La batalla religiosa complica la muerte digna de Vincent Lambert
Tras el combate de los padres est¨¢ la Fraternidad Sacerdotal San P¨ªo X (FSSPX), un movimiento cat¨®lico integrista no reconocido por el Vaticano
Hace tiempo que Fran?ois Lambert dej¨® de creer en Dios. Al menos, en ese Dios que esgrime parte de su grande, complicada y dividida familia para impedir una muerte digna de su t¨ªo, Vincent Lambert, el enfermero tetrapl¨¦jico y en estado vegetativo de 42 a?os que se ha convertido en el s¨ªmbolo del debate sobre la eutanasia en Francia.
Vincent es el mayor de los cuatro hijos que tuvieron en com¨²n Pierre Lambert, un ginec¨®logo muy vinculado a la lucha contra el aborto, y Viviane, que era su secretaria. Naci¨® cuando sus padres todav¨ªa estaban casados con otras parejas, con quienes ten¨ªan m¨¢s hijos, dos en el caso de Pierre Lambert y tres en el de Viviane, que en esos tiempos todav¨ªa usaba el apellido de su marido de entonces, Philippon.
De los nueve hijos que componen la familia reconfigurada de Vincent Lambert, solo dos, su medio hermano David Philippon y su hermana Anne, se oponen, como sus padres, a que sea desconectado. Son los ¨²nicos, tambi¨¦n, que siguen perteneciendo, como sus padres, a la Fraternidad Sacerdotal San P¨ªo X (FSSPX), un movimiento cat¨®lico integrista que no est¨¢ oficialmente reconocido por el Vaticano.
All¨ª, en esta Fraternidad de r¨ªgidas normas ¡ªmisas en lat¨ªn y de espaldas a los fieles incluidas¡ª est¨¢ el origen de la disputa familiar de los Lambert y del largo calvario que sufre desde hace m¨¢s de una d¨¦cada Vincent, lamenta su sobrino Fran?ois, una de las principales voces de la familia a favor de desconectar al enfermero. David Philippon, la voz de los familiares opuestos a la muerte digna de su medio hermano, ha dejado de hablar con la prensa.
¡°La Fraternidad est¨¢ detr¨¢s de todo¡±, sostiene Fran?ois Lambert. Asegura que es esta ¡°secta¡±, como ¨¦l la califica, la que financia a los abogados que luchan contra la desconexi¨®n de Vincent, dos letrados tambi¨¦n muy vinculados a grupos ultracat¨®licos y de extrema derecha. Sobre todo para la madre, Viviane Lambert, el caso de su hijo se ha convertido en un ¡°combate pol¨ªtico¡±, corrobora el periodista de Reims Gr¨¦goire Amir-Tahmasseb, que lleva a?os cubriendo esta historia para el peri¨®dico regional L¡¯Union.
¡°La fraternidad es algo que te atrapa, no es f¨¢cil dejarlo, es un ambiente extremadamente cerrado y asfixiante¡±, explica el sobrino, que empez¨® a estudiar Derecho por el caso de su t¨ªo. Al igual que la mayor¨ªa de sus hermanos, Vincent, que desde adolescente estuvo ingresado en internados dirigidos por la Fraternidad, se desvincul¨® de esta en cuanto alcanz¨® la mayor¨ªa de edad. ¡°Vincent se sali¨® lo antes posible¡±, aunque hasta su accidente, manten¨ªa una relaci¨®n m¨ªnima con sus padres. ¡°Estaba basada en las apariencias, no hab¨ªa un verdadero di¨¢logo¡± en los encuentros familiares, recuerda Fran?ois.
El accidente que en septiembre de 2008 dej¨® en estado vegetativo e irrecuperable a Vincent y, sobre todo, la decisi¨®n de su esposa y tutora Rachel de desconectarlo una primera vez en 2013 de las m¨¢quinas de alimentaci¨®n e hidrataci¨®n que lo mantienen con vida ¡ªy que sus padres frenaron por v¨ªa judicial¡ª acabaron por dividir por completo a la familia. Algunos de los hijos, asegura Fran?ois, intentaron hablar durante a?os con los padres, pero la mayor¨ªa ha acabado cortando el contacto con ellos e incluso neg¨¢ndoles a ver a solas a sus nietos.
Al m¨¦dico que dirigi¨® ese primer intento fallido de desconectarlo, Eric Kariger, que se define como cat¨®lico y ¡°provida¡±, le duele el circo pol¨ªtico y medi¨¢tico montado a costa de su antiguo paciente. Si hay un caso Lambert cuando hay tantos otros parecidos en Francia, denuncia, es porque hay un conflicto familiar y, sobre todo, porque est¨¢n todos aquellos que ¡°usan y abusan de la fragilidad y complejidad de una familia¡± como los Lambert que, hoy m¨¢s que nunca, sigue profundamente dividida.
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