La ¨²ltima v¨ªctima de violencia de g¨¦nero: ¡°Mi marido me ha clavado el cuchillo y me ha tirado¡±

La mujer tir¨® la basura antes de ir por el pan. ¡°?Pili, Pili!¡±, le gritaron. ¡°?En la huerta se oye a una chica!¡±. Y Pilar Izquierdo, de 80 a?os, se acerc¨® a la huerta trasera de la casa a la que se accede por una portachuela de apenas un metro. La encontr¨® tumbada entre las hierbas pero a¨²n viva.

¡ªAy, Monika, ?qu¨¦ te ha pasado?, le pregunt¨® la anciana, que lleva el pelo corto y una rebequilla sobre los hombros.

¡ªMi marido me ha clavado el cuchillo y me ha tirado, asegura Izquierdo que le respondi¨® la joven, herida ya de muerte, mientras le ped¨ªa agua.

El cuerpo de Monika Asenova, una b¨²lgara de 29 a?os, cay¨® el lunes desde el primer piso a un tejadillo y de ah¨ª a la tierra. Dej¨® restos de sangre bajo la ventana. Poco despu¨¦s de las 10 de la ma?ana su marido, el tambi¨¦n b¨²lgaro Biser Karadjov, se entreg¨® en el cuartelillo de Salas de los Infantes, un municipio burgal¨¦s que roza los 2.000 habitantes, con casas de piedra y arboleda.

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Pili recuerda de forma difusa que alguien llev¨® una s¨¢bana y la tap¨®, luego aparecieron los m¨¦dicos, despu¨¦s la ambulancia. Por la tarde, bajo una tormenta de verano, segu¨ªan all¨ª los agentes de la Guardia Civil recabando pruebas.

En un piso de dos plantas de ladrillo visto, en la misma plaza del Ayuntamiento, resid¨ªa hasta hace poco la pareja, que se mud¨® al pueblo hace m¨¢s de una d¨¦cada. La casa a¨²n conserva los restos de un incendio reciente. Ten¨ªan dos hijas adolescentes que este lunes estaban en un pueblo a 30 kil¨®metros con su abuelo materno.

La hija mayor canta y toca el viol¨ªn, a la segunda tambi¨¦n le gusta la m¨²sica. La v¨ªctima organizaba teatros y participaba en el festival de las culturas del pueblo. En las ¨²ltimas elecciones municipales se present¨® como concejala suplente en la lista del PP, que gobierna en el municipio. ¡°No hac¨ªa nada m¨¢s que trabajar para sacar a su familia adelante¡±, explica el alcalde sustituto, Juli¨¢n Ruiz (Ciudadanos). El titular, Francisco Az¨²a (PP), est¨¢ de vacaciones.

¡°La primera vez que la vi parec¨ªa una ni?a¡±, recuerda en su casa, a las afueras del pueblo, Bego?a Ruiz, de 59 a?os. Es la hermana del alcalde. Fue la primera persona que le dio un trabajo a Asenova en el pueblo. Ella no rechazaba ninguno para sacar a delante a la familia: el marido pasaba largas temporadas enfermo.

Asenova ten¨ªa solo 17 a?os cuando empez¨® a trabajar en su casa y hac¨ªa ya tres que hab¨ªa dado a luz a su hija mayor. Ruiz, compungida, explica que le ense?¨® a hablar castellano y a planchar. Cuenta su amiga y empleadora que no paraba de trabajar. ¡°Me ayudaba much¨ªsimo, era un cielo¡±. Ruiz asegura que ella le hab¨ªa confesado alguna agresi¨®n del marido. Que le trataba mal y que quer¨ªa separarse. ¡°Me dijo que ¨¦l entend¨ªa que ella quisiera separarse, que se daba cuenta de que la hab¨ªa perdido y lo aceptaba, pero no era verdad¡±. No sol¨ªa hablar de ello. Seg¨²n su amiga, Asenova viv¨ªa desde hac¨ªa unas semanas con su padre y las ni?as en un pueblo vecino. Y planeaba mudarse con la abuela de las ni?as a otra localidad.

La mujer no hab¨ªa presentado ninguna denuncia, como ocurri¨® en el 80% de los casos del millar de asesinadas contabilizadas desde que arrancaron las estad¨ªsticas oficiales en 2003. S¨ª hubo un ¡°conato¡± de agresi¨®n en 2011, seg¨²n el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente. Ella le denunci¨® a la Guardia Civil por unas lesiones tras una discusi¨®n. Despu¨¦s, seg¨²n un comunicado del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Le¨®n, manifest¨® a los agentes que no quer¨ªa continuar con la denuncia. En el juzgado dijo que hab¨ªa sido un golpe accidental. El procedimiento se archiv¨®.

Vanessa L¨¢zaro, de 31 a?os, cuenta que hac¨ªa dos que la mujer trabajaba como cajera reponedora en el supermercado D¨ªa que hay junto a la plaza donde viv¨ªa. ¡°Era muy extrovertida y simp¨¢tica. Le gustaba disfrutar¡±. L¨¢zaro segu¨ªa el lunes por la tarde mirando hacia la puerta del super, esperando que Monika entrara en cualquier momento.

Centenares de vecinos se concentraron a las 20.30 en la plaza en silencio, con velas en en suelo y flores en un banco. ¡°?Con qui¨¦n vamos a ensayar nuestros bailes?¡±, pregunt¨® en un texto de homenaje que ley¨® para todos su amiga Tanya Davidova con la voz temblorosa: ¡°?Por qu¨¦ nunca te quejaste? ?Por qu¨¦ nunca nos lo contaste?¡±.