Una famosa columnista acusa a Donald Trump de haberla violado hace 23 a?os
La escritora E. Jean Carroll relata la agresi¨®n en un libro y se convierte en la 16? mujer que acusa p¨²blicamente al presidente de mala conducta sexual
¡°Esto es lo que llevaba puesto hace 23 a?os cuando Donald Trump me atac¨® en un probador de Bergdorf Goodman¡±. Ese es el titular de portada del nuevo n¨²mero de la revista New York, publicado este viernes, que acompa?a a una fotograf¨ªa de la escritora y famosa columnista E. Jean Carroll, de 75 a?os, con un vestido cruzado con botones de lana negra de Donna Karan y unos tacones de 10 cent¨ªmetros de Barneys.
En las p¨¢ginas interiores, la revista ofrece un adelanto en exclusiva del nuevo libro de la autora, titulado ?Para qu¨¦ necesitamos a los hombres? Una humilde propuesta, que se publica el pr¨®ximo 2 de julio. En el texto extractado, Carroll relata seis agresiones de las que supuestamente fue v¨ªctima por parte de diferentes hombres. Entre ellos, el magnate inmobiliario que se convertir¨ªa en el 45? presidente de Estados Unidos y en ¡°el n¨²mero 20 de la lista de los hombres m¨¢s horribles¡± de la vida de Carroll.
El encuentro, asegura Carroll, se produjo una tarde en que ella sal¨ªa por la puerta de los lujosos grandes almacenes de la calle 58 con la Quinta avenida de Manhattan. Por entonces, Carroll presentaba el programa televisivo Preg¨²ntele a E. Jean, inspirado en su legendaria (y entonces incipiente) columna del Elle, un exitoso consultorio sexual, sentimental y hasta existencial.
Cuando Carroll sal¨ªa de la tienda, entraba Donald Trump, uno de los hombres m¨¢s famosos de Nueva York. Ella ten¨ªa 52 a?os, dos m¨¢s que ¨¦l. ¡°Me sorprendi¨® lo guapo que era¡±, recuerda Carroll.
¡ª?Hey, t¨² eres esa chica de los consejos! ¡ªle dijo ¨¦l.
¡ª?Hey, t¨² eres el magnate inmobiliario! ¡ªle respondi¨® ella.
¡ªVen a aconsejarme. Tengo que comprar un regalo.
¡ª?Para qui¨¦n?
¡ªUna chica.
Carroll cuenta c¨®mo llev¨® a Trump a la secci¨®n de bolsos, luego a la de sombreros. De pronto, ¨¦l enfila hacia las escaleras mec¨¢nicas y dice: ¡°?Lencer¨ªa!¡±. Carroll reconoce que no recuerda con exactitud algunos detalles: si la puerta era normal o giratoria, si alguien m¨¢s se detuvo a saludarlo, la fecha exacta o el lugar preciso donde estaba la secci¨®n de ropa interior femenina. Pero asegura que sus recuerdos son ¡°v¨ªvidos¡± sobre lo que pas¨® cuando llegaron all¨ª.
Trump, asegura Carroll, agarr¨® un body de color lila gris¨¢ceo y le dijo: ¡°?Vete a prob¨¢rtelo!¡±. ¡°?Pru¨¦batelo t¨²!¡±, le dijo ella. Y ¨¦l la acab¨® acompa?ando al probador. ¡°Mientras escribo esto, estoy pasmada por mi estupidez¡±, asegura Carroll.
Entonces relata: ¡°En el momento en que la puerta del probador est¨¢ cerrada, se abalanza sobre m¨ª, me empuja contra la pared, golpeando mi cabeza bastante fuerte, y pone su boca contra mis labios. Estoy tan estupefacta que le empujo de vuelta y me empiezo a re¨ªr. ?l me agarra los dos brazos, me sujeta contra la pared con sus hombros, mete a la fuerza sus manos bajo mi vestido y me baja las medias. Estoy asombrada por lo que voy a escribir: yo sigo ri¨¦ndome. Al momento siguiente (...) se baja la bragueta y, forzando sus dedos por mi parte privada, empuja su pene dentro de m¨ª hasta la mitad, o completamente, no estoy segura¡±.
Aquello, asegura, se convierte en una ¡°lucha colosal¡±, hasta que logra sac¨¢rselo de encima empuj¨¢ndolo con la rodilla, y sale corriendo del probador y a la calle. El episodio completo, dice, no dur¨® m¨¢s de tres minutos.
Carroll reconoce que no lo denunci¨® a la polic¨ªa y que no tiene pruebas (Bergdorf Goodman no guarda grabaciones de las c¨¢maras de seguridad de la ¨¦poca). S¨ª se lo cont¨®, asegura, a dos amigas, que han confirmado su versi¨®n a la revista. La primera amiga, periodista, le rog¨® que acudiera a la polic¨ªa y se ofreci¨® a acompa?arla. La segunda, tambi¨¦n periodista, le recomend¨® que no se lo dijera a nadie. ¡°?Olv¨ªdalo! Tiene 200 abogados. Te enterrar¨¢¡±, le dijo.
?Por qu¨¦ no ha dado el paso hasta ahora?, se pregunta Carroll. ¡°Recibir amenazas de muerte, ser sacada de mi casa, ser despedida, arrastrada por el barro, y unirme a las 15 mujeres que han salido a la luz con historias cre¨ªbles sobre c¨®mo este hombre las agarr¨®, las molest¨®, las denigr¨®, las maltrat¨®, las acos¨® y las agredi¨®, solo para ver c¨®mo el hombre le daba la vuelta, lo negaba, las amenazaba y las atacaba, nunca me pareci¨® muy divertido. Adem¨¢s, soy una cobarde¡±, se responde ella misma.
La Casa Blanca ha negado categ¨®ricamente la acusaci¨®n. ¡°Es una historia completamente falsa y poco realista que sale a la superficie 25 a?os despu¨¦s de que supuestamente sucediese y que ha sido creada simplemente para dar una mala imagen del presidente¡±, respondi¨® a la revista un alto cargo en un comunicado.
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