¡°No es posible la dignidad sin tierra¡±

Sonia Guajajara (Maranh?o, 1974) es uno de los rostros visibles de la lucha mundial por el medio ambiente y l¨ªder de la resistencia pac¨ªfica a los planes que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, tiene en la Amazonia y que ponen en peligro la vida de los pueblos que habitan este pulm¨®n verde. Es la primera mujer ind¨ªgena que ha optado a la vicepresidenta del Ejecutivo brasile?o (en la lista encabezada por Guilherme Boulos, del izquierdista Partido Socialismo y Libertad) y el motor que ha estado tras el ¨²ltimo campamento Tierra Libre celebrado en abril, que re¨²ne cada a?o a 5.000 de los 800.000 ind¨ªgenas de 225 tribus que habitan casi el 14% del territorio de Brasil. Un encuentro que clam¨®, esta vez, contra el decreto que transfiere al Ministerio de Agricultura la demarcaci¨®n de tierras, competencia hasta la fecha de la Fundaci¨®n Nacional del Indio.

Formada en Letras, Enfermer¨ªa y Educaci¨®n Especial en la Universidad Estatal de Maranh?o, Guajajara llega a Benic¨¤ssim (Castell¨®n) tras la primera manifestaci¨®n de mujeres ind¨ªgenas que han recorrido Brasilia para alzar su voz contra las pol¨ªticas del ultraderechista Bolsonaro. Lo hace para participar en el debate Tierra y Dignidad del Foro Social del festival internacional Rototom Sunsplash, que acoge la localidad castellonense hasta hoy.

Pregunta. Su ponencia en Rototom Sunsplash lleva por t¨ªtulo Tierra y Dignidad. ?No hay dignidad sin tierra?

Respuesta. No es posible la dignidad sin tierra. La tierra es determinante. Para que sea posible otra pol¨ªtica educativa, cultural y social es necesaria esa garant¨ªa de acceso a la tierra.

P. ?C¨®mo se est¨¢ manifestando la presi¨®n ambiental, social y cultural del ejecutivo Bolsonaro sobre la poblaci¨®n ind¨ªgena?

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R. El primer impacto de la pol¨ªtica Bolsonaro fue extinguir el Ministerio de Derechos Humanos y de Cultura, y colocar al frente de Medio Ambiente a una persona totalmente favorable a los agronegocios. Fue entonces, desde enero, cuando los pueblos ind¨ªgenas empezamos a movilizarnos. Lo llamamos el enero rojo, por el genocidio de los pueblos ind¨ªgenas, por la resistencia. La lucha ambiental y la ind¨ªgena no pueden separarse. Es una lucha ¨²nica. Estamos trabajando con parlamentarios para frenar esas medidas que est¨¢n acabando con las leyes ambientales.

P. ?Cu¨¢l es la principal amenaza para la Amazonia en este momento?

R. La deforestaci¨®n, los incendios forestales y los macroproyectos autorizados por el Gobierno que abren paso a los grandes cultivos, a las explotaciones a gran escala, como las de soja, ca?a de az¨²car o eucalipto, junto a la explotaci¨®n minera.

P. ?Qu¨¦ es la Amazonia para los pueblos ind¨ªgenas?

R. Vida (sonr¨ªe).

P. Tiene voz en el Consejo General de Derechos Humanos de la ONU y ha llevado sus denuncias a las Conferencias Mundiales por el Clima y al Parlamento Europeo. ?Su batalla va m¨¢s all¨¢ del plano medioambiental?

R. Reivindico el respeto a los derechos sociales, ambientales y a las culturas. Precisamente, nuestra cultura es la garante de esta relaci¨®n con el medio ambiente, con la madre naturaleza. Es lo que garantiza la ciudadan¨ªa plena de los pueblos ind¨ªgenas.

P. ?C¨®mo es el Brasil de Bolsonaro?

R. Ning¨²n Gobierno ha visto como prioritarios los derechos de los pueblos ind¨ªgenas, pero con Bolsonaro la situaci¨®n se agrava mucho m¨¢s. Tiene intereses en negocios propios que alientan la destrucci¨®n del medio ambiente. Es un momento muy grave. Si esto se prolonga durante mucho tiempo no solo Brasil se ver¨¢ perjudicado sino todo el planeta, porque si se destruye la Amazonia todos los pueblos se ver¨¢n afectados. No es solo luchar por la Amazonia, es hacerlo contra el fascismo. Es una responsabilidad de todas las personas.

P. Est¨¢ reci¨¦n llegada de la protesta de activistas ambientales en Brasil. M¨¢s de 2.500 mujeres unidas bajo el lema Nuestro territorio, nuestro cuerpo, nuestro esp¨ªritu. ?Qu¨¦ ha supuesto?

R. Hemos logrado un fortalecimiento de la lucha de las mujeres, un empoderamiento. Dar visibilidad a esta conciencia pol¨ªtica y ecol¨®gica. Todas ellas han reaccionado de manera muy fuerte y directa ante esta pol¨ªtica genocida del Gobierno Bolsonaro.

P. Berta C¨¢ceres. Olivia Ar¨¦valo. Son dos de las activistas que han pagado con su vida su compromiso en defensa de la tierra. ?Se siente amenazada? ?Teme por su seguridad?

R. Todas las personas que hoy hacemos esta lucha en defensa de la Madre Tierra estamos en peligro. Sobre todo, si esta voz tiene fuerza en todo el mundo, estamos en el punto de mira. Se pone el ojo en quienes lideran este movimiento. Pero no he tenido una amenaza directa. Los propios discursos del Gobierno ponen a la sociedad en nuestra contra. Incitan a la violencia. Es como si la sociedad tuviera el respaldo del Gobierno para practicar actos de violencia contra todas las personas que estamos en esta causa.

P. Mujer e ind¨ªgena. ?Qu¨¦ pluses aporta este binomio a su defensa por la Tierra?

R. Las mujeres del mundo entero est¨¢n protagonizando muchos frentes de lucha. Las mujeres ind¨ªgenas nos sentimos en el compromiso de unir a todas las del resto del mundo.

P. ?Qu¨¦ le inspira el ecofeminismo?

R. (Sonr¨ªe). Es luchar en defensa de la vida. Del agua, de los bosques y de todos los bienes comunes que est¨¢n amenazados. La mujer tiene mucha m¨¢s sensibilidad y capacidad de darse cuenta de que es una batalla urgente.

P. ?Quedan muchos prejuicios por derribar sobre los pueblos ind¨ªgenas?

R. La gente nos ve como salvajes. Somos personas que luchamos, que plantamos cara a los conflictos y que tenemos una relaci¨®n de respeto hacia el medio ambiente muy diferente. Necesitamos que nuestros derechos sean garantizados. Tambi¨¦n nuestro modo de vida, tanto por parte de las sociedades como de los Gobiernos.

P. En este festival ha trasladado historias del Amazonas a los m¨¢s peque?os en una sesi¨®n de cuentacuentos. ?Hay futuro para el planeta?

R. Es necesario invertir en educaci¨®n, en la formaci¨®n de la infancia para que crezca con otro pensamiento, para crear esa conciencia ecol¨®gica y pol¨ªtica y entender que con este modelo actual basado en la destrucci¨®n esto se acaba.