El planeta necesita un cambio del modelo alimentario para combatir la crisis clim¨¢tica

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Las hip¨®tesis se cumplen: la crisis clim¨¢tica deja temperaturas r¨¦cord y m¨¢s olas de calor

Los expertos de la ONU urgen a tomar medidas dr¨¢sticas contra el cambio clim¨¢tico

La crisis clim¨¢tica ha alcanzado tal dimensi¨®n y rapidez?¨C2019 encadena m¨¢ximos de temperaturas mes a mes mientras se suceden olas de calor y sequ¨ªas¨C que ya no basta con fijarse solo en un sector para intentar dejar el calentamiento dentro de unos l¨ªmites manejables. No ser¨¢ suficiente con reducir o suprimir del sector energ¨¦tico los gases de efecto invernadero, que seg¨²n la mayor¨ªa de los cient¨ªficos est¨¢n detr¨¢s del cambio clim¨¢tico. Hacen falta transformaciones profundas en otros sectores como el de la producci¨®n de alimentos mundial y la gesti¨®n de los suelos, y tambi¨¦n en las dietas. ¡°No hay una soluci¨®n que pase por reducir los gases de un solo sector¡±, ha explicado este jueves por tel¨¦fono desde Ginebra (Suiza) Eduardo Buend¨ªa Calvo, copresidente del IPCC, el panel internacional de expertos que asesoran a la ONU.

El peruano Buend¨ªa es uno de los coordinadores del informe especial sobre cambio clim¨¢tico y tierra del IPCC que se ha presentado este jueves en la ciudad suiza y en el que han participado 107 expertos de 52 pa¨ªses. El estudio apunta a la necesidad de cambios para combatir la deforestaci¨®n, la desertizaci¨®n y el derroche. Solo el desperdicio de alimentos, resalta, es responsable de entre el 8% y el 10% de todas las emisiones de efecto invernadero que genera el ser humano. Entre el 25% y el 30% del total de alimentos producidos en el mundo se pierde o se desperdicia, resaltan los expertos de la ONU.

El IPCC apunta a los beneficios en la lucha contra el cambio clim¨¢tico de las ¡°dietas equilibradas¡± basadas en alimentos de origen vegetal, como cereales secundarios, legumbres, frutas y verduras. Se incluyen tambi¨¦n alimentos de origen animal, pero producidos de manera sostenible con bajas emisiones. ¡°Algunas opciones diet¨¦ticas requieren m¨¢s tierra y agua¡±, ha explicado este jueves Debra Roberts, una de las cient¨ªficas que tambi¨¦n ha coordinando el estudio, ¡°y provocan m¨¢s emisiones de gases¡±.

Hace 10 meses, en octubre de 2018, otro informe del IPCC sacudi¨® el mundo. Porque los cient¨ªficos advert¨ªan entonces de que el ser humano se estaba quedando sin tiempo para poder cumplir con el Acuerdo de Par¨ªs, que establece como meta para final de siglo que el incremento medio de la temperatura quede por debajo de los dos grados cent¨ªgrados respecto a los niveles preindustriales (finales del XIX). Y en la medida de lo posible por debajo de 1,5 grados. Con un incremento que ya ronda el grado cent¨ªgrado y la acumulaci¨®n en la atm¨®sfera de di¨®xido de carbono (CO₂) en niveles nunca vistos por el ser humano, aquel informe del IPCC advert¨ªa de que se necesitaban reducciones de gases de efecto invernadero sin precedentes en muy poco tiempo para cumplir el acuerdo.

Ahora, el an¨¢lisis monotem¨¢tico del IPCC sobre el uso de la tierra en el planeta resalta la importancia del sector alimentario en esta lucha y la necesidad de tomar medidas r¨¢pido: ¡°Actuar ahora puede evitar o reducir los riesgos y p¨¦rdidas y generar beneficios para la sociedad¡±. ¡°Las r¨¢pidas acciones de adaptaci¨®n y mitigaci¨®n clim¨¢ticas, alineadas con la gesti¨®n sostenible de la tierra y el desarrollo sostenible (...), podr¨ªan reducir el riesgo para millones de personas expuestas a fen¨®menos extremos del clima, desertificaci¨®n, degradaci¨®n de la tierra e inseguridad alimentaria¡±.

