno de esta ciudad para contar infinitos pormenores de una investigaci¨®n ¡°dif¨ªcil¡±, que lleg¨® a estar ¡°en v¨ªa muerta¡± y que se precipit¨® en la ¨²ltima semana contra todo pron¨®stico cuando los agentes ya estaban completamente seguros de su sospechoso.
A falta de cad¨¢ver, los ¨²nicos elementos con los que pod¨ªan trabajar los investigadores eran las c¨¢maras de seguridad y de la autov¨ªa, en total 40; el posicionamiento de infinidad de tel¨¦fonos m¨®viles que hab¨ªan estado presentes aquella noche en las fiestas patronales de A Pobra y el ¡°trozo¡± de vida de Diana que aport¨® su tel¨¦fono m¨®vil desde que envi¨® su ¨²ltimo mensaje hasta que intent¨® llamar sin ¨¦xito a una amiga. La chica advert¨ªa que un hombre la estaba siguiendo: ¡°?Y qu¨¦ te dice?¡±, le preguntaba su conocida. ¡°Morena, ven aqu¨ª¡±, contestaba Diana a las 2,42. La llamada frustrada se produc¨ªa a las 2,58.
Revisi¨®n frustrante
Los agentes pronto supieron que buscaban a un ¡°malo¡± que hab¨ªa actuado solo o en compa?¨ªa y que no ten¨ªa vinculaci¨®n con su v¨ªctima. La revisi¨®n de las c¨¢maras fue ¡°frustrante¡± porque las matr¨ªculas eran ¡°fogonazos de luz¡± de las que no se sacaba nada en limpio. Pero el 27 de octubre, con la aparici¨®n del iPhone 6 blanco de la chica sumergido bajo el puente de la autov¨ªa comarcal, empez¨® a perfilarse el dibujo del crimen.
En noviembre de 2016, El Chicle, natural de Rianxo, con antecedentes delictivos y una denuncia anterior por agresi¨®n sexual, ya era el ¡°principal sospechoso¡±. Aunque no se ve¨ªan claramente las matr¨ªculas, a la hora en que supuestamente Diana pasaba a gran velocidad por el tramo del puente el posicionamiento de su tel¨¦fono y el de su presunto raptor eran compatibles. En ese instante, hab¨ªa tres coches cruzando el viaducto de Tarago?a: un coche con remolque que jam¨¢s pudo identificarse, otro que s¨ª se pudo pero que se investig¨® y se descart¨® y el Alfa Romeo de Jos¨¦ Enrique Abu¨ªn.
Las antenas situaban juntos a El Chicle y a su v¨ªctima entre la hora del mensaje de WhatsApp y la de la llamada frustrada. Pero en la investigaci¨®n a la que fue sometido el delincuente, con antecedentes por narcotr¨¢fico y contra la seguridad vial, hab¨ªa algo que no encajaba. Los postes de telefon¨ªa indicaban que en el preciso momento de abandonar A Pobra, el tel¨¦fono de Diana circulaba por la salida sur y el de Abu¨ªn, por otra diferente. El enigma no se pudo resolver hasta que se reconstruy¨® ¡°la foto¡± de las fiestas en las patronales de este ¨²ltimo verano. Entonces, con asesoramiento de las compa?¨ªas telef¨®nicas, los investigadores pudieron comprobar que ¡°la saturaci¨®n¡± en las redes provoca saltos. ¡°Las redes son inteligentes y se adaptan a la demanda¡± buscando una antena m¨¢s liberada, explic¨® Corb¨ª. El Chicle llevaba a Diana con ¨¦l.
Con Abu¨ªn en prisi¨®n y las pruebas de ADN que confirman que el cad¨¢ver pertenece a Quer en la mano, el juez de instrucci¨®n del 1 de Ribeira reabri¨® ayer el caso que hab¨ªa cerrado provisionalmente en abril. Corb¨ª describi¨® al Chicle como ¡°un profesional de la delincuencia, en un terreno que domina¡±, ¡°un criminal muy avispado y un manitas con los coches, que modifica para que corran m¨¢s¡±, para circular por Galicia a una velocidad habitual de 150 kil¨®metros por hora. Abu¨ªn supo que lo estaban investigando y en noviembre, cuando ya era ¨²nico objetivo de la Guardia Civil, llam¨® a un agente que conoc¨ªa para sonsacarle por qu¨¦ lo segu¨ªan.
Delincuente profesional
Cuando fue llamado a declarar en calidad de testigo, se contradijo. En una ocasi¨®n asegur¨® que no hab¨ªa estado en A Pobra y despu¨¦s, junto a su pareja, declar¨® que aquella noche hab¨ªa estado robando gasolina en la localidad. La Guardia Civil asegura ahora que no se crey¨® esa versi¨®n porque el m¨®vil de su compa?era no se movi¨® de casa aquella jornada.
Sin embargo, actuando como un delincuente ¡°profesional¡±, trat¨® por todos los medios de esquivar el cerco que se iba estrechando lentamente sobre ¨¦l. Entreg¨® un primer tel¨¦fono m¨®vil que no era el que llevaba aquella noche para mostrar su ¡°disposici¨®n a colaborar¡±. Y cuando le dijeron ¡°este no es el que queremos¡±, facilit¨® el que la Guardia Civil buscaba, pero reseteado. Dej¨® tambi¨¦n que investigasen su coche, pero estaba limpio, libre de pruebas. Probablemente fue en ese momento cuando los agentes introdujeron un micro en el auto. Pero en las conversaciones grabadas con su pareja, el Chicle era extremadamente prudente: ¡°Eran conversaciones enlatadas¡±.
En noviembre de 2017, "ya no ten¨ªamos ninguna duda de que el Chicle se hab¨ªa llevado a Diana", afirm¨® Corb¨ª. "Nos afanamos en terminar los informes t¨¦cnicos, extremadamente largos", para enviarlos al juez. Quer¨ªan encontrar el cuerpo y al mismo tiempo debat¨ªan cu¨¢ndo detenerlo, convencidos de que no caer¨ªa en el error de reincidir pero dej¨¢ndole ver que segu¨ªan sus pasos para no correr riesgos. Sin embargo, a cualquiera se le pasa por la cabeza que el hilo estaba demasiado tenso y que pudo haber una segunda desdichada Diana Quer. Abu¨ªn cay¨® en la tentaci¨®n y lo intent¨® de nuevo con otra mujer de 28 a?os el d¨ªa de Navidad. Ah¨ª se acab¨® su burla.
Oficialmente, sobre el papel, ante la Guardia Civil no ha reconocido este intento de secuestro ni el asesinato de Diana, sino un atropello involuntario, pero revel¨® el lugar donde estaba el cad¨¢ver. El cuerpo de Diana apareci¨® en un aljibe de 10 metros de profundidad en una nave de Rianxo. Un pozo cerrado con una pesad¨ªsima losa de metro y medio de di¨¢metro que los bomberos solo pudieron mover amarr¨¢ndola a un cami¨®n. El perro adiestrado marc¨® el lugar. Introdujeron una c¨¢mara submarina y confirmaron que all¨ª estaba el cad¨¢ver. Ten¨ªa un bloque de cemento atado a la cintura y otro a los hombros. Estaban tambi¨¦n su bolso, como ¨²nica pertenencia, y una brida pl¨¢stica que ahora el forense trata de determinar si sirvi¨® para estrangularla o maniatarla.
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