Mantener el control hasta el final
Cuando un paciente entra en estado vegetativo, ser¨¢n los dem¨¢s quienes decidan por ¨¦l a no ser que haya dejado por escrito cu¨¢l es su preferencia para esa situaci¨®n
Un accidente como el que sufri¨® Vicent Lambert cuando ten¨ªa 31 a?os le puede suceder a cualquiera. Como tambi¨¦n puede suceder que una enfermedad neurodegenerativa nos prive de la capacidad de decidir. La Ley de Autonom¨ªa del Paciente vigente en Espa?a desde 2002 consagra el derecho del enfermo a rechazar cualquier tratamiento. Pero para ello tiene que tener plena capacidad para expresar su voluntad. Cuando un paciente entra en estado vegetativo, ser¨¢n los dem¨¢s quienes decidan por ¨¦l a no ser que haya dejado por escrito cu¨¢l es su preferencia para esa situaci¨®n.
El triste y enconado litigio que mantienen la esposa y una parte de la familia de Lambert por un lado, y sus padres, fervientes cat¨®licos, por otro, muestra hasta qu¨¦ punto la vida de una persona puede quedar prisionera de las convicciones de los dem¨¢s. La esposa de Lambert, que tiene la custodia legal del enfermo, intenta que le sea retirada la hidrataci¨®n y la alimentaci¨®n artificial para que pueda morir en paz. Para esa decisi¨®n cuenta con el apoyo de los m¨¦dicos, que han certificado el estado irreversible del coma, y el amparo tanto del Consejo de Estado franc¨¦s como del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que en 2015 reconoci¨® que la retirada de los soportes vitales no contraviene el art¨ªculo 2 del Convenio de Derechos Humanos.
Pero cada vez que se ha intentado dar el paso, los padres han pleiteado para evitarlo. Sostienen que su hijo no es un enfermo terminal y que retirarle los soportes vitales viene a ser como una condena a muerte. La esposa, en cambio, lucha para que no sea condenado a vivir una vida vegetativa que ¨¦l hubiera considerado indigna.
La retirada de los soportes vitales est¨¢ aceptada como una buena pr¨¢ctica cl¨ªnica en el caso de enfermos incurables en fase terminal. En esas situaciones, se considera que mantener el respirador o la alimentaci¨®n parenteral lo ¨²nico que hace es prolongar la agon¨ªa. Mantener la vida en esas condiciones es encarnizamiento terap¨¦utico. Pero si, como en el caso de Lambert, el paciente no est¨¢ en fase terminal, la desconexi¨®n siempre resulta muy problem¨¢tica.
Los avances m¨¦dicos permiten prolongar la vida vegetativa durante a?os y de hecho, es una situaci¨®n relativamente frecuente. Y, sin embargo, son muy pocos los ciudadanos que toman la precauci¨®n de dejar constancia de cu¨¢l es su deseo si eso sucede. El testamento vital es el instrumento previsto en la legislaci¨®n vigente para expresar la voluntad de forma anticipada. Puede hacerse ante notario o simplemente ante testigos adultos. En todo caso, es aconsejable depositar el documento en el registro de voluntades anticipadas habilitado al efecto.
Es un tr¨¢mite sencillo que evita muchos problemas y mucho sufrimiento. Pero la muerte sigue siendo un gran tab¨² en nuestra cultura, por eso se suele dejar siempre para m¨¢s adelante pese a que el testamento vital puede evitar, llegado el caso, que otros decidan prolongar la vida en condiciones que no se desean. Y tambi¨¦n puede evitar que la gesti¨®n de la muerte se convierta en un suplicio para los allegados.
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