Las armas del machismo
La magistrada Inmaculada Montalb¨¢n cree que el machismo mata con todas las armas a su alcance y los hijos son la m¨¢s letal
El machismo mata con todas las armas a su alcance y los hijos son la m¨¢s letal. Se conoce como ¡°violencia vicaria¡± porque el agresor utiliza a los menores para conseguir su objetivo final: hacer el m¨¢ximo da?o a la madre priv¨¢ndola de lo que m¨¢s quiere.
A pesar de esta cruel realidad, existen sectores sociales cada vez m¨¢s visibles y cercanos a los ¨¢mbitos de poder, que o bien la niegan o intentan invisibilizarla con una interesada confusi¨®n en los t¨¦rminos. Se trata de no llamar a las cosas por su nombre; por ejemplo, decir ¡°violencia intrafamiliar¡± en lugar de ¡°violencia de g¨¦nero¡±. De esta manera se desv¨ªa la atenci¨®n sobre las causas, el diagn¨®stico cambia y las medidas ser¨¢n otras. El objetivo final ser¨¢ que esta violencia estructural se perciba como casos aislados y no como lo que es, la que persigue mantener los mecanismos de discriminaci¨®n de las mujeres a trav¨¦s del da?o a los hijos e hijas.
Pero esta finalidad resulta contraria a nuestro ordenamiento jur¨ªdico y vulnera los compromisos internacionales suscritos por Espa?a. La protecci¨®n de los menores es un principio rector de la actuaci¨®n de las Administraciones, y el inter¨¦s de estos ha de primar sobre cualquier otro, especialmente sobre el padre incurso o condenado por violencia contra la pareja o expareja. Mal se puede defender que quien acosa, amenaza o maltrata a su pareja pueda ser un buen padre. Este argumento surge desde posiciones patriarcales que entienden la patria potestad como una autoridad inherente al hombre o pater familias y, en contraposici¨®n, sit¨²an a la mujer e hijos en situaci¨®n de sumisi¨®n, meros objetos sobre los que se consideran propietarios.
Desde 2015, las leyes de protecci¨®n a la infancia y adolescencia consideran v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero a los menores que viven en ese entorno. El Tribunal Supremo ha declarado que la agravante por actuar ¡°en presencia¡± de hijos no requiere que estos hayan visto la agresi¨®n, pues si no se aplica esa agravante quedar¨ªan desprotegidos.
El reto es mejorar la protecci¨®n a trav¨¦s de la obligada suspensi¨®n de los derechos de visita y patria potestad del padre incurso en proceso penal por violencia de g¨¦nero, tal y como ha reclamado el Defensor del Pueblo en su Informe de 2018. Esto se puede conseguir desde las instituciones, ejecutando las medidas del Pacto de Estado con pol¨ªticas valientes de igualdad y dotaci¨®n presupuestaria. Solo superando la par¨¢lisis pol¨ªtica actual se podr¨¢ avanzar y evitar estas violencias letales que matan en vida a las madres.
Inmaculada Montalb¨¢n Huertas es magistrada y expresidenta del Observatorio contra la Violencia de G¨¦nero del Consejo General del Poder Judicial.
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