De iglesias a ¡®spas¡¯: la obligada reconversi¨®n de los templos canadienses ante la falta de fieles
Unas 9.000 instalaciones religiosas del pa¨ªs norteamericano dejar¨¢n de ser tales en la pr¨®xima d¨¦cada para convertirse en bibliotecas, restaurantes o gimnasios
La evidente p¨¦rdida de fieles est¨¢ obligando a las iglesias canadienses a pensar en otros usos. Un pu?ado de templos de Montreal han pasado de acoger a los creyentes a ser utilizados con fines bien distintos de la fe: el Sanctuaire du Rosaire es ahora sede de un gimnasio y un spa, Notre-Dame-du-Perp¨¦tuel-Secours vive una segunda vida como sala de espect¨¢culos y la iglesia anglicana de l¡¯Ascension alberga hoy una atractiva biblioteca municipal. Otros espacios han sido transformados en condominios, restaurantes y aulas universitarias, los nuevos templos laicos.
Este fen¨®meno, sin embargo, dista de ser end¨¦mico de Montreal: numerosos templos ubicados en otros puntos de la geograf¨ªa han recorrido el mismo camino. Seg¨²n The National Trust for Canada, unos 9.000 sitios de culto ¡ªla tercera parte de todos los que hay repartidos por el vast¨ªsimo pa¨ªs norteamericano¡ª est¨¢ en riesgo de cerrar en la pr¨®xima d¨¦cada. ¡°Son datos que hemos recopilado gracias a diversos expertos, a reportajes period¨ªsticos y a informaci¨®n que recibimos de los grupos religiosos. Est¨¢ ocurriendo en zonas rurales y urbanas¡±, dice Robert Pajot, jefe del proyecto Regeneraci¨®n de este organismo. Holanda y Australia son otros dos ejemplos de naciones en las que se est¨¢ dando una reconversi¨®n similar.
La raz¨®n principal es la p¨¦rdida de fe: cada vez hay menos canadienses con inclinaciones religiosas, especialmente entre quienes practican el cristianismo. Seg¨²n la agencia nacional de estad¨ªsticas de Canad¨¢, el 67% de la poblaci¨®n del pa¨ªs se defin¨ªa como cristiana en 2011 (el a?o m¨¢s reciente en que se recopilaron estos datos) y el 24% dijo que no profesaba culto alguno. Cuatro d¨¦cadas atr¨¢s, los cristianos eran el 88%. El sondeo de 2011 arroj¨® que el 62% de quienes se consideraban miembros del cristianismo no hab¨ªa asistido a ceremonias religiosas en los 12 meses anteriores a la consulta.
La disminuci¨®n del n¨²mero de creyentes y su poca asistencia a los sitios de culto provoca que los grupos religiosos cuenten con menos recursos econ¨®micos. Seg¨²n la organizaci¨®n canadiense, los altos gastos de mantenimiento de los templos propician su venta para otras actividades, su demolici¨®n o su abandono. Pajot comenta que las consecuencias son m¨²ltiples. ¡°Estos lugares tienen un significado para sus comunidades m¨¢s all¨¢ de la religi¨®n. Han albergado actividades sociales y culturales que han apoyado la vitalidad de los vecindarios. Se trata de centros comunitarios de facto. Tambi¨¦n forman parte de la historia de los vecindarios, incluso si no los conoces por dentro¡±, afirma.
Luc Noppen, profesor de estudios urbanos y patrimonio arquitect¨®nico en la Universidad de Quebec en Montreal, comenta a este diario: ¡°Hay una diferencia importante entre Quebec y el resto de Canad¨¢. [Aqu¨ª], el porcentaje de pr¨¢ctica religiosa es uno de los que m¨¢s ha disminuido en el mundo¡±. Noppen dice que varios inmigrantes que llegan a esta provincia frecuentan las iglesias, especialmente en Montreal, pero que no es suficiente para cubrir sus costes. ¡°Adem¨¢s de ser sitios de culto, los templos son edificios patrimoniales. Esto justifica que se inyecten fondos para su conservaci¨®n, pero no contempla el pago de seguros, calefacci¨®n y otros¡±, explica.
Asesor¨ªa inmobiliaria a los grupos religiosos
Pajot reconoce que es complejo incidir en las decisiones que afectan a cada templo. Dice que su uso comercial no es siempre algo negativo, pero que deber¨ªa privilegiarse una dimensi¨®n comunitaria. ¡°Nuestro objetivo es propiciar un di¨¢logo sobre el futuro de estos sitios. El peor escenario es su demolici¨®n por razones que nada tengan que ver con su estado¡±, apunta. The National Trust for Canada trabaja al alim¨®n con Faith & the Common Good, otra instituci¨®n sin fines de lucro, brindando asesor¨ªa a grupos religiosos de Ontario respecto a sus decisiones inmobiliarias. ¡°Lo fundamental es considerar las diversas opciones y que exista un di¨¢logo nacional sobre el tema. No solo con la participaci¨®n de los l¨ªderes religiosos, sino tambi¨¦n con distintos niveles de Gobierno, empresarios y organismos comunitarios¡±, dice Pajot.
Noppen comenta, refiri¨¦ndose a Quebec, que una soluci¨®n es constituir organismos sin ¨¢nimo de lucro para que se encarguen de los templos que han cerrado sus puertas a la fe. Otra opci¨®n es que estos organismos compartan el mismo edificio con los grupos religiosos, especificando las ¨¢reas para el culto y para otras actividades. ¡°Ya hay algunos proyectos llevados a cabo con buenos resultados, principalmente gracias al apoyo financiero del Ministerio de Cultura. Pero queda a¨²n mucho por hacer¡±, agrega.
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