¡°Baja el tono¡±: Bilbao prueba unos avisadores visuales para callar el ruido de las terrazas

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El Ayuntamiento de Bilbao quiere bajar el ruido en las calles de bares, que sigue siendo fuente de conflictos. La contaminaci¨®n ac¨²stica? de los que beben o fuman en las terrazas es una fuente de trastorno para los vecinos, sobre todo al llegar el verano: m¨¢s gente en las calles, m¨¢s ventanas abiertas. El departamento municipal de Movilidad y Sostenibilidad ha instalado ocho instrumentos de medici¨®n de ruido en la calle Ledesma, c¨¦ntrica y bulliciosa, como antes hizo en el barrio de Abando en 2017, pero con una diferencia. Entonces los medidores se limitaban a almacenar los datos para hacer un mapa de ruido, ahora interact¨²an con los clientes cuando se pasan de tono. Cuando el jolgorio sobrepasa los 83 decibelios, las m¨¢quinas activan un foco luminoso que proyecta sobre unos vinilos blancos colocados en el asfalto un mensaje de advertencia: "Baja el tono".?

La iniciativa se probar¨¢ por primera vez la noche de este mi¨¦rcoles y comenzar¨¢ a funcionar la noche de este viernes. A partir de ese d¨ªa operar¨¢ las noches de los jueves viernes y s¨¢bados.

La proliferaci¨®n de terrazas y el ruido han llevado al Ayuntamiento a probar con la concienciaci¨®n antes de poner multas. Cuando los son¨®metros sobrepasen los niveles permitidos, -no solo un pico, sino durante un determinado tiempo-? la se?al luminosa interpelar¨¢ directamente a los bulliciosos en la calle Ledesma.

El Consistorio utilizar¨¢ los resultados para estudiar su posterior implantaci¨®n en otras zonas de la capital vizca¨ªna. "Estamos promoviendo el concepto de ocio ac¨²sticamente responsable", explica el concejal de concejal de Movilidad y Sostenibilidad, el socialista Alfonso Gil. T¨¦cnicos del ¨¢rea de Gil ya han instalado los ocho son¨®metros en las fachadas del tramo que transcurre desde Mazarredo a Berastegi y este mi¨¦rcoles por la noche har¨¢n las primeras pruebas.

Gil explica que las mediciones se van a hacer tres d¨ªas a la semana, los jueves, viernes y los s¨¢bados, entre las 23 horas y las cuatro de la madrugada. "Nos interesa de manera especial el tramo que va entre las 23 horas y la 1,00 de la madrugada que es cuando se puede molestar m¨¢s a la gente", asegura el concejal. "Es una prueba piloto", indica. A rengl¨®n seguido, explica que le parece mucho m¨¢s razonable tomar este tipo de medidas que ir a las coercitivas y colocar agentes poniendo multas a quienes pasan de hablar a gritar y elevan los niveles de ruido hasta niveles insoportables.

El Ayuntamiento explica que se trata de concienciar a la gente de que, adem¨¢s del consumo responsable, hay que hacerlo de manera ac¨²sticamente responsable sin interferir en la vida de los dem¨¢s. "El ocio de unos no puede convertirse en un infierno para nosotros. A ver si sirve para algo", duda un vecino que tiene que sortear varias mesas para salir de su portal. Muchos de ellos llevan a?os reclamando al Consistorio que tome medidas ya que hay noches de jueves y de viernes que tienen graves dificultades para dormir.

Entre los propietarios de los bares hay de todo, pero la mayor¨ªa, sin embargo, est¨¢n cooperando con el Ayuntamiento, que va a entregar unos 3.000 folletos para que los distribuyan entre los clientes y va a repartir camisetas para que los propios camareros se las pongan y contribuyan a mejorar la sonoridad en el exterior de sus locales. "Creemos que va a funcionar muy bien" asegura Gil. "Nosotros muchas veces avisamos a los clientes de que bajen un poco el tono porque en esta calle estrecha se forma un poco de barullo, pero es muy puntual", explica el camarero de uno de locales de Ledesma.

Una camarera que recoge el vidrio en las mesas exteriores cree que las cosas se est¨¢n sacando un poco de quicio. "Como no se haga bien nos van a espantar a la clientela", teme. "Aqu¨ª se hace menos ruido que los d¨ªas de los partidos y para nada suele ser tan tarde como para impedir el sue?o a los vecinos", lamenta. Sin embargo, las quejas por la proliferaci¨®n de terrazas en muchas de las calles peatonales est¨¢n haciendo crecer las denuncias vecinales. Con el calor, mantener las ventanas abiertas se convierte en un infierno que impide escuchar hasta la televisi¨®n, dicen.

En diciembre de 2017, el mismo departamento procedi¨® a la instalaci¨®n de son¨®metros en otra zona, Uribitarte, para medir la contaminaci¨®n ac¨²stica de la zona. Colocaron siete aparatos en distintos puntos del distrito de Abando, pero no eran tan sofisticados. El Ayuntamiento elabor¨® un mapa de ruidos para tomar determinadas medidas. "El aviso visual es un paso m¨¢s para concienciar a la gente de que hay que conciliar nuestro disfrute con el debido respeto a los vecinos", explica Gil.