El tribunal con experiencia en g¨¦nero que s¨ª vio intimidaci¨®n en La Manada
La sala llevaba dos meses estudiando los recursos de las partes y llegaron a la vista con una posici¨®n clara, aunque abierta a modificaciones
La decisi¨®n del Tribunal Supremo de revocar las dos sentencias de tribunales navarros sobre el caso de La Manada no fue una sorpresa. Desde que en abril de 2018 la Audiencia Provincial de Navarra resolvi¨® que el ataque m¨²ltiple sufrido por una joven en los Sanfermines de 2016 era un abuso sexual y no un delito de violaci¨®n, dentro del mundo jur¨ªdico se extendi¨® la percepci¨®n de que ese fallo ten¨ªa muchas opciones de ser corregido por el alto tribunal si no lo hac¨ªa antes el Tribunal Superior de Justicia de Navarra.
La expectativa sobre la actuaci¨®n del Supremo estaba basada en su propia jurisprudencia, con numerosas sentencias que marcaban un camino distinto al elegido por los tribunales navarros. No hab¨ªa precedentes id¨¦nticos al de la violaci¨®n en grupo de La Manada, pero s¨ª varios en los que el debate entre abuso y agresi¨®n sexual se hab¨ªa resuelto a favor del segundo al considerar que existi¨® intimidaci¨®n en situaciones que guardaban algunas similitudes con la vivida por la v¨ªctima de Pamplona.
Esa expectativa se increment¨® cuando, en mayo pasado, se conoci¨® la composici¨®n del tribunal que iba a revisar la sentencia de La Manada en el Supremo. Los tribunales dentro de la Sala de lo Penal no son fijos, se conforman por turnos, pero hay varios magistrados con especializaci¨®n en violencia de g¨¦nero y tres de ellos forman parte de ese tribunal: dos de las tres mujeres que integran la Sala Penal, Ana Ferrer y Susana Polo, y Vicente Magro.
Ferrer que, en 2014, fue la primera mujer en formar parte de la Sala de lo Penal, tiene numerosas publicaciones y es ponente habitual en cursos y seminarios sobre violencia de g¨¦nero. Polo, a la que por reparto le tocar¨¢ redactar la sentencia, fue la encargada durante siete a?os de coordinar el material para los jueces que se forman para ir a los juzgados de violencia sobre la mujer. Adem¨¢s, ha impartido cursos de igualdad y en torno a los delitos contra la libertad sexual del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y estuvo en la secci¨®n de violencia de g¨¦nero de la Audiencia de Madrid y del tribunal superior de esta comunidad antes de llegar al Supremo en julio pasado.
Magro cre¨® hace 12 a?os en la Audiencia de Alicante, de la que fue presidente, una oficina de atenci¨®n a la v¨ªctima de violencia de g¨¦nero. ?l se encargaba, adem¨¢s, de la secci¨®n especializada en esta materia. Su tesis doctoral en 2005 se titul¨® Soluciones de la sociedad espa?ola ante la violencia que se ejerce contra las mujeres y, adem¨¢s, es miembro del Observatorio contra la Violencia Dom¨¦stica y de G¨¦nero del CGPJ.
El tribunal lo completaron Andr¨¦s Mart¨ªnez Arrieta, el magistrado m¨¢s antiguo de la Sala, que actu¨® como presidente y que ha sido ponente de alguna sentencia reciente en este ¨¢mbito, y Andr¨¦s Palomo, que se incorpor¨® en sustituci¨®n de otro compa?ero ausente por enfermedad.
La sala llevaba dos meses estudiando los recursos de las acusaciones y las defensas. Hab¨ªan ido afinando las posturas y llegaron a la vista con una posici¨®n clara, aunque abierta a modificaciones. La jurisprudencia del Supremo en asuntos de violencia de g¨¦nero y sexual se ha ampliado en los dos o tres ¨²ltimos a?os a ra¨ªz de un incremento del n¨²mero de asuntos relacionados con esta materia, que, seg¨²n fuentes judiciales, suponen ya alrededor del 20% de los casos que llegan a la Sala de lo Penal. Eso determina que se est¨¦n fijando criterios sobre temas que hasta ahora no se hab¨ªan abordado. Como la intimidaci¨®n que sufri¨® la v¨ªctima de La Manada al ser atacada por cinco hombres en un habit¨¢culo sin salida de apenas tres metros cuadrados.
En el ¨²ltimo a?o, ya con el recurso a la sentencia de Navarra en el horizonte, el Supremo ha dictado resoluciones que anticipaban lo que pod¨ªa pasar en este caso. Con algunas de ellas se fij¨® doctrina y se resolvieron en pleno, como la que en enero de este a?o estableci¨® que una agresi¨®n de un hombre contra una mujer que sea su pareja o expareja constituye siempre un acto de violencia de g¨¦nero y no es necesario probar la intenci¨®n machista. Otras se han deliberado en tribunales de cinco magistrados, a menudo, con varios miembros coincidentes con los del pasado viernes. Una de las que marc¨® el paso lleg¨® tambi¨¦n desde Navarra: el Supremo conden¨® por agresi¨®n sexual a un hombre que forz¨® a una mujer en el ba?o de un bar de Alsasua en 2016. La Audiencia provincial tambi¨¦n lo hab¨ªa calificado as¨ª, pero el tribunal auton¨®mico consider¨® que solo hab¨ªa habido abuso. El ¡°espacio reducido¡± donde ocurri¨® el ataque o el hecho de que el hombre le quitara la ropa ¡°por la v¨ªa de los hechos¡± fueron precedentes del caso de La Manada.
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