Pamplona, una ciudad concienciada m¨¢s all¨¢ de La Manada
Instituciones y colectivos sociales promueven, desde 2008, unos sanfermines en igualdad
¡°Pamplona dice NO a las agresiones sexistas¡±. Es la frase, en euskera, castellano, ingl¨¦s, franc¨¦s y alem¨¢n, que se encuentran quienes llegan a la capital navarra en los luminosos que habitualmente recogen incidencias de tr¨¢fico en las entradas de la ciudad. Ese mismo lema se recoge en los autobuses urbanos, las marquesinas, las vallas y hasta los vasos reutilizables que la gran mayor¨ªa de los bares entregan, por un euro, a quienes acuden a disfrutar de los sanfermines. El respeto a unas fiestas en igualdad no es una consigna que se haya descubierto tras el caso de La Manada, sino que se corresponde a la pelea que iniciaron colectivos feministas y las pe?as sanfermineras para lograr unas fiestas en las que las mujeres disfruten sin miedo.
La violaci¨®n en grupo por la que cinco hombres han sido condenados a 15 a?os de prisi¨®n por el Tribunal Supremo puso el foco nacional sobre Pamplona y sus fiestas en 2016. La Manada llen¨® tertulias televisivas y radiof¨®nicas, hojas de peri¨®dico y gigas de web, pero la preocupaci¨®n social en la sociedad pamplonesa por la situaci¨®n de las mujeres en las fiestas tiene otra fecha clave: el 7 de julio de 2008. Esa madrugada, Jos¨¦ Diego Yllanes, psiquiatra residente en la Cl¨ªnica Universidad de Navarra, mat¨® en su domicilio a Nagore Laffage, enfermera. Ambos se conoc¨ªan de vista y coincidieron la noche del chupinazo en el casco viejo de Pamplona. Llegaron juntos a la casa, pero el cuerpo de Nagore sali¨® inerte horas despu¨¦s en un coche, en el intento de Yllanes por ocultar el crimen. Fue condenado a 12 a?os de prisi¨®n por un delito de homicidio por un jurado popular en Pamplona. Cumpli¨® ocho a?os y 11 meses de c¨¢rcel, y, desde finales de 2017, se encuentra en semilibertad y trabaja en una cl¨ªnica psiqui¨¢trica.
Aquella fue una pol¨¦mica sentencia que los colectivos feministas consideraron injusta, pero que fue ratificada por las siguientes instancias. El caso de Nagore fue el germen de Lunes Lilas, uno de los colectivos feministas m¨¢s activos en la concienciaci¨®n sobre el papel de las mujeres en las fiestas y la necesidad de que puedan disfrutar en igualdad de ellas. Ellas organizan, en v¨ªsperas de sanfermines, el homenaje a Nagore.
¡°Estos 11 a?os hacen el dolor y la ausencia de Nagore mucho m¨¢s grandes¡±, remarca Asun Casasola, madre de Nagore. Casasola, que vive en Ir¨²n, vuelve con frecuencia a Pamplona para participar en los actos de Lunes Lilas, que se concentran mensualmente contra los cr¨ªmenes machistas. Ella agradece a la sociedad pamplonesa el cari?o recibido tras el crimen de su hija y anima a las m¨¢s j¨®venes a seguir saliendo a la calle. ¡°Con el caso de Nagore no nos hicieron caso, ahora con La Manada por fin la justicia ha escuchado nuestra voz¡±, apunta. ¡°La sentencia del Supremo significa que ha merecido la pena pelear¡±, remarca Tere S¨¢ez, t¨¦cnica de Igualdad en Estella y una de las portavoces m¨¢s veteranas del movimiento feminista.
Las fiestas populares han sido uno de los objetivos de la pol¨ªtica de igualdad de los distintos Gobiernos de Navarra, con una campa?a espec¨ªfica desde 2012. Un a?o m¨¢s tarde crearon la mano de color rojo o violeta que se ha convertido en el s¨ªmbolo gr¨¢fico de la concienciaci¨®n contra las agresiones sexistas en sanfermines. La mano, registrada por el Instituto Navarro de Igualdad, ha sido exportada incluso fuera de Espa?a y aparece en formato gigante en plazas y calles de toda la ciudad.
No solo las Administraciones y colectivos feministas se han implicado en esta concienciaci¨®n. Tras el crimen de Nagore, las pe?as sanfermineras pusieron en marcha un protocolo de actuaci¨®n en sus locales para atender posibles casos de agresiones o abusos. Durante varios a?os, fueron estos colectivos los que realizaron un conteo oficioso de estos casos hasta que el ?rea de Investigaci¨®n Criminal de la Polic¨ªa Foral comenz¨® a monitorizarlos, a partir de 2013. En 2014 el Ayuntamiento instal¨® una caseta informativa en la plaza del Castillo en la que centraliza la estrategia "Pamplona libre de agresiones sexistas".
En estos sanfermines la caseta estar¨¢ abierta hasta la una de la madrugada. La actividad de esta campa?a se ha multiplicado desde su puesta en marcha, de las 3.200 atenciones informativas en 2014 a las 14.000 en 2018. El pasado a?o se produjeron 25 incidencias atendidas por el protocolo, frente a las 40 de 2017 y las 43 de 2016, el a?o en el que se produjo el caso de La Manada. Ese a?o, el n¨²mero de denuncias policiales se multiplic¨® por cuatro. Adem¨¢s de la violaci¨®n grupal del 6 de julio, otras 18 mujeres denunciaron abusos y agresiones sexuales ¡ªen las que s¨ª media violencia¡ª durante los sanfermines. El jefe de Investigaci¨®n Criminal de Polic¨ªa Foral, Eduardo S¨¢inz de Murieta, lo atribuy¨® a la concienciaci¨®n social que animaba a la denuncia de hechos ¡°otras veces silenciados¡±.
Durante estas fiestas, 21 c¨¢maras de seguridad vigilan el centro de Pamplona con el objetivo de esclarecer esas posibles denuncias. Hasta 2016, un tercio de los casos denunciados quedaron sin resolver debido a la dificultad de encontrar a los acusados en una ciudad que multiplica su poblaci¨®n por cuatro en los d¨ªas de fiesta.
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