C¨®mo proteger nuestra piel (y ojos) del sol
En estos meses, el hemisferio norte del planeta Tierra est¨¢ m¨¢s expuesto al Sol, siendo su radiaci¨®n m¨¢s intensa. Tenemos que proteger nuestra piel y nuestros ojos de los efectos de dicha radiaci¨®n.
![Una madre echa crema solar a su hija.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/D2X4O4VXHIFKFHJJN7D663XMDU.jpg?auth=08e7f986b8d5ffbba969e93daab5d149f77b5b895b89a713d03ba3b066957c3a&width=414)
Desde que llega la primavera, la mayor¨ªa de nosotros ansiamos deshacernos de las capas de ropa que nos atenazan en invierno y salir a la calle a disfrutar del sol. A todos nos gustar¨ªa disfrutar de una piel bronceada que nos haga parecer m¨¢s sanos, sin embargo debemos recordar que el bronceado es la respuesta del organismo al da?o producido por los rayos solares, en particular a la radiaci¨®n ultravioleta.
Controlar los melanomas
Existen dos tipos de rayos ultravioleta que alcanzan la superficie terrestre y que pueden causar alteraciones en nuestro material gen¨¦tico, UVA y UVB. Los rayos UVB originan la mayor¨ªa de quemaduras en la piel y los UVA son capaces de penetrar m¨¢s profundamente en la piel y contribuyen en gran medida al envejecimiento cut¨¢neo.
A pesar de que numerosos estudios han relacionado la exposici¨®n a radiaci¨®n ultravioleta con un mayor riesgo de padecer c¨¢ncer de piel, la incidencia del melanoma, el c¨¢ncer de piel m¨¢s agresivo, est¨¢ aumentando en los pa¨ªses desarrollados, debido en gran medida a motivos est¨¦ticos y al tan ansiado bronceado. Si el melanoma se detecta temprano, se puede eliminar mediante cirug¨ªa pero, una vez se extiende, es muy resistente a terapias, por lo que la detecci¨®n temprana es clave.
Para ello, es recomendable realizar autoexploraciones con el objetivo de conocer bien nuestra piel, identificar si aparecen lesiones nuevas o cambian las ya existentes. En este caso, se puede seguir una sencilla regla, denominada del A, B, C, D, E, para monitorizar nuestros lunares (A=asimetr¨ªa; B=bordes irregulares; C=color; D=di¨¢metro y una ¨²ltima E= evoluci¨®n o cambios en cualquiera de estos par¨¢metros). Si este es el caso, debemos acudir al dermat¨®logo para un diagn¨®stico adecuado.
Prevenci¨®n bajo el sol
Pero la mejor estrategia contra el c¨¢ncer de piel es la prevenci¨®n. Esto incluye una serie de medidas como el uso de cremas solares con un factor de protecci¨®n solar (FPS) adecuado para nuestra piel. Por ejemplo, un FPS de 30 indica que su uso retrasa 30 veces el tiempo que tarda en aparecer una quemadura solar.
Este tiempo depende de cada persona, en particular de su fototipo, que var¨ªa entre el I de las pieles m¨¢s claras hasta el VI de las pieles muy oscuras. Cuanto menor es el fototipo antes se producen las quemaduras. Adem¨¢s, es recomendable elegir cremas solares con protecci¨®n frente a UVB y UVA, aplicarlas 30 minutos antes de la exposici¨®n al sol y de manera abundante y frecuente, en especial despu¨¦s del ba?o o de haber sudado.
Sin embargo, el objetivo principal de estas medidas fotoprotectoras no deber¨ªa ser permanecer m¨¢s tiempo bajo el sol, sino que estemos mejor protegidos cuando as¨ª sea. Por lo que la mejor estrategia de prevenci¨®n es dar preferencia al uso de barreras protectoras f¨ªsicas como son las camisetas o gorras y evitar exponernos al sol cuando los rayos UV inciden de manera m¨¢s directa en la superficie terrestre, particularmente en verano y en las horas centrales del d¨ªa.
¡°Ver¡± la radiaci¨®n ultravioleta
Tambi¨¦n tenemos que tener en cuenta nuestros ojos.
