Padres del ¡®caso Infancia Libre¡¯, unidos para demandar
La Polic¨ªa acusa a una cuarta mujer de sustracci¨®n de menores en Granada, donde m¨¢s de una decena de afectados se organizan

Hechos. Agentes de la Unidad Adscrita de la Polic¨ªa Nacional en los juzgados de Plaza Castilla acompa?aron este martes hasta un juzgado de Granada a Roc¨ªo de la Osa, vicepresidenta de la asociaci¨®n por los derechos de los ni?os Infancia Libre. Se convert¨ªa en la cuarta acusada por un presunto caso de ¡°sustracci¨®n de menores¡± y ¡°desobediencia judicial¡±, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. Todas hab¨ªan acusado a los padres de abusos sexuales a los ni?os, en causas que se archivaron o sobreseyeron. Los progenitores pasaron a?os sin ver a sus hijos.
Fuentes policiales creen que De la Osa ¡°es la conexi¨®n de Infancia Libre¡± en Granada, que se ha convertido en una especie de epicentro de este espinoso asunto. All¨ª, m¨¢s de una decena de familiares, entre padres y abuelas de los ni?os, han conformado una plataforma. Tras a?os de procedimientos judiciales han decidido poner una demanda conjunta. Para ello han contratado los servicios del bufete de abogados In Diem (con sede en Sevilla, M¨¢laga y Madrid), cuenta su portavoz, Miguel Carrillo.
El encadenamiento de detenciones ha dado lugar al caso Infancia Libre, en el que la Polic¨ªa sigue investigando denuncias de padres supuestamente apartados de sus hijos por madres que presuntamente incumplen sentencias judiciales y reg¨ªmenes de visitas.
Los agentes barajan que detr¨¢s de esta asociaci¨®n exista una posible ¡°organizaci¨®n criminal¡±, ante la ¡°semejanza de los casos y de los profesionales sanitarios que participan en ellos¡±, entre otros, una pediatra y una psic¨®loga del Servicio Andaluz de Salud que ejercen precisamente en Granada.
De la Osa es la cuarta madre que salta a los medios de un caso que empez¨® con Mar¨ªa Sevilla, de 36 a?os, presidenta de Infancia Libre. Fue detenida el pasado 1 de abril en Cuenca. Se ocultaba en una casa de campo con su hijo de 11 a?os y otra ni?a de una segunda relaci¨®n. D¨ªas despu¨¦s, el 11 de mayo, vino el arresto de Patricia Gonz¨¢lez, de 44 a?os y perteneciente a la misma asociaci¨®n. Se hab¨ªa ¡°saltado sistem¨¢ticamente el r¨¦gimen de visitas¡± y hab¨ªa impedido que el padre viera a su hijo, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. La ¨²ltima detenci¨®n, el pasado 21 de mayo, fue la de Ana Mar¨ªa Bayo Villamil, de 39 a?os, integrante de la misma organizaci¨®n. La raz¨®n, ¡°impedir durante los dos ¨²ltimos a?os que su expareja viera a su hija¡±, seg¨²n las mimas fuentes.
¡°No sab¨ªa si mi hija estaba viva o muerta¡±
Este martes, Mauro G. atend¨ªa al tel¨¦fono nervioso. Estaba contento pero impaciente. A¨²n no hab¨ªa logrado abrazar a su hija, tras cinco a?os sin verla. Su exmujer, Roc¨ªo de la Osa, lo denunci¨® por abusos sexuales a la ni?a y por violencia de g¨¦nero. Los procedimientos fueron sobrese¨ªdos. S¨ª fue condenado por una falta, como ¨¦l mismo reconoce. Cuenta que cuando se separ¨®, su ni?a ten¨ªa tres a?os. Que al principio la custodia era compartida. Pero que una denuncia por abuso sexual lo cambi¨® todo. Sim¨®n, la abogada de la madre, asegura que la ni?a se niega a verlo. Explica que la custodia la ten¨ªa la madre y que recurrir¨¢n el auto que otorg¨® este martes el cuidado de la cr¨ªa a la t¨ªa paterna hasta que un juzgado decida sobre la cuesti¨®n.
En 2017, se fij¨® un r¨¦gimen de visitas cada 15 d¨ªas al padre que deb¨ªa hacerse efectivo tras un acuerdo entre los progenitores. Sim¨®n asegura que el responsable de su incumplimiento fue Mauro G., dado que De la Osa ¡°nunca se mud¨® de Granada¡±. ?l, todo lo contrario. ¡°No he sabido d¨®nde estaba mi hija. S¨¦ que vivi¨® en Alcal¨¢ La Real. Durante a?os no supe si estaba viva o si estaba muerta¡±.
Por el momento, cada caso est¨¢ judicializado individualmente. La abogada de las cuatro madres, Carmen Sim¨®n, niega categ¨®ricamente que exista una organizaci¨®n criminal y explica que ha asumido algunas de las defensas despu¨¦s de que se hubieran resuelto las causas por abusos sexuales. Asegura que est¨¢n emprendiendo medidas legales ante las informaciones publicadas ¡°y la actuaci¨®n de la polic¨ªa¡±. Entretanto, los investigadores no descartan nuevas detenciones.
De la Osa estaba citada bajo apercibimiento de arresto. No era la primera vez que requer¨ªan su comparecencia en un juzgado de Granada y ella no acud¨ªa, seg¨²n fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa, aunque su abogada sostiene que lo desconoc¨ªan. Mauro G., el padre de la ni?a, lleva cinco a?os sin ver a la peque?a, que tiene ocho a?os y este martes qued¨® al cuidado de su t¨ªa paterna. El padre tiene derecho a verla o comunicarse con ella una hora al d¨ªa, al menos de momento.
Eso es lo que desean la decena de familiares que forman la plataforma. Que se cumpla el r¨¦gimen de visitas. La cita con este diario es en un peque?o local del barrio granadino de La Chana. Acumulan y muestran papeles que reflejan a?os de sufrimiento. Hacen cola y se desean suerte unos a otros. Relatan sus historias atropelladamente. ¡°Me enter¨¦ de que mi hija hab¨ªa cambiado de pediatra en el juicio. Al llegar, hab¨ªa una se?ora que no conoc¨ªa declarando en mi contra¡±, cuenta uno de ellos. ¡°En los casos hay relaci¨®n con el entorno sanitario¡±, afirma otro. ¡°Cambiaban de psic¨®logo si no les conven¨ªa el que les tocaba por defecto¡±, a?ade otro padre. ¡°Siempre hay alguna conexi¨®n con el mundo sanitario¡±, cuentan. Todos piden que se salvaguarde su identidad, sus casos est¨¢n judicializados. Algunos sobrese¨ªdos en primera y en segunda instancia; otros, en primera instancia; alguno a¨²n pendiente de sentencia. Dicen que solo quieren que se cumpla lo que han dictado los juzgados. Quieren, por fin, volver a ver a sus hijos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.