La ca¨ªda del oscuro ap¨®stol de la Luz del Mundo
La detenci¨®n por abusos sexuales del l¨ªder de la segunda confesi¨®n de M¨¦xico sacude la colonia donde se fund¨®. All¨ª conf¨ªan en un ¡°milagro¡± para Naas¨®n Joaqu¨ªn Garc¨ªa
¡ªPru¨¦bate esta.¡ªUna joven que se acaba de duchar, cubierta con una bata rosa y el pelo todav¨ªa mojado que le cubre los hombros, se?ala una falda de raso con un enorme broche de diamantes en el extremo izquierdo de la zona de la pelvis.
¡ª?Pero esta no ser¨ªa para un evento especial? ?As¨ª se visten diariamente?
¡ªBueno, yo no... Pero muchas as¨ª las usan.
Es la m¨¢s cara de la tienda (unos 500 pesos) y como todas las que hay, cae hasta los tobillos. El local no tiene ni nombre y ni intenci¨®n de vender, pero hay un cartelito en el que se avisa de que si se llama al timbre, alguien atender¨¢. Fuera, en la calle Jeric¨®, no hay un alma a medio d¨ªa.
Desde cualquier punto de este barrio en Guadalajara (M¨¦xico) se observa un imponente templo blanco, de m¨¢s de 80 metros de altura, con la base de un extra?o pol¨ªgono de 18 lados y de otros prismas m¨¢s peque?os que se superponen. Y en lo m¨¢s alto, una figura retorcida de metal dorado. Todas las calles, dise?adas de forma radial, llevan hacia ¨¦l. En esta colonia, los 8.000 habitantes son vecinos y fieles todos de la iglesia de La Luz del Mundo, la segunda confesi¨®n de M¨¦xico por detr¨¢s de la cat¨®lica y una de las ramas de corte evang¨¦lico con m¨¢s seguidores ¡ªunos cuatro millones y medio, seg¨²n sus cifras¡ª en Latinoam¨¦rica, Estados Unidos y algunos pa¨ªses de Europa, como Espa?a. Su l¨ªder, al que llaman El Ap¨®stol, Naas¨®n Joaqu¨ªn Garc¨ªa, ha sido detenido este martes en California por delitos relacionados con abuso sexual, tambi¨¦n a menores, y tr¨¢fico de personas. Y desde la sede fundacional, sus fieles tratan de sacudirse las acusaciones de pertenecer a una macabra secta.
La cara de Nas¨®n Joaqu¨ªn est¨¢ en todas partes. "Ser santo, es vivir donde est¨¢ la maldad pero no caer en la maldad", reza un gran cartel con su rostro que da la bienvenida a una colonia en el oriente de Guadalajara donde no se vende alcohol ni tabaco, ni se ve un bar o una cafeter¨ªa, donde las mujeres visten con faldas hasta los tobillos y una toquilla bordada de colores sobre la cabeza para entrar al templo. Un barrio de casas de una planta de colores blanco y azul ¡ªlos colores de Israel¡ª cuyos habitantes tienen en su mayor¨ªa nombres del Antiguo Testamento (Ruth, Judith, Isa¨ª, Israel) y sus calles: Nazaret, Jord¨¢n, Getseman¨ª...Y se llama la Hermosa Provincia.
El l¨ªder, tras las rejas de una prisi¨®n en California, est¨¢ acusado ¡ªjunto a tres c¨®mplices¡ª de haber realizado vejaciones a menores de edad, tocamientos, violaciones con "gran da?o f¨ªsico" para la v¨ªctima y un testimonio relata la obligaci¨®n de tener sexo oral con El Ap¨®stol y con una de sus colaboradoras. 26 delitos en total, incluidos la pornograf¨ªa infantil y el tr¨¢fico de personas, cometidos entre 2015 y 2018. El fiscal general de California, Xavier Becerra, ha llegado a decir de ¨¦l que es un "demente". Y ha pedido una fianza de 50 millones de d¨®lares, la m¨¢s alta de la historia, pues considera que hab¨ªa altas probabilidades de que los seguidores de la iglesia en el mundo la pagaran.
"A m¨ª no va a venir nadie a decirme que ¨¦l es malo. Porque nadie lo conoce como yo", cuenta una feligresa desde los bancos del templo. Ruth, nombre ficticio, se se?ala el coraz¨®n cuando habla y tiene los ojos enfurecidos por lo que ella y su comunidad han descrito como una "persecuci¨®n religiosa". Comparan la detenci¨®n de su l¨ªder con la que sufri¨® San Pablo y hay quien lo equipara con Jesucristo. "Yo vi cuando Dios lo llam¨® para ser nuestro ap¨®stol, unos d¨ªas despu¨¦s de que su pap¨¢ Samuel durmiera. Un pastor ley¨® desde el p¨²lpito los sue?os de muchos hermanos y todos hab¨ªan escuchado su nombre. ?l estaba ah¨ª detr¨¢s [en unas butacas en la zona central del templo], no se lo esperaba, ni lo quer¨ªa. Pero acept¨® la encomienda de Dios humildemente", relata Ruth, una joven de 27 a?os que porta una toquilla roja, como una decena de "hermanas" apostadas en la entrada de la iglesia. Son "obreras" de esta religi¨®n, y su misi¨®n, cuentan, es atender a los reci¨¦n llegados, "de forma voluntaria", y orientarlos en la fe durante sus d¨ªas libres.