Porque la tierra y el uso que el ser humano le da son a la vez una v¨ªctima del cambio clim¨¢tico y un causante de ese calentamiento. El crecimiento de la poblaci¨®n mundial y los cambios en las dietas y el consumo desde mediados del siglo pasado han llevado a ¡°tasas sin precedentes de uso de la tierra y el agua¡±, apunta el IPCC. Por ejemplo, alrededor del 70% del consumo mundial de agua dulce se destina a la agricultura. ¡°Estos cambios han contribuido al aumento de emisiones netas de gases de efecto invernadero, p¨¦rdida de ecosistemas naturales y disminuci¨®n de la biodiversidad¡±. El informe recuerda que desde mediados del pasado siglo el consumo per c¨¢pita de grasas vegetales, carnes y calor¨ªas se ha disparado. Esos cambios en los patrones de alimentaci¨®n han llevado a que en el mundo vivan 2.000 millones de personas con sobrepeso u obesidad.

El informe establece que un 23% de todos los gases de efecto invernadero que expulsa el hombre vienen de la agricultura, la silvicultura y el uso de la tierra. Pero si se a?aden las emisiones asociadas a la producci¨®n mundial de alimentos, esa cuota puede llegar hasta el 37%. ¡°Se prev¨¦ que las emisiones de la producci¨®n agr¨ªcola aumenten impulsadas por el crecimiento de la poblaci¨®n y la renta y los cambios en los patrones de consumo¡±, advierte el informe.

El IPCC resalta que el cambio clim¨¢tico est¨¢ teniendo ya impactos en la ¡°seguridad alimentaria¡± ya que est¨¢n cambiando los patrones de precipitaci¨®n y aumentando la frecuencia e intensidad de fen¨®menos extremos que da?an los cultivos. Y las proyecciones no son buenas: ¡°Se prev¨¦ que la frecuencia e intensidad de las sequ¨ªas aumenten particularmente en la regi¨®n mediterr¨¢nea y en ?frica meridional¡±.

Pero los impactos se pronostican para todo el planeta: en Asia y ?frica habr¨¢ m¨¢s personas sometidas a la desertizaci¨®n; en Am¨¦rica, el Mediterr¨¢neo, el sur de ?frica y Asia central se prev¨¦n m¨¢s incendios forestales; en los tr¨®picos y subtr¨®picos caer¨¢ el rendimiento de los cultivos... Adem¨¢s, estas consecuencias, que pueden incrementar las migraciones asociadas a factores medioambientales, ser¨¢n mayores a medida que aumente el calentamiento.

Soluciones

El informe apunta a algunas soluciones, como los cambios en las dietas que los consumidores pueden realizar. O acciones de m¨¢s envergadura como los ¡°muros verdes¡± con especies vegetales aut¨®ctonas que se proyectan para frenar la desertizaci¨®n. Los cient¨ªficos del IPCC explican que hay acciones que tienen ¡°impactos inmediatos¡± positivos, como la conservaci¨®n de ecosistemas en turberas, humedales, praderas, manglares y bosques, que guardan enormes cantidades de gases de efecto invernadero que se liberan cuando se destruyen y contribuyen m¨¢s al calentamiento. Otras intervenciones, como la reforestaci¨®n, necesitan d¨¦cadas para ser efectivas.

En todo caso, el IPCC recuerda que la tierra tiene que seguir siendo ¡°productiva para mantener la seguridad alimentaria¡± ante el aumento de la poblaci¨®n previsto y los impactos negativos del calentamiento. ¡°Esto significa que hay un l¨ªmite para la contribuci¨®n de la tierra en la lucha contra el cambio clim¨¢tico¡±, apunta el panel de expertos, que advierte de los riesgos que puede conllevar la bioenerg¨ªa para la ¡°seguridad alimentaria, la biodiversidad y la degradaci¨®n de la tierra¡±. Es decir, advierte del riesgo de determinados cultivos ¨Ccomo el aceite de palma¨C para generar biocombustibles.

El IPCC plantea la necesidad de una respuesta r¨¢pida ante el desaf¨ªo del cambio clim¨¢tico: ¡°Retrasar la acci¨®n (...) podr¨ªa dar lugar a algunos impactos irreversibles en algunos ecosistemas¡±. Y esto a su vez generar¨ªa m¨¢s gases de efecto invernadero que calentar¨ªan a¨²n m¨¢s el planeta.