El Papa reclama a los sacerdotes ¡°compromiso¡± contra los abusos

El Papa ha pedido en una carta enviada a los sacerdotes el ¡°compromiso de todos¡± para luchar contra los abusos sexuales en el seno de la Iglesia, una de las grandes crisis que enfrenta su pontificado. ¡°Estamos firmemente comprometidos con la puesta en marcha de las reformas necesarias para impulsar, desde la ra¨ªz, una cultura basada en el cuidado pastoral de manera tal que la cultura del abuso no encuentre espacio para desarrollarse y, menos a¨²n, perpetuarse¡±, se?ala el Pont¨ªfice. En la misiva, publicada este domingo, reconoce que erradicar esta lacra ¡°no es tarea f¨¢cil y de corto plazo¡±.

¡°Si en el pasado la omisi¨®n pudo transformarse en una forma de respuesta, hoy queremos que la conversi¨®n, la transparencia, la sinceridad y solidaridad con las v¨ªctimas se convierta en nuestro modo de hacer la historia y nos ayude a estar m¨¢s atentos ante todo sufrimiento humano¡±, admite Francisco en su texto. La nueva misiva ahonda en la idea de la Carta al Pueblo de Dios de hace un a?o. El Papa pidi¨® ¡°erradicar esta cultura de la muerte¡±, despu¨¦s de que un informe revelara un millar de casos de abusos sexuales de cl¨¦rigos en Pensilvania.

Desde entonces, el Vaticano ha puesto en marcha una serie de medidas, que algunas v¨ªctimas contin¨²an considerando insuficientes, para acabar con los abusos en la Iglesia y garantizar una mayor protecci¨®n y atenci¨®n a los damnificados. En febrero se celebr¨® una cumbre? para tratar la pederastia y m¨¢s tarde el Papa elabor¨® dos leyes, que inclu¨ªan disposiciones m¨¢s duras que las que hasta el momento estaban en vigor. Una de ellas tiene vigencia solo en la ciudad del Vaticano y la otra, para toda la Iglesia, impone el deber de denunciar ante las autoridades eclesi¨¢sticas y equipara el delito de encubrimiento al de abuso.

En su carta a los sacerdotes, el Pont¨ªfice tambi¨¦n los anima y agradece su labor. ¡°Se sienten ridiculizados y ¡®culpabilizados¡¯ por cr¨ªmenes que no cometieron¡±, se?ala. Y a?ade: ¡°Sin negar y repudiar el da?o causado por algunos hermanos nuestros, ser¨ªa injusto no reconocer a tantos sacerdotes que, de manera constante y honesta, entregan todo lo que son y tienen por el bien de los dem¨¢s¡±. La carta se?ala que ¡°son innumerables los sacerdotes que hacen de su vida una obra de misericordia en regiones o situaciones tantas veces inh¨®spitas, alejadas o abandonadas incluso a riesgo de la propia vida¡±.