En la Hermosa Provincia, las relaciones humanas con el forastero no son lo que parecen. Desde que un extra?o cruza la calle Jeric¨® y se acerca al templo, se activa un efectivo dispositivo de seguridad, que consiste en un grupo de se?oras ¡ª con la toquilla roja¡ª y se?ores, tambi¨¦n "obreros", que amablemente y sin perder la sonrisa, dirigen al visitante hacia las oficinas de prensa, evitando el menor contacto posible con los "hermanos" o feligreses. Unos minutos despu¨¦s, esas se?oras, en su mayor¨ªa septuagenarias, conocen hasta el lugar de procedencia del extranjero, con qui¨¦n vino a la Hermosa Provincia y para qu¨¦.
La Hermosa Provincia se fund¨® en 1952 por un campesino, con escasa formaci¨®n escolar, que se inscribi¨® en el Ej¨¦rcito durante la guerra cristera en M¨¦xico, Eusebio Joaqu¨ªn Gonz¨¢lez ¡ªabuelo de Naas¨®n Joaqu¨ªn¡ª. En 1926 hab¨ªa creado la Luz del Mundo, con un centenar de seguidores, inspirado en lo que aprendi¨® de dos pastores evang¨¦licos de Torre¨®n (Coahuila). Aplic¨® su disciplina militar al movimiento religioso, tambi¨¦n la obediencia. Ese a?o, la confesi¨®n, que contaba con unos 2.000 devotos, compr¨® un terreno de 14 hect¨¢reas y lo dividi¨® en parcelas para vender a precios accesibles a los "hermanos"¡ªla mayor¨ªa gente humilde e inmigrantes del campo, desarraigados¡ª y as¨ª asegurarse un lugar donde poder restaurar la misi¨®n de este movimiento religioso: instaurar la verdadera comunidad cristiana primitiva. Ah¨ª, en este barrio que ahora no cuenta con ninguna frontera del resto de colonias del oriente de Guadalajara, se mantiene la vida comunitaria, controlada por las redes de la iglesia.
La potente expansi¨®n de esta poderosa instituci¨®n en M¨¦xico, de liderazgo din¨¢stico ¡ªprimero Eusebio, despu¨¦s Samuel y ahora Naas¨®n¡ª se explica por su estrat¨¦gica asociaci¨®n al poder pol¨ªtico. La antrop¨®loga e investigadora de este movimiento Ren¨¦e de la Torre hace hincapi¨¦ en que se trata de una "instituci¨®n muy sofisticada", pues adem¨¢s de la parte religiosa, cuentan con una "capacidad clientelar muy interesante, al poder ofrecer votos organizados en forma territorial y, por otro lado, est¨¢n implementando las mismas estrategias de la Iglesia Universal en Brasil: colocar a sus cuadros en bancadas de diputados y senadores". La organizaci¨®n religiosa se ha ido adaptando a los diferentes partidos pol¨ªticos en el poder, pero siempre ha tenido un acercamiento intenso a todos los que han gobernado Jalisco. Desde sus inicios, con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), a cuyos eventos asist¨ªan mayoritariamente los llamados "hijos de la luz".
La prueba de que esta relaci¨®n sigue siendo estrecha actualmente se manifest¨® el pasado 15 de mayo. La congregaci¨®n celebr¨® un gran evento en el palacio de Bellas Artes para celebrar el 50? cumplea?os de Naas¨®n Joaqu¨ªn, al que acudi¨® una veintena de legisladores. El concierto levant¨® una oleada de cr¨ªticas al Gobierno, ya que en los edificios p¨²blicos mexicanos est¨¢ prohibida la celebraci¨®n de cultos religiosos. El presidente L¨®pez Obrador tuvo que explicar la ma?ana siguiente que se hab¨ªa tratado de una "confusi¨®n". Seg¨²n la explicaci¨®n oficial, el palacio hab¨ªa sido alquilado con una solicitud "laica" y a nombre del senador Rogelio Zamora, del Partido Verde Ecologista (socio pol¨ªtico del PRI), quien reconoci¨® despu¨¦s ser devoto de esta Iglesia.
Naas¨®n Joaqu¨ªn Garc¨ªa es el ¨²nico por el que responden los cuatro millones y medio de fieles. "Los hermanos lo consideran el elegido por Dios. ?C¨®mo te enfrentas a alguien que es el veh¨ªculo de transmisi¨®n de Dios? Cuando aparece en el templo, todos lloran y entran en trance. La gente vive un ¨¦xtasis colectivo ante su presencia, las mujeres gritan: "Hazme santa". Todos sienten un amor total por el l¨ªder y eso obviamente genera muchas formas de fascinaci¨®n. Es como tener a Dios enfrente", explica de la Torre sobre el carisma del l¨ªder de la Luz del Mundo. Precisamente lo que distancia a esta religi¨®n de otras evang¨¦licas es la devoci¨®n absoluta por el l¨ªder. Su imagen de hombre derrotado tras las rejas, con la barba sin afeitar y la mirada perdida, ha provocado una fractura en el movimiento religioso ¡ªno cat¨®lico¡ª m¨¢s poderoso de M¨¦xico.
En el templo, miles de fieles se han reunido a las seis de la tarde para orar. En el interior de una de las construcciones religiosas m¨¢s grandes de Am¨¦rica Latina, con capacidad para 15.000 personas, se escuchan llantos desconsolados, gritos y un murmullo que no cesa. En esta iglesia no es necesario bajar la voz al entrar: junto a un grupo de hombres hincados de rodillas en el suelo, hay otros que hablan de su fe como si estuvieran en la calle. Est¨¢n prohibidos los instrumentos musicales y cada "hermano" grita o canta a capela lo que le parece. Las mujeres y los hombres est¨¢n separados dentro del templo, y en general, el ambiente es ca¨®tico. El pastor pide que recen por El Ap¨®stol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