El sistema visual de los seres humanos es sensible a una parte min¨²scula del espectro electromagn¨¦tico. Solo vemos las longitudes de onda entre aproximadamente 380 y 740 nm. Las que se encuentran entre 400 y 380 nm son interpretadas por el sistema visual humano como luz de color violeta y, a las que est¨¢n por debajo de 380 nm, las denominamos ultravioleta (UV). Las longitudes de onda alrededor de 700 nm son percibidas como luz de color rojo, de manera que a las superiores a 740 las denominamos infrarrojas (IR).
Aunque nuestro sistema visual no es capaz de detectar la radiaci¨®n infrarroja, s¨ª lo hacen otros sistemas sensoriales de nuestro organismo. Como es una radiaci¨®n t¨¦rmica, alerta a nuestros termorreceptores y, posteriormente, a nuestros receptores de dolor, generando respuestas inmediatas de protecci¨®n, por ejemplo apartarnos de esa fuente de calor.
Algo muy diferente sucede con la radiaci¨®n ultravioleta, que no es detectada por ning¨²n sistema sensorial humano y no evoca esa respuesta refleja, a pesar de que es da?ina a corto y largo plazo para los tejidos expuestos. Por eso es importante aprender a protegernos de ella, especialmente en las situaciones en las que es m¨¢s intensa, como sucede en verano. En estos meses, el hemisferio norte del planeta Tierra est¨¢ m¨¢s expuesto al Sol, siendo su radiaci¨®n m¨¢s intensa, tanto la parte visible del espectro como otras longitudes de onda del espectro electromagn¨¦tico, incluyendo IR y UV.
Las gafas de sol
La mayor¨ªa de los rayos UV son filtrados por la c¨®rnea, la c¨²pula transparente en la parte anterior de nuestro ojo. Cuando se sobreexpone el ojo a radiaci¨®n UV muy intensa, provoca da?os de manera aguda en su superficie (el epitelio corneal), apareciendo en pocas horas una inflamaci¨®n de la c¨®rnea (queratitis act¨ªnica) tremendamente dolorosa que, afortunadamente, remite en 1-2 d¨ªas, al tener nuestro epitelio corneal una enorme capacidad de regeneraci¨®n. Es una afecci¨®n muy frecuente tras pasar el d¨ªa en una playa de arena blanca o, en invierno, en un lugar nevado, estando nublado. Pensamos que no es necesario ponernos gafas de sol y, sin darnos cuenta, permitimos que los rayos UV que se reflejan en la superficie de la playa o en la nieve nos lesionen la superficie ocular.
?Cuidado! Aunque en un d¨ªa nublado haya una disminuci¨®n de la intensidad lum¨ªnica visible, no necesariamente ha disminuido la intensidad del UV.
La exposici¨®n repetida a intensidades bajas o moderadas de radiaci¨®n UV tambi¨¦n es nociva para nuestro ojo, ya que los UV causan da?os acumulativos que acaban provocando el ¡°suicidio¡± de las c¨¦lulas (apoptosis), apareciendo a largo plazo problemas en los tejidos del ojo con poca (o nula) capacidad de regeneraci¨®n. Los rayos UV que consiguen atravesar la c¨®rnea son filtrados casi totalmente por el cristalino, cuyas c¨¦lulas van lesion¨¢ndose poco a poco y se pierde la trasparencia, patolog¨ªa que conocemos como catarata. Una parte peque?a de rayos UV consigue llegar a la retina, causando da?o acumulativo en sus c¨¦lulas, que carecen de capacidad de regeneraci¨®n y se da?an a largo plazo.
Debemos aprender cuanto antes que la manera de proteger nuestro sistema visual de los efectos da?inos de la radiaci¨®n ultravioleta es usar unas gafas que filtren de manera eficaz esa parte del espectro electromagn¨¦tico. Como no tenemos un sistema propio para valorar si efectivamente los UV se est¨¢n filtrando, debemos adquirir esas gafas siempre de un proveedor de absoluta confianza, que nos garantice el rango espec¨ªfico de longitudes de onda que van a ser filtradas.
Berta L¨®pez S¨¢nchez-Laorden es cient¨ªfica titular del Instituto de Neurociencias (IN-CSIC)
Juana Gallar Mart¨ªnez es catedr¨¢tica de Fisiolog¨ªa en el Instituto de Neurociencias, Universidad Miguel Hern¨¢ndez
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.